
La cara y la cruz de la Familia Real
Así han sido los dos años en prisión de Iñaki Urdangarín
Cuando le acaban de denegar el tercer grado
El cuñado de Felipe VI, Iñaki Urdangarín, acaba de recibir un duro mazado al denegarle el tercer grado penitenciario. La Junta de Tratamiento había enviado la resolución a Instituciones Penitenciarias, que es el organismo encargado de tomar la decisión al respecto. Pese a la negativa, no pierde las esperanzas, pues puede volver a pedir el tercer grado en sucesivas ocasiones. El exduque de Palma, que cumplió el pasado 18 de junio dos años en prisión de los cinco y diez meses que le impusieron por el caso Nóos, cuando le den el visto bueno irá a un centro de régimen abierto y debería marcharse de Ávila, pues allí no tienen ese tipo de régimen. Es muy probable que se trasladase a Vitoria, lugar que ha puesto como de referencia al vivir allí su madre, Claire Liebaert, y el resto de su familia. Recordar que la infanta Cristina sigue residiendo en Suiza, aunque ya no lo hace en el centro de Ginebra, sino que ha preferido marcharse a un lugar mucho más tranquilo a las afueras de la ciudad.
Ahora que el yerno del Emérito está a punto de pasar al tercer grado, a propuesta de la prisión abulense de Brieva, vamos a hacer un repaso para saber cómo ha sido el tiempo que ha pasado entre rejas, así como su voluntariado y los tres permisos que ha tenido y en los que ha viajado hasta Vitoria, donde se ha reencontrado con los suyos. Allí, le hemos visto con sus hijos, con amigos, saliendo a dar paseo, a comer y a misa. Siempre teniendo a su lado a su esposa, la infanta Cristina, que se ha convertido en su mayor apoyo. Ella nunca le ha dejado solo en este proceso y se ha puesto de su lado, pese a la condena por malversación, prevaricación, fraude a la administración, dos delitos fiscales y tráfico de influencias.
Lo peor ya ha pasado y está muy cerca de esa semilibertad que se da a los reclusos con el fin de fomentar la incorporación progresiva a la comunidad. En el caso de Urdangarín no va a tener problemas para volver a su vida normal, pues son muchos los que le van a ayudar. De seguir recibiendo una negativa a este nuevo régimen penitenciario, en mayo de 2021 lo conseguirá, pues es cuando se cumple la mitad de su condena, por lo que la cuenta atrás ya ha comenzado.

Su trabajo como voluntario en el Hogar Don Orione de Pozuelo de Alarcón, en Madrid, le permite salir de su celda tres días a la semana. Si consigue el tercer grado esto se acabará y pondrá fin a una de las labores que más satisfacciones le ha proporcionado.

Urdangarín nunca se ha sentido solo. Siempre ha contado con el apoyo incondicional de su esposa, que le ha visitado en prisión y le ha recibido con los brazos abiertos durante los permisos penitenciarios.

Durante sus visitas a Vitoria ha aprovechado para salir a comer con sus hijos, su esposa, su madre y también todos sus hermanos, quienes todo este tiempo han estado de su lado.

Urdangarín sabe lo difícil que está resultando toda esta situación para sus hijos, pese a vivir fuera de España. Por ello, siempre que puede estar junto a ellos les dedica gran parte de su tiempo.

Urdangarín ha tenido el cariño de sus familiares y sus amigos durante los dos años que lleva en prisión. Ahora más que nunca está muy cerca de recuperar la semilibertad y comenzar una nueva vida, lejos de la prisión abulense de Brieva.

En sus permisos se ha dejado ver entrando en la iglesia para escuchar misa. Ha ido con su madre y su esposa, la infanta Cristina, con quienes comparte sus creencias religiosas.

Iñaki solo ha podido disfrutar de tres permisos penitenciarios. El primero en Navidad, el segundo en febrero y el tercero hace solo unos días, en los que ha podido reencontrarse con los suyos en Vitoria.