
Musa de ángeles
Lucía Bosé, una entrañable 'mamma azul'
La matriarca del clan Dominguín-Bosé forma parte de la historia de la crónica social española
Este 23 de marzo de 2020 el maldito coronavirus se ha llevado por delante la vida de Lucía Bosé. Tenía 89 años, cumplidos en enero, sí, era mayor, pero eso no es óbice para que duela su muerte y echar de menos a una mujer que a pesar de haber nacido en otro país se la ha sentido y querido como nuestra.
La belleza de Lucía Bose, que fue bautizada como Lucía Borloni, cautivó a innumerables hombres, pero ella prefirió quedarse al lado de Luis Miguel Dominguín, un torero famoso que marcaría su vida para siempre. De este modo, una guapísima milanesa, que conquistó el título de Miss Italia en 1947, con solo 17 años, paso a tener la mitad de su corazón con España, país en el que se establecería y donde nacieron sus tres hijos.
La fuerte personalidad que nunca la abandonó, a pesar de los muchos avatares y malos tragos que le dio la vida, ha hecho que Lucía Bosé pase a formar parte no solo de la historia del Cine, sino de la historia de la crónica social de nuestro país.
Los recuerdos de cuando iba a ver torear a Luis Miguel Dominguín se añaden a su biografía, entonces era una mujer muy atractiva y con unos rasgos latinos sumamente cautivadores, de hecho, el diestro, que no se andaba con chiquitas con respecto a conquistar mujeres, quedó rendido a sus encantos, se casó con ella y tuvieron tres herederos: Lucía, Miguel y Paola, los cuales pasaron a llamarse Lucía Dominguín y Paola Dominguín la primogénita y la menor, y Miguel Bosé, el varón, célebre en el mundo artístico por su música y por las polémicas que ha protagonizado.
Su matrimonio con el torero apenas duró 12 años pero le dejó una profunda huella. Por el había renunciado a una prometedora carrera como actriz que comenzó en Italia, tras ganar el título de belleza, y después seguiría en España, aunque no por mucho tiempo.
Sus frases, sus looks, sus ideas, sus ocurrencias, como crear un 'Museo de Ángeles' nunca pasaron desapercibidas porque cada cosa que emprendía llamaba la atención. Esa personalidad arrolladora la han heredado sus hijos. Los tres tienen firmes convicciones y los tres no se dejan amedrentar por nada ni por nadie.
También sus 10 nietos y sus dos bisnietas siguen las coordenadas de un carácter tan diferente. Recordemos a la desaparecida Bimba Bosé, siempre resaltaba en las pasarelas de moda o en los entornos de la música por su extravagancia. Incluso cuando dijo adiós por la dura enfermedad que le toco sufrir, Bimba se fue sin gritos y asumiendo su destino. Hoy sus hijas, Dora y June, parecen decididas a seguir su camino en la música.
Exactamente esa es la herencia personal de Lucía Bosé, que ha sabido transmitir las ganas de vivir casi sin respirar, buscando se ella misma, y marcharse en una despedida silenciosa tras haber dicho en su red social: “Yo también me quedo en casa. Si queremos que esto acabe pronto, en Casa. #iorestoacasa #andràtuttobene🌈”. Lástima no haber podido verla de nuevo asomada a esa puerta de una casa, situada en el pueblecito de Brieva, Segovia, que ha albergado los últimos años de su vida tras mudarse de la fabulosa casa que tenía en Somosaguas, Madrid.

Gracias a su belleza consiguió el título de Mis Italia en 1947, con apenas 17 años. ese galardón fue su pasaporte al cine, formando parte del reparto de varias películas, tanto en Italia como en España.

Aunque podría haber elegido pues tenía muchos pretendientes, eligió al torero triunfante Luis Miguel Dominguín, con quien se caso y tuvo tres hijos:Lucía, Miguel y Paola.

Mientras estuvo casada con Luis Miguel Dominguín ambos vivieron momentos inolvidables con personajes históricos como Pablo Picasso, que era su amigo y al que veían con asiduidad.

Cuando nació su primera hija, Lucía, para el matrimonio, que estaban muy enamorados, fue una gran alegría. Después llegarían sus otros dos hijos y el alejamiento, separándose doce años después de su enlace religioso en 1055.

Los planes en familia eran constantes y muchos se plasmaban en los medios de comunicación. Tanto Lucía como su entonces marido, Luis Miguel Dominguín, estaban muy orgullosos de su clan y así se lo mostraban al mundo.

La personalidad arrolladora de Lucía Bosé ha sido heredada por sus tres hijos: Lucía y Paola, que adoptaron el apellido Dominguín, y Miguel que prefirió el Bosé.

Renunció a su prometedora carrera como actriz y al cine por amor, pero en su haber tiene buenas películas como la que hizo con el director Juan Antonio Bardem, ´Muerte de un ciclista`.

Aunque se separó de Luís Miguel Dominguín ya estaba tan enamorada de España que fijó en nuestro país su residencia. Aquí se educaron sus hijos y vivió los malos y buenos momentos que le tocaron en su destino.

Tras abandonar su casa de la urbanización de Somosaguas en Madrid y dejársela a su hijo Miguel, Lucía Bosé se instaló en Brieva, un pueblo de Segovia. Allí apareció un día con el pelo teñido de azul y así lo ha tenido hasta su muerte, pasando a ser una de sus señas de identidad.