Icono de estilo a los 94
Los secretos del armario de Isabel II
Abrimos el vestidor de Isabel II para conocer algunos de los secretos de la ropa que luce la monarca más longeva del mundo
‘God Save The Queen’. Este 21 de abril el “Dios salve a la Reina” será la frase más repetida en las casas de Inglaterra. En el Palacio de Buckingham, Isabel II cumple 94 años. Por algo es la monarca más longeva del mundo. Pero, ¿cómo irá vestida La Reina en una ocasión tan especial? Si por algo se caracteriza su Majestad es por no pasar desapercibida. Su estilo se podría definir con tres palabras: práctico, elegante y colorido.
Isabel II de Inglaterra marcó tendencia desde el mismo día de su coronación, allá por 1953. El 2 de junio de ese año el mundo, literalmente, se rindió a sus pies. La Reina calzó unos zapatos Roger Vivier. Más conocidos como zapatos joya. Y es que el diseñador utilizó rubíes para dibujar la flor de lis en los pies de una joven Isabel. Su Majestad tuvo que aguantar tres horas de ceremonia, de pie, en unos reales zapatos de tacón fino. Después de aquello debió pensar: una y no más. A pesar de que la firma de calzado se ha inspirado en estos legendarios zapatos para la temporada de verano 2020, la Reina no ha querido volver a hablar de tacones. Y mucho menos llevarlos.
Todos los zapatos del vestidor real son fabricados en la exclusiva tienda londinesa de Anello & Davide. Son considerados casi una obra de arte. Se fabrican a mano, en modelo de charol y, por supuesto, a medida. Se dice que, en cada par, que encarga la Reina, trabajan cuatro personas. Los diseñadores respetan un diseño atemporal para que en cada acto público Isabel II sea la que brille por encima de sus zapatos. Estos mocasines están a la altura de muy pocos. No hay que tener sangre azul para calzarlos, pero casi. Su precio en el mercado ronda las 1000 libras. Es decir, los 1,200 euros.
La Reina Isabel II es una mujer de contrastes. Si en el calzado quiere pasar desapercibida, con sus sombreros atrae todas las miradas. Diferentes medios han publicado que en las carreras de caballos la apuesta favorita es el color de la pamela de Su Majestad. Se dice que, para aumentar la expectación pública ante su presencia, la estilista personal de la Reina, Angela Kelly, deja preparados tres colores diferentes. Así, si hay alguna filtración desde palacio nunca se desvelará el secreto mejor guardado.

Además, debido a su apretada agenda, la monarca no pierde el tiempo en probarse los zapatos. Ese privilegio recae en los pies de Angela Kally. Así lo contaba su mano derecha: “La reina tiene muy poco tiempo para sí misma y menos para probarse sus propios zapatos, y como calzamos el mismo número, tiene más sentido de esta manera".

Si hablamos de complementos, su Majestad es fiel a sus bolsos negros de Launer London. Un modelo sencillo, pero exclusivo. Al igual que son guantes. El algodón o la seda suelen ser sus tejidos predilectos, siempre teñidos en blanco o beige. Siente debilidad por los diseños de Cornelia James Ltd. A pesar de que, tal y como se calcula, estrecha más de 44.000 importantes manos al año, no puede pasar sin ellos. Las únicas veces en las que se observa a la Reina de Inglaterra quitarse los guantes es para comer, a la hora del té y en el momento de una firma importante.

Isabel II es quien toma la última palabra, entre las opciones. Además, el tamaño de sus sombreros debe ser tal que no le tapen la cara. Así, la Reina de Inglaterra siempre puede mirar a los ojos a los invitados y ciudadanos con los que tenga audiencia. Al igual que con sus zapatos, para sus pamelas también tiene una diseñadora fetiche: Rachel Trevor Morgan.

Pero para “joya de la corona” sus vestidos. Desde hace años, la Reina combina colores vivos, alegres y llamativos, fundamentalmente, en tela lisa. Esta decisión respondería a un motivo. Su Majestad se hace notar para que su personal de servicio, sus súbditos o ilustres invitados puedan dintinguila entre la multitud.

Las leyendas urbanas que giran en torno al fenómeno de la reina de Inglaterra, aseguran que el monarca mandó construir un maniquí con sus medidas exactas. El objetivo no sería otro que sus modistos lo tomaran de referencia, sin necesidad, de molestarla.

Los collares de perlas no pueden faltar en su outfit. Utiliza diferentes modelos, entre ellos: uno que le regalo su abuelo, el Rey Jorge V, el 'collar de la Reina Ana' o el de 'la Reina Carolina', que con 50 perlas es el más largo del joyero de Isabel II.

Resuelto el primer misterio, queda un segundo ¿por qué la Reina siempre tiene un look monocromático? Pues bien, a Isabel II le gusta combinar el color de su outfil con el entorno con el que se encuentra.
Para sus actos de día, prefiere vestidos “midi”, siempre con las mangas ligeramente más cortas. La razón sería, puramente, práctica. No mancharse de sopa en banquetes y comidas. En cuanto a los eventos de noche, los vestidos largos no pueden faltar en el protocolo.

Es muy exquisita para su ropa. Según reveló el ex mayordomo de la Casa Real británica, Paul Burrel “a la Reina se le deben dar en mano todos sus atuendos, ya que toda su ropa se guarda en el piso de arriba”. Además, añadió que “su ayudante debe llevarle cada mañana dos bocetos del atuendo con una muestra del material, así la Reina podrá recordar si es seda, algodón o lana". Para eso, todos los vestidos y trajes de su Majestad tienen un código clave para identificarlos.

Por todo esto la Reina de Inglaterra ha sido elegida, en más de una ocasión, como una de las mujeres más elegantes e influyentes del mundo por la revista The Telegraph. Y, como buena influencer, Isabel II intenta no repetir colores, ni vestidos en, al menos, seis meses.
¿Qué más se puede decir de una mujer así? Que Dios salve a la Reina.