Su interpretación en
Cisne negro le valió una nominación al Oscar en 2011. Solo unas semanas antes, en diciembre de 2010, confirmaba su embarazo. Por tanto, su asistencia a todas las alfombras rojas de la temporada de premios estuvo marcada por sus looks premamá firmados por marcas de lujo como el vestido de Rodarte de la imagen.
Kate Young, su estilista en ese momento, y las hermanas Mulleavy (diseñadoras de la marca) propusieron un vestido protagonizado por un favorecedor escote en 'uve' profundo que deja los hombros al descubierto, y por su corte imperio - que realza el busto y proporciona altura a la figura visualmente, al tiempo que disimula una cintura ancha y las caderas -. Esta exclusiva prenda de color malva consiguió colocar a Portman en todas las listas de las mejor vestidas de la red carpet de los Oscar. Premio que, por cierto, también se llevó a casa.