Más que una madre, su mejor amiga
Dorian Ragland: Madre y único apoyo de Meghan en su desafío a la Casa Real inglesa
La duquesa de Sussex cumple 39 años junto a su marido y su único hijo, y con el cariño incondicional de su madre
Este 4 de agosto, Meghan Markle cumple 39 años, un acontecimiento de la celebración de la vida que la duquesa disfrutará en familia después de un intenso año tras su salida de la Corona Británica, su mudanza a Estados Unidos y la inminente publicación de su libro Finding Freedom, el próximo 11 de agosto. Una obra que está sacudiendo los pasillos de la monarquía inglesa al exponer las tensiones que llevaron a la famosa pareja a dejar inesperadamente la institución. A todo esto hay que sumarle la actual crisis sanitaria que azota el mundo desde comienzos de año, debido a la pandemia del coronavirus que obligó al matrimonio a recluirse en su residencia de Los Ángeles, donde continuaron con sus labores como Duques de Sussex.
Sin embargo, a pesar de ser el cumpleaños más atípico que la ex actriz celebre, lo hace en compañía de su marido, el príncipe Harry, el pequeño Archie y su madre, Dorian Ragland, quien ha sido uno de sus pilares fundamentales en su transición a la realeza. "Rastas. Aro en la nariz. Instructora de yoga y espíritu libre". Así fue como definió la royal a su progenitora en su extinto blog, The Tig, y es que según ha afirmado en varias ocasiones, su madre es como su mejor amiga. "Podemos pasarlo tan bien juntas y además puedo hallar tanta paz en su apoyo. Una dualidad que coexiste de la misma manera que sucede con una mejor amiga", señaló Meghan en unas declaraciones para la revista Glamour. Doria Ragland se divorció cuando la duquesa solo tenía seis años, lo que la unió a ella mucho más de lo habitual. Desde entonces, su madre ha sido el apoyo incondicional de Meghan en cada uno de los momentos más importantes de su vida. Desde sus comienzos en la industria de Hollywood como en el día de su boda con el príncipe Harry, donde brilló con una luz especial asistiendo de forma discreta y elegante a un evento de una índole totalmente desconocida para ella, hasta en la decisión de la pareja de renunciar a sus títulos reales y abandonar la monarquía en busca de una vida apartada de la corona y de todo lo que ello conlleva.
Al contrario que el padre de Meghan, Thomas Markle, Doria ha sabido mantenerse al margen de la polémica que ha rodeado a su hija desde que salió a la luz su relación con el benjamín de Lady Di, incluso del acoso mediático de la prensa que mantiene en el punto de mira cada uno de los movimientos de la mujer que sacó a relucir la brecha de la familia real británica. Afroamericana, instructora de yoga y trabajadora social, Ragland ha pasado de ser la madre de una actriz que trataba de hacerse un hueco en la meca del cine, a ser la suegra del príncipe Harry, con quien además, parecen llevarse muy bien y el cariño que se profesan es mutuo. Además, el hecho de que la madre de Meghan haya acompañado a la pareja y al pequeño Archie en su retiro a Los Ángeles, aclara cualquier duda al respecto.

Doria Ragland brillaba con luz propia en la boda real de su hija, Meghan Markle con el príncipe Harry, cuando asistía de forma discreta y elegante a un evento de una índole totalmente desconocida para ella. Con un marcado pelo rizado y un conjunto verde pastel hacía las delicias de los expertos en realeza y moda, que veían en ella un filón con posible futuro mediático.

Es quizás de su madre de quien Markle ha heredado su pasión por la solidaridad, puesto que Doria trabaja en una asociación de ayuda a los más desfavorecidos, especializada en gente mayor. También el yoga es otra de las aficiones que unen a madre e hija. Mientras Meghan suele practicar esta disciplina casi a diario, su madre es incluso instructora de yoga.

Al contrario que el padre de Meghan, Thomas Markle, Doria ha sabido mantenerse al margen de la polémica que ha rodeado a su hija desde que salió a la luz su relación con el benjamín de Lady Di, incluso del acoso mediático de la prensa que mantiene en el punto de mira cada uno de los movimientos de la mujer que sacó a relucir la brecha de la familia real británica.

Doria Ragland se divorció cuando su hija tenía solo seis años, lo que la unió a ella mucho más de lo habitual. Desde entonces, madre e hija siempre han estado muy unidas, hasta el punto de llevar una relación más allá de la puramente maternal: "Podemos pasarlo tan bien juntas y además puedo hallar tanta paz en su apoyo. Una dualidad que coexiste de la misma manera que sucede con una mejor amiga".

El pasado de Meghan Markle parece no quedar nunca atrás. La exactriz nacida en California aporta un titular semanal a los tabloides sensacionalistas, que han visto en ella el mejor de los culebrones. De entre todos ellos, parece que solo se salva un integrante, su madre, Dorian Ragland, la cual ha querido mantenerse cerca del matrimonio acompañándoles en su retiro a Los Ángeles.

Ragland ha pasado de ser la madre de una actriz que trataba de hacerse un hueco en la meca del cine, a ser la suegra del príncipe Harry, con quien además, parecen llevarse muy bien y el cariño que se profesan es mutuo.