Un lugar con fantasma incluido
Recorremos el Castillo de Balmoral, donde la Reina Isabel inicia sus vacaciones más complicadas
Son muchos los frentes que tiene abiertos, pero ha querido salir de Windsor donde llevaba recluida desde el mes de marzo
La reina Isabel II, de 94 años, ya se encuentra en las Tierras Altas escocesas junto a su marido, el príncipe Felipe de Edimburgo, de 99 años, después de llevar confinados en Windsor desde el pasado mes de marzo. Van a pasar sus vacaciones estivales en el Castillo de Balmoral, uno de los lugares favoritos de la soberana británica y es que allí encuentra todo lo necesario para ser feliz. El matrimonio real llegó a bordo de un avión privado a Aberdeenshire y de allí fueron llevados en coche hasta la extensa finca de 50.000 acres. Se espera que permanezcan allí hasta principios de octubre y que otros miembros de la Familia Real británica los visite como es el caso del príncipe Carlos y su esposa, Camila.
El castillo fue adquirido por la reina Victoria y el príncipe Alberto en 1852 y pronto se hicieron algunos cambios. Se construyó un nuevo castillo a unos 100 metros al noroeste del antiguo edificio y fue realizado con granito de la zona. El lugar dispone de establos, talleres, escuelas y un invernadero. Además, se han ido construyendo varias casas para ser alquiladas y así obtener algunos beneficios para el mantenimiento de la propiedad, que cada verano recibe a la Reina Isabel y a su familia, aunque este verano es diferente por la situación que se vive.
Quien no faltará será el fantasma que alberga el castillo, pues los expertos de lo paranormal aseguran que no existe lugar en la tierra con más fantasmas por metro cuadrado. Su origen estaría en las batallas entre los clanes de antaño, pero esto hace que la Reina Isabel y su marido no estén solos, pues les acompañan todas las leyendas que se albergan bajo las cuatro paredes de Balmoral. El castillo original, el que adquirió la reina Victoria, comenzó a construirse bajo las órdenes de William Drummond en 1390 y perteneció a Roberto II de Escocia. Fue pasando de mano en mano y tuvo un gran papel durante la coronación del rey Jorge IV en 1882. Además, en 1887 fue cuna de la reina Victoria Eugenia de Battenberg, esposa de Alfonso XIII, y por tanto con un gran vínculo con la corona española.

Escocia es muy verde y el Castillo de Balmoral se encuentra rodeado de árboles en un paraje único, donde tanto la reina como el resto de la familia han podido salir a cazar.

El castillo se comenzó a construir en el siglo XIV y son muchos años los que tiene de historia. Si sus paredes hablaran conoceríamos muchos de los secretos de la familia real y sus invitados.

El Castillo se puede visitar siempre que no esté en él la reina Isabel II, lo mismo que ocurre con Windsor y Buckingham Palace. Uno de los lugares que más gusta es el invernadero en donde se pueden ver plantas muy diversas.

Esta imagen y otras muchas que vamos a ver a continuación muestran el interior del castillo de la era de la Reina Victoria y también en la década de 1960.

En la planta superior del castillo se pueden ver cabezas de animales que cuelgan de las paredes como trofeos de caza. La escalinata cuenta con una gran alfombra roja, que da calidez al lugar que resulta muy frio en invierno.

Destaca la gran sencillez en el diseño y la decoración. El dormitorio cuenta con una cama con dosel, así como una chimenea muy necesaria en la Tierras Altas de Escocia.

Si quieres sentirte como un rey, puedes alquilar una habitación cerca del palacio principal y dentro de los 50.000 acres de los que dispone.

El castillo cuenta con varios salones decorados con muebles clásicos y de sus paredes cuelgan cuadros de todos los antepasados que han pasado por allí, especialmente la reina Victoria y su marido, el rey Alberto.