Para quedarse helado
Tamara Falcó revela un nuevo secreto familiar
La cocina de “Villa meona” está en obras y tanto ella como Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa ¡obligados a desayunar en el jardín!
Las apariciones de Tamara Falcó en ´El Hormiguero` siempre dan mucho que hablar. La hija de Isabel Preysler no suele tener pelos en la lengua y, sin cortarse un pelo, larga en el programa de Pablo Motos cualquier situación o anécdota de su vida, aunque se incluyan pequeños secretillos familiares que quizás a su progenitora no le gustaría que se revelaran tan a la ligera.
En esta ocasión, la ganadora de ´MasterChef Celebrity` expuso una serie de comentarios que tenían que ver precisamente con algo relacionado con los fogones y que, a día de hoy, involucra a todos los miembros que viven en su casa, incluida la ´Reina de corazones` y su pareja, el premio Nobel Mario Vargas Llosa.
Por lo que afirmó anoche, ´Villa Meona`, como fue bautizada hace años el hogar de Isabel Preysler en Puerta de Hierro, en Madrid, por sus numerosos cuartos de baño, está de reformas y dichas obras han derivado en algunos cambios muy sustanciales en sus costumbres cotidianas, sobre todo a la hora de alimentarse.
La cocina, ese espacio que adora Tamara desde hace un tiempo y que le llevó a alzarse con la victoria en el exitoso concurso culinario de la televisión, está siendo renovada por completo, algo que trastoca a diario lo que habitualmente hacían cada mañana.
Ese pequeño secreto no tiene nada que ver con los baños, los dormitorios o los salones, tan solo con la cocina, un espacio que ha sido desmantelado por completo y ha dejado la casa sin fuegos, sin encimeras, sin muebles, sin mesas y sin sillas. Entonces… ¿dónde comen? Según la propia Tamara reveló en el programa de las hormigas Trancas y Barrancas, lo hacen en el jardín, en una gran carpa que se ha instalado para la ocasión y que alberga todos los utensilios necesarios para cocinar cada jornada el desayuno, la comida y la cena, además de los aperitivos o meriendas que deseen los habitantes de ´Villa meona`.
Aparte, la hija del fallecido marqués de Griñón, que pronto ostentará este título heredado de su padre, ha dicho que para ella, que ahora le gusta a veces preparar sus propios platos, está suponiendo un auténtico desafío… ¿por qué? Porque “en verano muy bien, pero ahora, con el frío, nos helamos”, aseguró entre las risas propias y las del presentador y compañeros. “Nos estamos apañando en la cocina que tenemos en la carpa” , añadió con esa manera suya de contar las cosas que siempre es divertida.
Tras este anuncio confesó que lo bueno es que esas obras estaban transcurriendo con mucha rapidez gracias a su madre, argumentando que Isabel Preysler tiene enchufe en ese sentido, quizás por su relación laboral con una conocida marca de azulejos. El caso es que la heredera del trono social de Preysler siempre saca a colación un chascarrillo familiar en sus intervenciones, acercando al gran público el día a día de un hogar que antes era una auténtica incógnita.

La fabulosa casa de Isabel Preysler en la urbanización Puerta de Hierro de Madrid está de reformas en su cocina, lo que ha obligado a sus huéspedes a comer en una carpa instalada en el jardín.

Tamara, con la simpatía que le caracteriza, contó que en verano estaba encantada de comer fuera, pero que ahora se queda helada.

Gracias al enorme jardín que tiene la mansión no ha habido problemas de espacio para trasladar temporalmente la cocina al exterior, el pequeño secretillo familiar revelado por Tamara que también atañe a su madre y Mario Vargas Llosa.

En la actualidad Tamara da mucha importancia al tema de los fogones, sobre todo desde que se alzó con la victoria del exitoso programa culinario de la televisión.

Ese mismo espacio hace que los obreros que entran y salen de ´Villa meona` no causen problemas loa habitantes de la casa.

Lo que debe ser más difícil para ella es el hecho de tener que elaborar los platos que le gustan en un espacio diferente al que estaba acostumbrada, pero seguro que se ha acostumbrado.

Según la propia Tamara, las obras están siendo muy rápidas y es muy posible que en breve vuelvan a la normalidad y al calorcito de la vivienda.