Sufre daños colaterales
La discreción de la reina Sofía en medio de la deriva de Juan Carlos
Es esposa y madre, antes que Reina y siempre ha sabido estar en su lugar
La madre de Felipe VI, la reina Sofía, a diferencia de otros años, todavía no se ha marchado de vacaciones al palacio de Marivent, en Palma. Permanece en Madrid trabajando en la fundación que lleva su nombre y que intenta ayudar de una forma activa en la crisis del coronavirus. Doña Sofía presidió la reunión de trabajo del Comité Ejecutivo de su fundación para impulsar actuaciones que ayuden a paliar las consecuencias del COVID-19. Sentada a una mesa en el Palacio de la Zarzuela y sin quitarse la mascarilla quirúrgica, la Reina emérita escuchó atentamente los acuerdos tomados en la reunión del Patronato el pasado 3 de junio, así como la aprobación de nuevas actividades que ayuden en la crisis económica y social provocada por la pandemia.
Desde que se iniciase la desescalada, es la segunda vez que se ve a la esposa de Juan Carlos I participar en un acto y al igual que hoy, el 3 de junio, fue para una reunión de la Fundación Reina Sofía, que está haciendo una gran labor en estos duros momentos por los que pasa toda España. La suegra de la reina Letizia siempre se ha caracterizado por una gran discreción en todos los terrenos de su vida. Ha sabido cuál es su lugar dentro de la Casa Real y en los últimos tiempos ha visto como la imagen de la Corona se ha ido erosionando por todas las informaciones que están saliendo respecto al Rey emérito y que le dejan en muy mal lugar, a punto del exilio. Doña Sofía es madre y esposa, antes que Reina, como ya demostró previamente en los momentos más complicados de la infanta Cristina, en los que viajó para estar a su lado, pese a las críticas que recibió. Ahora, vuelve a tomar posición, aunque desde la distancia, y se debate entre el papel de Felipe VI, su hijo, y Juan Carlos, el que es su marido, y con el que ahora, más que nunca, mantenía una relación de lo más cordial y cercana, después de años de distanciamiento. Ella era conocedora de algunas de sus deslealtades, pero su matrimonio llevaba roto hace tiempo. Ahora hacemos repaso a esos momentos claves en la vida de Sofía, reina, madre y esposa.

La situación en la Familia Real española no es nada buena y Felipe VI se va a ver obligado a tomar medidas contra su padre, por lo que esta imagen de unidad, en las escalinatas del Palacio de La Zarzuela, no se va a volver a repetir.

Sofía adora a todos sus nietos y hemos visto como, verano tras verano, intentaba hacer todo lo posible para juntarlos en Palma y les pagaba un curso de navegación de siete días en el que estaban toda la mañana surcando las aguas del Mediterráneo.

La reina Sofía ha seguido siendo representante de la Familia Real, como en esta ocasión en su visita al Cristo de Medinaceli, el primer viernes de marzo, en la que seguro que rezó por los suyos.

La reina Sofía siempre le ha tendido su mano a la infanta Cristina y, por ello, se ha dejado fotografiar con ella en señal de apoyo. Después de todo es su hija, sangre de su sangre.

Sofía ha sido el nexo de unión de toda la familia. Por ello, se la ha podido ver con la infanta Cristina, la infanta Elena, pero también arropando a su hijo, Felipe VI, y a su nieta Leonor, en la ceremonia de entrega de los Premios Princesa de Asturias.

Las desavenencias entre los Reyes eméritos eran más que conocidas desde hace años, pero en los últimos tiempos se había producido un acercamiento y se veía la buena relación de ellos de una manera pública.

La reina Sofía y su hermana, la princesa Irene de Grecia, son más que hermanas, pues se lo cuentan todo y suelen viajar juntas de vacaciones o a ver a Constantino de Grecia y a la familia. Son amigas y confidentes desde la infancia.

La última vez que se pudo ver a Felipe VI junto a sus padres y sus hermanas fue en el funeral de la infanta doña Pilar. Esa imagen va a ser difícil que se vuelva a repetir, pues se habla de un posible exilio a la República Dominicana para Juan Carlos I.