La estación "jazzy"

El otoño llega cargado de pianos, saxos y voces profundas. Incluso estrellas del pop más mediático se acercan al jazz. El disfraz que le faltaba a Lady Gaga era el de diva de este género, y ahora que se ha decidido a lucirlo no podía haber buscado mejor compañía que Tony Bennett, uno de los últimos grandes crooners en activo. En Cheek to Cheek se enfrentan a grandes clásicos con voz escasa pero bastante estilo, en un disco que te transporta directamente a los cincuenta.

Diana Krall lleva dos décadas haciendo el disco ideal para ambientar una cena en casa, y con su nuevo Wallflower no decepciona, aunque esta vez son todo versiones de clásicos pop. El camino contrario al de Jamie Cullum (en la foto), que vuelve al jazz (más o menos) de sus inicios con Interlude.

Apunta estos nombres: Cecile McLorin Salvant es la voz por la que suspiran los entendidos, y la belga Melanie De Biasio (en la foto) se mueve entre el jazz, el rock y el triphop más oscuro y sensual. Sus nuevos discos deslumbran.

No todos los festivales de jazz son para el verano. Estos días ya está en marcha el de Barcelona, con un cartel de lujo en el que figuran el maestro piamontés Paolo Conte, la estrella del nuevo soul John Legend o el clásico Wayne Shorter con su cuarteto. Y por el de Cartagena, a lo largo del mes de noviembre, pasarán Gregory Porter (en la foto), quizá la voz masculina más importante surgida en los últimos años, y Cat Power, una fabulosa rockera con regusto a humo y a vida torturada. Planazo.

La Fábrica lanza dos publicaciones muy jazzeras: un monográfico sobre clubes de la revista Matador, en el que por supuesto no faltan los de jazz, y el libro de imágenes de músicos en directo When Lights Are Low (en la foto), a cargo de la fotógrafa Esther Cidoncha. Otra maravilla es Black Fire!, del exquisito sello Soul Jazz, un recorrido muy visual y muy afro por el jazz radical de los setenta.

El recopilatorio This Is Youkali Music repasa lo mejor de la escena jazz española, para que sepas lo que se hace por aquí.