
Momento histórico
Fidel Albiac planta cara en directo y declara su amor a Rocío Carrasco
“Me produce tanto daño y dolor verla y que tenga incluso tener que justificarse…”, explicó el yerno de Rocío Jurado
Siempre hasta ahora se había mantenido en un segundo plano y la discreción había sido su máxima. Sin embargo, ver a su esposa, Rocío Carrasco, en la pantalla de televisión llorando y a corazón abierto hizo que Fidel Albiac diese un golpe en la mesa y entrase en directo para defenderla y mostrar al mundo entero lo mucho que la ama. Fue un momento histórico que ni la mismísima Rocío Carrasco imaginaba, por lo que nada más verle su pregunta fue: "¿qué te ha pasado?". Los ojos de la hija de `la más grande´ empezaron a brillar, pues él ha sido su mayor apoyo en todo este proceso y en estos veinte años que se ha mantenido en silencio. Él ha vivido en primera persona todo lo que su esposa ahora está revelando públicamente y que está haciendo que el público conozca, de una vez por todas, la verdad.
Las palabras de Fidel resultaron de lo más reveladoras y sinceras. Sin pelos en la lengua, reconocía ser incapaz de ver el programa por lo duro que le resultaba la situación. "Me produce tanto daño y dolor verla y volver a escuchar, repetir tantas veces e incluso tener que justificarse…". Además, él que siempre ha sido centro de todas las críticas quiso hablar de cómo se ha sentido al ver que muchos le consideraban culpable del distanciamiento de Rocío Carrasco con algunos de los miembros de su familia. "Me han puesto como 300 millones de trapos desde el minuto cero". Además, fue más lejos y aseguró: "Tengo 15 sentencias ganadas en el Supremo que no me han valido de nada porque me siguen dado hos*** hasta en el carnet de identidad".
La gran protagonista de la noche quiso ir mucho más lejos y explicó el motivo por el que a día de hoy Fidel sea mal visto por una parte de la población: "Eso es lo que ha sembrado la otra persona, todo lo que me ha hecho a mí, se ha plasmado públicamente que lo hace él, es otra parte del maltrato él está ejerciendo (…) Cualquier persona que estuviera a mi lado, y a él le ha tocado porque estaba a mi lado y no se iba ni muerto", comentó muy emocionada, pues por fin puede hablar alto y claro para que la gente conozca la verdad de su historia y no solo una parte como había ocurrido hasta el momento.
Otro de los frentes abiertos de Fidel era con una de las colaboradoras que se encontraba sentada esa noche en el estudio número 6 de Mediaset. Hablamos de María Patiño a la que el marido de Rocío Carrasco le interpuso una demanda en la que María solo pudo demostrar que su información era veraz, no verdad. "Es cierto que me la desestiman, pero todo lo que se dice no es real, te dan la razón porque se supone que pones todos los medios para conseguir la verdad aunque no la consigues, es la diferencia entre verdad y veracidad. No diste ni una". La periodista no estaba de acuerdo con esta valoración. "Sigo diciendo que la información es absolutamente veraz, que pude llevar a testigos que certificaron, que mi información no estaba basada en cosas absurdas".

Mucho se ha hablado de si Fidel había sido bien recibido en la familia por Rocío Jurado. Aquí tenemos una imagen que demuestra a suegra y yerno junto a Rocío Carrasco.

La tonadillera pasó los últimos meses de su vida hospitalizada y Fidel siempre acompañaba a Rocío Carrasco al hospital.

Durante los meses que Rocío Jurado pasó ingresada en Houston, toda la familia Mohedano estuvo muy unida y se respiraba aparentemente un buen ambiente entre todos.

El fallecimiento de Rocío Jurado dejó a su hija sumida en un profundo dolor. La persona que más cerca estuvo de ella fue Fidel Albiac. En un primer momento, la relación con Ortega Cano fue buena, pero se fueron distanciando.

Tras el fallecimiento de su madre, Rocío se fue apartando de todos y de todo hasta día de hoy, en el que ha reaparecido en la pequeña pantalla para explicar el motivo que le llevó a tomar esa decisión.

Pese a las numerosas críticas recibidas, Fidel siempre ha permanecido al lado de su esposa, haciendo oídos sordos a las críticas.