"Partons à l'aventure": estos son los pueblos franceses con encanto que necesitas conocer
Que no te echen para atrás los kilómetros (y mucho menos las fronteras). He aquí la lista definitiva de aldeas con un encanto no disimulable más allá de los Pirineos.
Las calles empedradas dan paso a jardines verdosos, tejados de mil colores en los que parecen resonar risas de otro siglo, iglesias de espíritu medieval que conservan su íntimo misterio... estos pueblos de curvas coloridas y mágicas, a imagen y semejanza de Arles en la obra Terraza de café por la noche de Vincent van Gogh, nos adentran en un mundo desconocido. Amazonas urbanas, sin tiempo ni cafés suficientes para disipar el cansancio, ha llegado la hora de ir a la aventura y olvidar estas largas horas embebidas de polución y negatividad propias de aglomeraciones en las que apenas se escuchan los pájaros. Aprovecha un fin de semana, o una semana larga si has decidido desconectar de verdad, para ir más allá de los Pirineos. Puede que ya lo sepas, Francia es una fuente infinita de tesoros a descubrir, uno por uno, con la paciencia y minucia de un costurero. ¿Por qué no explorar uno de ellos en tu próximo viaje?
El hexágono cuenta con paisajes variopintos, a la llanura más absoluta se anteponen colinas y valles más destacados, zonas rocosas y montañas que alcanzan picos de más de 3.000 metros y por supuesto el mar, testigo de toda la fachada oeste y sureste del país galo. Sea cual sea tu propósito o pasión geográfica, encontrarás tu gema entre los más de 640 mil kilómetros cuadrados que alberga. Francia solo espera a por ti. Apenas hace falta recordarlo: que estés sola o acompañada, París siempre será una buena opción. Pero ya que has decidido adentrarte en la más absoluta paz, te animamos a ahondar un poco más en regiones que quizá desconozcas del todo. Quien sabe, podrías decidir adquirir tu propia casa como lo hicieron en su momento Brad Pitt y Angelina Jolie en Correns (sí, aún recordamos al castillo de Miraval y su viñedo, activo pese a su ruptura).
Viaja, explora y disfruta. Son los tres únicos mandamientos que te instamos a seguir en el marco de tu viaje. Te dejamos la lista de algunos lugares imperdibles en Francia. Descúbrelos este verano sin pensártelo... bon voyage!

A medio camino entre Francia e Italia se encuentra este pequeño paraíso. En el norte de la maravillosa isla de Córcega, descubre este pueblo, de los más antiguos de la región. La roca se suma a la frondosa naturaleza con el mar como testigo. Solo apto para soñadores.

Este famoso pueblo de Alsacia es tan conocido por sus vinos con denominación de origen como sus flores. Explora sus callejuelas y disfruta de sus casitas, en su mayoría fechadas en los siglos XVI y XVII.

Déjate conquistar por esta pequeña maravilla portuaria, que además de tener una vista directa sobre el Canal de la Mancha, no deja de tener una actividad de pesca importante. Te enamorarán asimismo sus casas de granito gris y su faro de Gatteville, sencillamente mítico.
El espíritu medieval se respira en cada rincón este pueblo de ensueño, ubicado en la zona rocosa del Valle Nauze. ¿Su signo distintivo? Sus siete campanarios.

Paradero del Camino de Santiago francés, este pueblo del Aveyron se distingue también por su irresistible aspecto medieval. Su Abadía de Santa Fe se merece una parada.


La piedra caliza blanca de sus casas refleja el sol. Este emblemático pueblo ubicado cerca de Montelimar, en la Drôme, te enamorará por su luminosidad y sus vistas del valle del Ródano.

Tu paso por este maravilloso pueblo de Gers, cuyo nombre proviene del latín y significa "peregrino de Roma", no se puede acabar sin una visita a la Colegiata de San Pedro. El monumento, inscrito en el Patrimonio Mundial de la UNESCO, fue construido en el siglo XIV, era antiguamente una etapa del Camino de Santiago.

Este peculiar pueblo a orillas del río Dordoña se ubica precisamente junto a un acantilado rocoso. ¿Fan de prehistoria? Quedarás loca con su cueva prehistórica de Lascaux.

Estás más que a tiempo de descubrir las maravillas de este pueblo, también de espíritu medieval, cuya plaza principal, Plaza de Cornières, las casitas medievales.

Las murallas de gres rosa de esta aldea emblemática del antiguo reino de Navarra serán las que más te conquistarán de este trocito de paz. No te pierdas la puerta de Santiago y mucho menos la Prisión de los Obispos.

El pueblo, rodeado por los Vosgos, goza de un patrimonio natural y cultural de lo más impresionante. ¿Su emblema? La iglesia, cuyos campanarios de tres bulbos se remonta a la Edad Media. Tampoco te pierdas el yacimiento de la Croix Guillaume.