
Nueva táctica
La cara y la cruz de Enrique Ponce y Ana Soria
El torero ha borrado todas las imágenes de su Instagram con su novia con un claro objetivo
El diestro Enrique Ponce se encuentra en pleno proceso de divorcio de Paloma Cuevas. La expareja ya tiene fecha para presentar la documentación que acabe con su unión conyugal, después de más de dos décadas juntos. Este hecho coincide con un cambio de actitud por parte de Ponce, quien después de una gran exposición mediática con su nueva pareja, Ana Soria, ha decidido borrar de su Instagram cualquier rastro en el que aparezca con ella. Esto puede deberse a las intenciones claras de Cuevas de quedarse con la custodia de las niñas, así como del que ha sido hasta ahora su domicilio conyugal. La hija de Victoriano Valencia ha llevado la discreción hasta los extremos y solo ha tenido buenas palabras hasta ahora del padre de sus pequeñas, Paloma y Bianca.
A este frente abierto del divorcio, que tendrá lugar en septiembre, se añaden otros varapalos como el que ha recibido hoy mismo con la suspensión del festejo taurino que se iba a celebrar en Alcalá de Henares. "Lamentablemente la corrida no podrá celebrarse finalmente. Aplazamos la cita para otro momento. Un fuerte abrazo a toda la afición", escribía en redes Ponce, apenado por la situación y es que esto está haciendo que su situación económica empeore al no tener ingresos. El torero pensaba comprarse una finca en Almería, pero afortunadamente su suegro, Federico Soria, le ha regalado una casa a su hija en la que poder vivir la pareja, por lo que podría echar sus planes.
Ahora que el proceso de divorcio se encuentra en marcha, quiere que su exposición mediática sea menor para no afectar en nada todo lo que se le puede venir encima. Si bien va a pasar largar temporadas en Almería, tierra natal de su novia, también quiere estar en Madrid donde se encuentran sus hijas, a las que desea seguir viendo cuando así lo diga el juez que lleva el caso. Habrá que esperar para conocer la resolución judicial, así como el reparto de sus bienes, algo que va a hacer mermar su poder adquisitivo de una manera considerable. Mientras llega ese momento, puede continuar disfrutando de las vacaciones, sabiendo que sus proyectos laborales han quedado paralizados.

Este verano ha sido muy especial para Enrique Ponce, pues le ha unido mucho a Ana Soria y también a sus familiares y amigos, donde es uno más.

Enrique Ponce está muy enamorado y no oculta sus sentimientos, pese a que esta situación está haciendo mucho daño a sus hijas. Paloma y Bianca, que todavía son pequeñas para entender lo que está sucediendo.

Aunque se habló de enfado, Enrique Ponce aclaró que todo eso es mentira, pues quiere aclarar que la relación entre ellos marcha contra viento y marea y viven un momento muy especial.

Después de más de dos décadas juntos, Paloma Cuevas y Enrique Ponce se separaban. Mientras que él ha pasado prácticamente todo el verano en Almería con su novia, ella se quedaba al cuidado de las dos hijas que tienen en común y manteniendo la discreción que le caracteriza.

Ana Soria ha recibido como regalo de su padre una vivienda de dos plantas, situada en la zona de Ciudad Jardín, en Almería, y en estos momentos está en proceso de reforma, pues la propiedad es de los años 50. Allí, Enrique Ponce y Ana podrán dar rienda suelta a su amor.

Enrique quiere darle a Ana el lugar que se merece y, por ello, desea casarse con ella, aunque antes debe gestionar su divorcio de Paloma Cuevas.