
Una estrecha relación familiar
Iñaki Urdangarín y el gran misterio como inquilino de arraigo de la infanta Elena
El marido de la infanta Cristina dio el domicilio de su cuñada para poder salir de prisión
El pasado 20 de enero, al yerno del rey Juan Carlos, Iñaki Urdangarín, se le concedió el tercer grado penitenciario, pero para poder empezar a disfrutar del régimen de semilibertad tuvo que cumplir con varios requisitos. Entre ellos tuvo que acreditar que tenía un empleo, algo que no le resultó nada difícil de conseguir dado que estaban muy contentos con él en el Hogar Don Orione, por lo que ha pasado de ser voluntario a trabajar como uno más en el centro. Quizá también haya tenido algo que ver la estrecha relación de la reina Sofía con el centro y que fue el motivo por el que Iñaki Urdangarín lo eligió en un principio. El seguro requisito era más complejo en su caso, pues tenía que dar un domicilio de arraigo, es decir, una dirección que certifica que tiene un hogar. Es sabido que la infanta Cristina tiene fijada su residencia en Suiza, en donde reside con su hija, Irene, por lo que se despertó una gran incógnita por saber la dirección que iba a dar. Fueron muchas las especulaciones y se rumoreó, que podría ser la de su primogénito Juan Valentín en Madrid. Sin embargo, nada más lejos de la realidad. El exduque de Palma ha presentado la dirección de una persona de la familia, pero que no es sangre de su sangre.
La primera pista la tuvimos a principios de enero cuando se supo que la infanta Cristina había acompañado a su hermana, la infanta Elena, en su viaje a Abu Dabi para pasar el cumpleaños con su padre, el rey Juan Carlos. En ese momento se habló de la buena relación existente entre ambas, así como también de la herencia millonaria que iban a recibir de su progenitor. A los pocos días, se supo de la concesión del tercer grado a Iñaki Urdangarín, lo que suponía que solo debería dormir en el Centro de Inserción Melchor Rodríguez García de Alcalá de Henares de lunes a jueves pues, a partir de ese momento, dispondría de los fines de semana libres para reunirse con su familia.
En el primer fin de semana se le vio salir en coche de la casa que la duquesa de Lugo tiene en el barrio del Niño Jesús, muy cerca de Retiro. Se supo que la infanta Cristina y sus hijos también se encontraban allí y pudieron disfrutar de ese primer encuentro familiar tan especial, después de dar un paso importante hacia la libertad. Ahora ya se sabe que el motivo de que a Iñaki se le viera salir era que es el domicilio que ha facilitado para que se le pudiese conceder el tercer grado penitenciario.
La relación entre la infanta Elena y Cristina siempre ha sido muy estrecha y más desde que comenzó todo el proceso por el caso Nóos. Prueba de ello es que la primogénita de la reina Sofía viajó en varias ocasiones hasta Suiza para ver a su hermana y sus sobrinos, de los que siempre ha estado muy pendiente. La duquesa de Lugo es el gran nexo de unión de toda la familia, pues también es quien está más cerca de su progenitor, desde que éste tuvo que marcharse de España el pasado 3 de agosto, debido a todos los escándalos que le rodeaban.

Son cuñados, pero siempre ha unido una muy buena relación a la infanta Elena con Iñaki Urdangarín, incluso en los tiempos de su matrimonio con Jaime de Marichalar.

Las infanta Elena y Cristina permanecen muy unidas ahora para ayudar a su padre, el rey Juan Carlos, que está sufriendo mucho con su marcha de España.

Han sido muchos los problemas a los que han tenido que hacer frente a lo largo de los años, pero siempre han mantenido una relación familiar muy estrecha.

Iñaki ha dado como su domicilio familiar el de la infanta Elena. Ya se le ha visto en varias ocasiones entrando y saliendo de la casa, situada en el barrio del Niño Jesús en Madrid.

Iñaki y Elena tienen una complicidad especial como demuestra esta imagen que fue tomada durante uno de sus veranos en Mallorca.

Han sido muchos veranos los que han pasado en la isla de Mallorca, donde se les ha visto salir a navegar y compartir largas conversaciones en alta mar.

No se sabe cómo habrá sentado a Felipe VI y a Letizia el viaje de las infantas a los Emiratos Árabes como tampoco el que la duquesa de Lugo le haya abierto las puertas de su casa a Iñaki Urdangarín.

Las infantas Elena y Cristina siempre han arropado a su madre, la reina Sofía, y esta a su vez también ha mostrado públicamente su apoyo a su hija y a su yerno en momentos complicados.

La infantas e Iñaki Urdangarín acudieron juntos a la boda de Victoria de Suecia en la catedral de Estocolmo. Eran momentos felices, en los que todavía no habían surgido problemas ni escándalos en la Familia Real española.

Esta imagen ya no se volverá a producir y es que ya nada es como era en la Familia Real con Juan Carlos en Abu Dabi e Iñaki como expresidiario.