Allí murió doña Mercedes, abuela de Felipe VI
Helipuerto y acceso directo al mar; recorremos el Palacio La Marieta, regalo de Hussein de Jordania a Juan Carlos I
Diseñado por el artista César Manrique se empezó a edificar a finales de los años 70 en Costa Teguise, Lanzarote
Se viene hablando mucho de los regalos que el rey Juan Carlos ha recibido a lo largo de su reinado, así como la relación que el monarca emérito ha mantenido con los jeques de los países árabes. En el caso del Palacio de la Mareta tenemos un claro ejemplo de esto, pues fue mandado construir por el rey Hussein de Jordania a orillas del mar en la localidad de Costa Teguise, en la isla canaria de Lanzarote. El monarca hachemita nunca se hospedó en esa propiedad que a finales de 1980 le regaló a Juan Carlos I, dada la gran amistad que les unía. El padre de Felipe VI se la cedió a Patrimonio Nacional, que es quien la gestiona. Diseñada por el arquitecto Fernando Higueras fue remodelada por el prestigioso artista de la zona César Manrique, quien siguió la estética del lugar. Poca altura, fachada blanca, puertas y ventanas verdes, así como grandes zonas ajardinadas. La propiedad se encuentra en un enclave privilegiado, lo que hace que el palacio sea único en la isla.
Su nombre se debe a que en el mismo lugar existía una mareta, es decir, un aljibe que servía para recoger el agua de lluvia y como bebedero de animales. Entre sus características se encuentra que posee un helipuerto y acceso directo al mar, lo que da una gran privacidad a sus invitados. Para los amantes del deporte, dispone de canchas deportivas, así como una espectacular piscina. Este lugar gustaba mucho a la madre del rey Juan Carlos, doña Mercedes. De hecho, murió en esa casa el 2 de enero de 2000 cuando la familia estaba pasando la Navidad. En 1993, la Familia Real también pasó una temporada en la propiedad tras el fallecimiento de don Juan de Borbón. El rey Felipe VI y Letizia, junto a la princesa Leonor también se alojaron en el palacio en diciembre de 2005.
La propiedad ha servido como lugar de alojamiento para invitados como el ex canciller Helmut Kohl, durante la cumbre hispano-alemana celebrada en Lanzarote en el año 1992, así como del expresidente de la URSS, Mijaíl Gorbachov y su esposa Raísa y otros muchos políticos. Este verano es el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el que va a pasar allí unos días junto a su esposa, Begoña Gómez, y sus hijas, Carlota y Ainhoa.

El rey Hussein mandó construir este palacio a orillas del mar con acceso directo a la playa. Él nunca se alojó allí, pese a sus numerosas visitas a Lanzarote, aunque sí lo hizo uno de sus hijos, que disfrutó allí de su luna de miel.

La propiedad fue remodelada por el prestigioso artista César Manrique, quien siguió la estética del la isla para que no desentonase y se mimetizara con el paisaje.

La piscina se encuentra en un lugar rodeada de palmeras, que dan sombra en los días de más calor y que son muchos, pues Canarias tiene un clima cálido por su cercanía con África.

Desde la terraza del palacio hay unas grandes vistas de la zona. Además, el ambiente resulta de lo más relajante, pues se puede escuchar como las olas golpean contra las rocas.

El palacio se encuentra en un enclave rodeado de árboles y no hay ninguna otra casa cerca, lo que asegura la privacidad a sus habitantes.

Este verano en el palacio se encuentra el presidente Pedro Sánchez con su familia, pero en años anteriores vimos a José Luis Rodríguez Zapatero. Los miembros de la Familia Real española también han disfrutado de esta propiedad que Juan Carlos I puso en manos de Patrimonio Nacional.

El interior alberga instalaciones muy cuidadas para que los invitados se encuentren cómodos y apenas sientan la necesidad de tener que salir de la propiedad. Así, además de piscinas, cuenta con canchas deportivas y, por supuesto, el acceso directo a la playa.