Un día de varietés
Paula Menéndez. MADRID, 21 de septiembre de 2007
La cuarta jornada de Cibeles se resume como un día de varietés, en el que ha habido un poco de todo: desde el oscuro lirismo de la colección masculina de Spastor, hasta la sofisticación de Hannibal Laguna, pasando por las siempre chic y glamourosas propuestas de baño de Andrés Sarda. Pasen y vean... ¡hay para todos los gustos!
A las 10:30 de la mañana, Spastor presentaba su colección masculina, invitándonos a perdernos en su envolvente y misteriosa atmósfera. El dúo hizo desfilar a oscuras y con una música intimista, diseños con predominio del color negro, el beige y el gris, y en los que las prendas desestruturas, el efecto abullonado y los sutiles volúmenes, ganaron la partida.
Andrés Sardá cautivó al público con su creaciones para el baño, inspiradas en las heroínas del cine de acción y las chicas Bond: siempre elegantes, seguras de sí mismas y dispuestas a hacer lo que sea por cumplir su misión. Los vaporosos vestidos de noche se mezclaron con sofisticados triquinas, biquinis bandeau y culottes con grandes piezas metálicas para exaltar el cuerpo femenino. Brillaron las gasas, pero también el neopreno y los tejidos tecnológicos.
A las 14:00, Hannibal Laguna, muy en su línea, nos deleitó con un show basado en frágiles siluetas enfundadas en sofisticados volúmenes nocturnos, exultantes microvestidos o deslumbrantes trajes de noche. Respecto a colores el modisto propone tonos como el nude, cereza, plomo o humo, con efecto glasé.
Por otra parte, la propuesta de los Locking Shocking, titulada 'Mirror', se inspira en la fe en un espejismo. Así, las modelos salieron a la pasarela de dos en dos, como una metáfora de la imagen frente al espejo. Lo más destacado fueron los pantalones saco, los minivestidos drapeados y las chaquetas de estructura militar. Triunfo total del blanco y los camuflajes florales. En el front-row, Pablo Rivero (que me dijo que le habían encantado los pantalones saco) y Eloy Azorín.
Antonio Alvarado nos dejó en el sitting 'La serpiente que baila', una poesía de Charles Baudelaire que resume su último trabajo. Sobre la pasarela, pantalones bombacho, minivestidos y trajes largos. El diseñador plasma su predilección, para el próximo verano, por los estampados florales y los cuadros vichy. Nos encantaron los detalles de bambú en la espalda o escote de algunos de sus vestidos.
El día terminó con Sita Murt. La catalana reinvindica el allure de las actrices de los años 50, revisado en clave femenenina a través de transparencias, calados y puntillas. La cintura se marca con exagerados cinturones, las mangas adquieren nuevas proporciones, y los pantalones son una inteligente mezcla entre los pitillos y los masculinos de talle alto. A destacar la mezcla de tonos neutros con otros vibrantes como el azul eléctrico, el coral y el verde.