Cayetano Martínez de Irujo: la cuesta arriba de su salud tras la muerte de la duquesa de Alba

Hasta diez veces ha tenido que pasar por el hospital Cayetano Martínez de Irujo desde que falleciese su madre, la duquesa de Alba, en 2014. En la mayoría de las ocasiones el desencadenante ha sido algún problema intestinal. El último tuvo lugar el pasado mes de febrero, cuando el conde de Salvatierra tuvo que ser trasladado de Sevilla a Madrid por sentirse indispuesto.

A sus 56 años, Cayetano ve cómo la cuesta arriba de su salud no reduce su pendiente sino más bien todo lo contrario. Es bastante frecuente que sus intestinos no funcionen de la mejor manera posible y que esto le provoque complicaciones. Una de las más inoportunas tuvo lugar en septiembre de 2019 cuando iba a presentar sus memorias ‘De Cayetana a Cayetano’, pero tuvo que aplazar la cita al ser operado de urgencia. En noviembre se rompió dos costillas tras caerse de su caballo.

El hijo de Cayetana Fitz-James Stuart desveló en mayo de 2019 que tres meses antes había sufrido una apertura de la pared abdominal. Era la octava vez que era intervenido quirúrgicamente por este motivo. Lo dicho, hasta una decena de ocasiones ha visitado un centro médico por problemas de esta índole. La mala fortuna en lo que a salud se refiere comenzó a los pocos meses de morir su madre, cuando ya se operó de otra obstrucción intestinal que le mantuvo cinco días hospitalizado. En todas ellas ha recibido la visita de seres queridos como Alfonso Díez (viudo de la duquesa de Alba) o Genoveva Casanova (exmujer y madre de sus dos hijos). En la actualidad es Bárbara Mirján -su novia- quien se preocupa por él.

Han sido reveses duros que el aristócrata ha encajado todo lo bien que ha podido: “He estado ingresado durante diez días en un hospital y ha sido muy duro psicológicamente. Estuve a punto de venirme abajo”, le contaba a la revista ‘Hola’. Quien parece no tener demasiado interés o han decidido apartarse de su vida son sus hermanos. A Cayetano le ha dolido especialmente que no fueran a visitarle al hospital en sus últimos ingresos. Un rencor que también le guarda a su hermana Eugenia. La única mujer del clan siempre ha sido el ojito derecho de Cayetano, pero últimamente su relación fraternal parece haberse deteriorado.

En su libro autobiográfico, Cayetano Martínez de Irujo hace hincapié en los reproches a sus hermanos. También habla de su infancia y adolescencia en el palacio de Dueñas (Sevilla) y en el palacio de Liria (Madrid), con especial hincapié en la complicada vicisitud de pertenecer a la Casa de Alba, una de las familias más ricas de la alta aristocracia española. Sus hermanos salen bastante mal parados. Lo cierto es que el vínculo entre ellos es más débil que nunca, algo que se empezó a agravar tras el fallecimiento de la duquesa de Alba, alma máter de la familia. Las disputas por cuestiones de herencias, gastos por homenajes póstumos y demás, empezaron a quebrantar la buena sintonía entre sus herederos.A día de hoy, parece difícil imaginar una nueva postal familiar en la que prevalezca la armonía entre sus miembros.