24 restaurantes que seguirán estando de moda en 2017
A través de sus platos más célebres, hacemos un repaso por algunos de los locales que, en nuestra opinión, continuarán dando que hablar este año. Bon appetit!

Un moderno y acogedor gastrobar en el que triunfan sus brunch, meriendas y platos tan healthy como su ensalada de quinoa y espinacas, el tartar de salmón marinado o para los amantes del queso, la provoleta con tomate perfumada de trufa blanca.
Calle Príncipe de Vergara, 73 (Madrid)


Destaca su brunch y una elaborada cocina semivegetariana en un ambiente chic, urbano y totally healthy. Muy celebradas sus minihamburguesas de salmón y sus originales zumos.
Carrer dels Tallers, 74 (Barcelona)

Especializado en pescados y cocina vasca tradicional, Muñagorri continuará deleitándonos con sus estupendos platos del norte y otros más internacionales, como este perrito rostbratwurst con pesto y mostaza pommery.
Calle Padilla, 56 (Madrid)

Cocina mediterránea, moderna, creativa…. y lo más importante, vegetariana. Para los amigos de lo verde, una amplia carta para disfrutar, como por ejemplo con su exquisita coca de tomillo con setas de temporada.
Calle Literato Azorín, 8 (Valencia). Calle Ortega y Gasset, 73 (Madrid)

Cocina vasca de autor de la mano del chef Josean Alija, nada menos que en el interior del Museo Guggenheim. Especial atención a sus kokotxas, carré de cordero, quisquillas y ostras.
Calle Alameda Mazarredo, 77 (Bilbao)

Los veganos están de enhorabuena desde este verano en que abrió este restaurante especializado frente al Parque del Retiro. El paté vegetal con pan de cebolla deshidratado, espectacular, es tan sólo uno de sus muchos y variados platos.
Avenida Menéndez Pelayo, 61 (Madrid)

El chef Edu Prieto es el responsable de la cocina de este gastrobar malasañero donde la estrella es el ramen, bien con cerdo asado o ideal para celíacos, con fideos de arroz. Atención también a las croquetas de risotto y su foie gras dorado.
Calle Molino de Viento, 4 (Madrid)

La Costa del Sol nunca pasa de moda. Un ejemplo es este singular y ecléctico café cercano a la playa de La Carihuela y el mítico Hotel Pez Espada, donde disfrutar de una meritoria cocina casera, como su guacamole de La Axarquía con anchoa del Cantábrico.
Calle Pez Espada, 9. Torremolinos (Málaga)

La auténtica carne de buey cocinada a la brasa es la protagonista de este restaurante en el que destacan también los mariscos, como la gamba roja del Mediterráneo o el pescado, como la mojama de atún de almadraba. Y todo ello, junto al mar.
Carrer Partida L'Olla, 146. Altea (Alicante)

De la mano del chef escocés Andy Bryson, su cocina internacional ha dado un gran salto de calidad con platos como el tartar de atún rojo con vinagreta de chile, jengibre y mirin, los baos de confit de pato o su brutal Short Rib Burger, de las mejores hamburguesas de toda la zona.
Calle Almagro, 3 (Madrid)


Especialidades en marisco y pescado de una las principales gastronomías del mundo, la peruana. Ojo a su ceviche, el ají de gallina o los cubos de atún marinados en leche de tigre de piña, rocoto y soja.
Carrer Còrsega, 235 (Barcelona)

Alta cocina latinoamericana en pleno centro de Madrid. Ceviches, arepas, tiraditos, hallacas o su impresionante parrilla de picaña resaltan dentro de una carta sorprendente y llena de sabores caribeños.
Calle Barquillo, 30 (Madrid)

Cosmopolita y tan internacional como toda su carta, es ya un imprescindible en Chamberí, en el que poder deleitarse con su foie curado con guiso de lentejas pardinas y crocante de manitas de cerdo, o su excelente ceviche Nikkei de corvina.
Calle Caracas, 21 (Madrid)

Un divertido local donde prima la cocina de mercado, con platos como el taco de fricandó, el rossejat de fideos negros o las quesadillas de ternera ecológica. La decoración y luces, muy de estilo vintage.
Plaça de la Revolució de Setembre de 1868, 17. Carrer Mandri, 58 (Barcelona)

Un esquinazo de oro en la zona de Retiro, con terraza en invierno al estilo ibicenco y una destacable carta mediterránea, a reseñar las vieiras a la plancha con salsa de pimientos choriceros y yema de huevo, la hamburguesa de pato con brie o las croquetas de chipirón.
Calle Alcalde Sainz de Baranda, 64 (Madrid)

Cocina rústica con toques andaluces en la capital del Guadalquivir. Además de su muy demandada pizza napolitana, mozzarella de buffala y tomates quemados, otros platos como el salmón a 85º C con ponzu y cuscús ahumado son una de las razones por las que llenan y llenan a diario.
Calle Harinas, 2 (Sevilla)

El barrio de Conde Duque puede presumir de tener algunos de los mejores locales tanto para salir de copas como para comer, como esta curiosa tabernita donde las alcachofas, las gyozas o los baos de panceta o sardinas son una auténtico reclamo.
Calle Limón, 12 (Madrid)


En el toledano Mercado de San Agustín encontramos este espacio íntimo y lleno de historia en el que pasar una velada es toda una experiencia. La cocina es 100% ecológica y va directamente de la huerta al plato, con una gran selección de vinos manchegos y nacionales para acompañar.
Cuesta Águila 1-3 (Toledo)

Sorprende al entrar su bóveda barroca, un imponente piano y su exquisita decoración, pero una vez sentados a la mesa, lo que nos cautiva son sus platos, desde el ceviche de lubina a su ensalada de bogavante asado. Para volver y volver.
Calle de la Bolsa, 12 (Madrid)

Típica cocina española de buenos vinos y tapas en un ambiente taurino en el que las parrilladas, los arroces y cómo no, el rabo de toro, son santo y seña en uno de los puntos más frecuentados de la capital.
Carrera de San Jerónimo, 5 (Madrid)

Los adictos a las pizzas y la gastronomía italiana en general, tienen en sus tres locales madrileños el lugar perfecto donde también las provoletas, carpaccios y ceviches tienen su hueco, siempre con ingredientes frescos y naturales.
Calle Fuencarral, 74. Gran Vía, 6 (Madrid)

Su carta está basada en el suculento plato de origen belga moules et frites. Se trata de deliciosos mejillones de roca servidos en su cazuela con diferentes salsas internacionales y acompañados de patatas fritas y por supuesto, una buena cerveza.
Calle Orellana, 1 (Madrid)

Cocina tradicional peruana con toques de gastronomía catalana, una mezcla sumamente original que da platos como la coca de llardons con vieiras o los tomatitos en su tierra con burratina y crema de albahaca.
Plaza del Conde Valle de Suchil, 7 (Madrid)

Su carta es tan apetecible como original es todo el local, especialmente la sala donde platos como la caldereta, el rape verdinas, las pochas con pato azulón o el pichón, de los mejores de Madrid, anteceden a unos postres igualmente de escándalo.
Calle Santa María, 39 (Madrid)