Marie Claire

Las cinco cosas que no sabías sobre Grace Kelly

La actriz estadounidense y ​ princesa consorte de Mónaco​ es sinónimo de elegancia y glamour. Hoy en día, sigue inspirándonos.

"Mi verdadera dificultad fue volver a ser una persona normal, después de haber sido actriz de cine durante tanto tiempo. Para mí, cuando vivía en Nueva York y Hollywood, una persona normal era alguien que hacía películas", dijo una vez Grace Kelly. La actriz y y posteriormente princesa consorte de Mónaco ha resultado ser una mujer tan bella como misteriosa. Su Alteza Serenísima la Princesa de Mónaco tenía solo 52 años cuando le sorprendió la muerte en la misma carretera que aparecía en la película Atrapa a un ladrón que había protagonizado junto a Cary Grant. Hoy en día, 38 años después de aquel suceso, Grace sigue sorprendiendo e inspirándonos cada día. Te enseñamos cinco cosas que no sabías sobre ella. ¿Preparada?

1. Amaba el deporte. Su silueta no se debía solo a la genética. Por si no lo sabías, Grace amaba el deporte, sobre todo la natación. Este amor le venía de su padre, un atleta con tres medallas de oro olímpicas.

2. Le encantaba la marca Hermès. En el año 1955, Grace estaba en la Riviera Francesa rodando la película de Hitchock llamada Atrapa un Ladrón. Del vestuario se ocupaba la ocho veces oscarizada Edith Head. Después de años, Edith confesaba: “Nos mandaron a Grace y a mí a comprar accesorios a la tienda de Hermès en París. Una decisión inusual en aquellos años, que hizo que nos sintiéramos como dos niñas en una tienda de helados”. En la tienda Grace se encontró con el mítico bolso de la marca que adoptó su apellido.

3. Siempre perfecta, incluso cuando viajaba. Que su estilo era siempre impecable es un hecho constatado. En el año 1955 le ofrecieron protagonizar un reportaje, fotografiado por el mismísimo Richard Avedon, Grace Kelly Tells How to Travel Light en la revista Woman’s Home Companion.

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Grace Kelly en

4. Gafas, zapatos y tocados. Eran sus tres pasiones. Los sombreros y tocados de Grace - sobre todo de Dior, Balenciaga, Givenchy o Lanvin - incompredidos a menudo en Palacio, fueron celebrados por la prensa que la nombró “la mujer mejor ‘tocada’ del mundo”. Tampoco nos olvidemos de sus gafas, del famosísimo diseñador Oliver Goldsmith of London. Por si no lo sabías, Grace tenía 45 pares que para poder coordinar el color de sus lentes con el de su estilismo. Por no hablar de su inconmensurable colección de zapatos.

5. Empezó su casa por los armarios. ¡Cómo no! Cuando redecoró su villa campestre de Roc Agel, ordenó que ésta se empezara teniendo en cuenta el número de armarios que precisaba. “No me agrada deshacerme de la ropa, me gusta repetir según las ocasiones”.

Grace supo combinar con sabiduría el glamour de Hollywood y el allure de las estrellas europeas e incluso hoy en día no deja de fascinarnos (e inspirarnos). El confidente de Grace, el padre Francis Tucker, tenía razón al decir: “en los años que vendrán, seguirán susurrando su nombre”.

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