
¡Qué mayor!
Los momentos más emblemáticos del príncipe George a sus siete años
A su corta edad, el pequeño royal ha conquistado a medio mundo con su carismática personalidad
Al igual que ocurre con cualquier evento importante, la Casa Real británica ha aprovechado el cumpleaños de George de Cambridge para difundir dos fotografías con motivo de las siete velas de su tarta que sopla este miércoles. Aunque el año pasado festejó su gran día con una enorme fiesta temática, en esta ocasión, sin embargo, la crisis sanitaria del coronavirus ha modificado sustancialmente las celebraciones, aunque todo apunta a que George de Cambridge no se quedará sin la suya, eso sí, será algo más íntima y privada y contará con la presencia de su familia.
Si el año pasado el Palacio de Kensington mostraba el lado más travieso y divertido del pequeño monarca en unas instantáneas tomadas por su madre, esta vez ha optado por enseñar a un príncipe más explorador y espontáneo, evidenciando lo mucho que ha crecido en el último año. El 22 de julio de 2013 nacía el primogénito de los Duques de Cambridge, un acontecimiento que acaparó portadas en todo el mundo. Desde que llegó al mundo, el príncipe George ha encantado a los seguidores de la realeza a nivel mundial con su evidente ternura y carisma, protagonizando momentos emblemáticos que le han valido para ganarse la etiqueta del bebé royal más divertido de la corona británica que, además, parece sentir cierta adoración por las cámaras. En uno de los días más especiales para el pequeño, su primer día de colegio, su padre, el príncipe Guillermo, no dudó en posar junto a él perfectamente uniformado para emprender su camino en la escuela Thomas’s Battersea.
A pesar de la impecable apariencia del niño, este no dudó en posar para las cámaras con mucho estilo, sacando a relucir su lado ‘más chulo’. Pero además de estudiar, los juegos también forman parte del día a día del hijo de Kate Middleton. Debido a su corta edad, el pequeño siente curiosidad por multitud de cosas y se mete por todos los rincones, es por ello que no es de extrañar que de vez en cuando al príncipe se le olvide el protocolo, como en la boda de su tía, Pippa Middleton. Sus divertidas muecas son ya un rasgo de su personalidad, la cual va forjando cada vez más a pesar de tener apenas siete años recién cumplidos. Con ellas ha protagonizado momentos que pasarán a la historia, como su aparición en el balcón durante el desfile del cumpleaños de su bisabuela, la Reina Isabel II, o durante su despedida en un viaje a Canadá que realizó junto con sus padres. No obstante, siete años después de su nacimiento, lo cierto es que el pequeño royal sigue siendo igual de risueño, y como deja evidente en cada una de sus apariciones y fotografías, su espontaneidad no tiene parangón.

Después de despedirse efusivamente con una amplia sonrisa y sacudiendo ambas manos a la multitud que se agolpó en las inmediaciones del aeropuerto, el príncipe George estaba listo para volver a casa. Ya en el avión y sentado en su asiento del lado de la ventana, el niño de tres años de edad regaló un gesto de lo más enternecedor.

Otra vez el príncipe George protagonizó uno de los momentos más entrañables de la realeza británica cuando recibió en pijama al expresidente de Estados Unidos, Barack Obama y a la Primera Dama, Michelle Obama, en el Palacio de Kensington en abril de 2016. Según reveló en su momento un portavoz del Palacio de Kensington, "el príncipe George se quedó para conocer al Presidente y la Primera Dama cuando llegaron al palacio de Kensington. Así pudo mostrarles un caballito y un peluche, que previamente Obama y su esposa le habían regalado".

Una de las apariciones más esperadas del príncipe George fue cuando acudió al hospital St Mary en Paddington de Londres a conocer a su hermana recién nacida. La princesa Charlotte llegaba al mundo el 2 de mayo de 2015 y el pequeño príncipe acudía horas más tarde junto a su padre a visitarla. Después de pedirle que le llevara en brazos, el niño se animó a saludar a todos los periodistas, fotógrafos y curiosos que se habían acercado al hospital.

Convertido en toda una estrella en su primer viaje oficial a sus ocho meses, el príncipe George tuvo su primer compromiso público en Nueva Zelanda, donde jugó de lo más animado con un grupo de bebés durante una reunión informal de sus padres en la sede del Gobierno de Wellington.

En uno de los retratos publicados por la Casa Real británica, también tomado por su madre, George aparece de lo más espontáneo y con su faceta más exploradora. Posa de perfil, con su rubio cabello algo alborotado y una camiseta de camuflaje que nos da muestras de que el hijo mayor del príncipe Guillermo es de lo más intrépido, y de lo mucho que ha crecido en el último año

Con una amplia sonrisa que deja claro lo simpático y juguetón que es. Así aparecía el príncipe George en las fotografías que publicó la Casa Real británica el año pasado en su sexto cumpleaños. Unas instantáneas que también fueron tomadas por la duquesa de Cambridge, aficionada a la fotografía, y que representan por completo la personalidad del pequeño royal.

Durante la boda de la tía Pippa Middleton con James Matthews, George fungió como un pajecito estrella junto a su hermana Charlotte, aunque tuvo algunos problemas de disciplina que la Duquesa de Cambridge tuvo que corregir en ese momento.

Todos los niños aman a los aviones y el príncipe George no es la excepción, por eso se lo vio de lo más emocionado al participar del Royal International Air Tattoo, donde se la pasó señalando las aeronaves con fascinación. Convertido en un ‘mini-piloto’, el pequeño disfrutó, junto a sus padres, de un día que seguramente que quedará para siempre guardado en su mente.

Durante una competición de polo donde su padre y su tío, el príncipe Harry, formaban parte, el pequeño monarca fue visto asomándose al maletero del coche desde su asiento. Lo que no se sabe es si lo hizo por pura diversión o si simplemente buscaba algo, pero bajo la atenta mirada de su hermana Charlotte dejó este divertido instante inmortalizado.

En uno de los días más especiales para el príncipe George, su primer día de colegio, su padre no dudó en posar junto a él, perfectamente uniformado para emprender su camino en la escuela Thomas's Battersea. A pesar del impecable atuendo del niño, éste sacó su lado más ‘chulesco’ y posó con mucho estilo, con una amplia sonrisa reflejo de la felicidad y entusiasmo por empezar el cole.

Aunque sacar la lengua siempre haya sido un gesto mal visto, sobre todo para los baby royals, finalmente el mundo ha entendido que a pesar de su linaje, estos no dejan de ser niños y a veces simplemente se comportan como tal. En el marco de la Trooping The Colour Ceremony en junio de 2015, George saludó a los asistentes con simpáticas piruetas y gestos aprovechando su increíble vista desde la ventana del Palacio de Buckingham.