¿Ya estás preparada para enfundarte unos botines de cowboy?

Es oficial, lo de guardar las botas en el armario cuando llega el calor es cosa del pasado y las botas cowboy tienen toda la culpa. Lo que comenzó como una moda reservada para los festivales, con Coachella a la cabeza, ha terminado por contagiar al streetstyle y ya no hay fashionista que se precie que no se haya rendido a esta tendencia.

Entre las patrias, Sara Carbonero hace tiempo que las tiene en su armario como prenda fetiche y en el panorama internacional se las hemos visto a Alessandra Ambrosio, Alexa Chung o la modelo Erin Wasson, que no sabemos si será por sus orígenes tejanos, pero rara vez se quita sus botas cowboy.

Fíjate en ellas para lucirlas con acierto y no en tu yo del pasado. Porque recordarás –y si no ya estamos nosotras para refrescarte la memoria– que las botas cowboy ya tuvieron su momento de gloria en 2007 y por aquel entonces se lucían con todo, incluidos los leggings.

Ahora, que hemos madurado mucho y con nosotras nuestro estilo, hemos aprendido que quedan mejor si se combinan con faldas y vestidos de todos los largos pero con los que parece llevarse a la perfección son con los midi.

Cuando se trata de pantalones, hay que tener cuidado con los shorts si no queremos emular a Jessica Simpson en This boots where made for walking. Un clásico es con pantalones vaqueros ya sea con los siempre supervivientes pitillo a los cropped jeans. Una medida que muy probablemente no te has quitado en todo el otoño y que puedes seguir luciendo en el entretiempo.

Color

No habrá tienda en la que no encuentres unas botas cowboy, la mayoría apuestan por los tonos marrones y negros. No nos extraña, son los tonos más versátiles y fáciles de combinar.También son los más discretos.

En el polo opuesto están los rojos y, sobre todo, los blancos. ¿Juraste que nunca tendrías un zapato en este color? Quizá no debiste hacerlo porque parece que los botines cowboy se hubieran hecho para ser siempre de color blanco. Los vas a querer por esto y porque son igual de fáciles de combinar que unos negros, pero mucho más originales.