En la edad adulta, cada una de nosotras tenemos una rutina distinta. Tristemente, esto puede alejarnos de nuestras amistades. Con los años, las mujeres solemos perder contacto con nuestras amigas porque la vida nos arrastra en mil direcciones: trabajo, pareja, hijos, familia, responsabilidades… El tiempo libre se vuelve un lujo y, cuando lo tenemos, a veces estamos demasiado cansadas para socializar. Además, las prioridades cambian, los círculos se transforman y, sin darnos cuenta, pasamos de hablar a diario a mandar un “a ver cuándo quedamos” cada seis meses. No es falta de cariño, es la vida misma. Pero cuando nos reencontramos, la conexión sigue ahí, como si no hubiera pasado el tiempo. Solo hay que hacerle un hueco. Y sí, ese hueco es tan salir como andar, algo que hacemos a diario, pero que podemos compartir con nuestras amigas.
¿Por qué caminar con amigas nos hace más felices? La teoría de Joyce Shulman
Nos explicamos, Joyce Shulman (emprendedora, coach y autora con una trayectoria marcada por la innovación y el impacto en el bienestar personal y profesional) lo tiene claro: andar con nuestras amigas nos hace más felices y refuerza nuestro vínculo. Además, de paso, hacemos deporte y nos movemos un poco, así que todos son puntos positivos. En su libro Why Walk?, Shulman nos cuenta algo que muchas ya hemos comentado: caminar acompañadas fortalece nuestras amistades y nos hace más felices. No es solo una cuestión de ejercicio, sino de conexión, salud mental y bienestar. Si alguna vez has sentido que una caminata con una amiga te cambia el día, aquí está la ciencia que lo respalda.
Cuerpo en movimiento con nuestra mejor amiga, mente despejada y felicidad disparada
Cuando caminamos, el cuerpo libera endorfinas, esas hormonas que nos hacen sentir bien. Pero si lo hacemos en buena compañía, los beneficios se multiplican, tal y como señala la experta. Hablar mientras caminamos ayuda a reducir el estrés, mejora nuestro estado de ánimo y nos permite ver los problemas con otra perspectiva. Es como una terapia, pero sin la consulta.
El ritmo acompasado fortalece los lazos de amistad
Hay algo curioso que pasa cuando caminamos con alguien: sin darnos cuenta, sincronizamos el paso. Según Shulman, este fenómeno genera una conexión más profunda y refuerza los vínculos. Es una manera de acompasarnos, no solo físicamente, sino también emocionalmente. Quizá, caminar te ayude a recuperar la conexión con una amiga de la infancia, ya que es algo más informal.

Amistades que se cuidan andando
Un espacio para la conversación sincera
Caminar con amigas nos da la excusa perfecta para hablar sin distracciones. Sin la presión de una mesa de café o las interrupciones del teléfono, las conversaciones fluyen de forma natural. En estos casos, recomendamos poner el móvil en modo avión y disfrutar de una hora sin distracciones. Así, se crean momentos de confianza donde podemos compartir pensamientos, desahogarnos y también reírnos sin parar.
Un compromiso sin presión
A diferencia de una salida formal o una reunión planificada, salir a caminar con una amiga es un plan sencillo, sin grandes exigencias. No hay que arreglarse mucho, no cuesta dinero y se puede adaptar a cualquier horario, pese a que sabemos que no siempre es sencillo encontrar un hueco en la agenda. Esto hace que sea una actividad sostenible en el tiempo, reforzando la relación sin esfuerzo extra. Las excusas, fuera.

Más felices, más sanas y más unidas
Beneficios para la salud física y emocional
Además de mejorar el estado de ánimo, caminar regularmente ayuda a mantenernos activas, mejora la circulación y hasta potencia la creatividad. Muchas grandes ideas han surgido en caminatas. Y si lo combinamos con una buena conversación, el impacto positivo en nuestro bienestar es aún mayor.
Una tradición que vale la pena mantener si apreciamos la amistad
A medida que crecemos, mantener la amistad puede volverse complicado. Pero una caminata compartida es una forma sencilla y efectiva de seguir conectadas. Es una tradición que no cuesta nada y que nos llena de mucho. Así que ya lo sabes: si quieres sentirte mejor, mantener amistades fuertes y disfrutar de un momento de desconexión saludable, ponte las zapatillas y sal a caminar con una amiga. Tu cuerpo y tu mente te lo agradecerán.