Jill Biden se estrena como primera dama de Estados Unidos con un estilismo opuesto al de Melania Trump

¿Cómo es posible que la primera potencia mundial, el país que envió al primer hombre a La Luna y la primera democracia del mundo tarde días en conocer al vencedor de las elecciones presidenciales? El ajustado resultado electoral de este año ha concedido especial protagonismo al voto por correo debido a la pandemia del coronavirus. El recuento, culpable de la demora en un país tan grande como América, se puede retrasar unos días más debido al volumen y por razones obvias de seguridad.

Sin embargo, ya tenemos ganador: el demócrata Joe Biden. Puede que la noticia de la victoria del político no os pille por sorpresa, pero es, sin duda, un motivo que celebrar. El ya expresidente de Estados Unidos ha hecho historia por su nefasta gestión del país, racista, machista, homófoba y con tintes fascistas, lo que le ha convertido en el primer presidente expulsado de La Casa Blanca después de un mandato, desde que Bill Clinton ganase las elecciones a H. W. Bush en 1992. Por otro lado, Kamala Harris también ha hecho historia convirtiéndose en la primera mujer al frente de la vicepresidencia en toda la historia del país.

Después de que el matrimonio Biden se mude oficialmente en enero a La Casa Blanca, Jill Biden continuará su trabajo como profesora de inglés en el Northern Virginia Community College. Convirtiéndose en la primera dama en alternar su trabajo diario con las obligaciones que conlleva ser la cónyuge del titular del poder ejecutivo de este país, según informaciones del The New York Times. "La Dra. Biden está enfocada en formar su equipo y desarrollar sus prioridades enfocadas en la educación, las familias de militares y veteranos, y el cáncer", dijo su portavoz, Michael LaRosa, al diario americano.

Igual que Jill ha apoyado durante toda la campaña a su marido Joe Biden, él ha hecho lo propio con su mujer y ha alabado su labor como educadora en más de una ocasión. "Para todos ustedes en todo el país, piensen en su profesor favorito, en el que les dio la confianza para creer en ustedes mismos. Ese es el tipo de primera dama que será Jill Biden", declaró el presidente en la convención del Partido Demócrata del pasado agosto, tras ser nombrado oficialmente como candidato al despacho oval.

La futura primera dama ha trabajado durante más de una década como educadora en un colegio comunitario en Virginia. El sábado por la noche, en su discurso de victoria, el presidente electo concluyó su discurso diciendo que "para los educadores estadounidenses, este es un gran día: vais a tener a uno de los vuestros en La Casa Blanca".

El primer look de Jill Biden para celebrar la victoria de su marido en las presidenciales ha sido una declaración de intenciones. De hecho, nos atrevemos a afirmar que ha superado con creces al de Kamala Harris, quien ha hecho historia convirtiéndose en la primera mujer vicepresidenta del país.

Por su parte, Jill nos ha dado alguna que otra pista sobre cómo será su estilismo en un futuro cercano y no cabe duda de que difiere mucho del de su antecesora, Melania Trump. Para la ocasión, la futura primera dama acaparó todas las miradas con un elegante vestido de corte asimétrico de Oscar de la Renta. Un diseño de manga corta confeccionado en crepé con estampado de flores rosas, blancas y de color melocotón sobre fondo azul navy, de la colección Resort 2020.

Aunque es toda una experta a la hora de combinar estampados, lo cierto es que Biden ha encontrado en el vestido su mejor aliado. Un estilo simple y minimalista que puedes usar en cualquier clima y para cualquier ocasión, y que depende de tu estilo personal y del color por el que te decantes. Utilizar un vestido tiene una doble ventaja: por un lado, se acabaron los quebraderos de cabeza a la hora de combinar tu estilismo de turno y por otro, estiliza la figura desde los pies a la cabeza.

Biden ha logrado conquistar el corazón de los estadounidenses con un look que ha enviado la voluntad de su marido para estos próximos cuatro próximo años: unir a un país cada vez más polarizado. Los directores creativos de Oscar de la Renta, Fernando García y Laura Kim, son inmigrantes. La inmigración en Estados Unidos es parte fundamental de su historia, García es de República Dominicana y Kim es coreana criada en Canadá.

Pero, volviendo al estilismo, este causó tal furor que se agotó en cuestión de minutos. Esta influencia en la moda ya ha sido bautizada como "Efecto Jill". Desde Marie Claire les deseamos toda la suerte del mundo.