Marie Claire

Sabemos los trucos para reutilizar cualquier vestido de invitada

A nuestro vestido le pedimos, además de que sea bonito, que luego nos lo podamos poner mucho, muchísimo

Se acerca el complicado momento de elegir vestido para los eventos varios típicos de esta época. Seguramente tienes una boda, bautizo o comunión y/o graduación en el horizonte y ya te toca pensar en tu look de invitada. En nuestra búsqueda del tesoro todas tenemos el mismo objetivo: sorprender pero sin arruinarnos en el intento.
Si algo hemos aprendido –y las tiendas low cost han contribuido a la causa– es que no hace falta comprarse el vestido más caro para ser ir a una boda con estilo, ni siquiera si eres la novia –colección nupcial de Asos, gracias–.
El siguiente paso es acabar con los vestidos Kleenex, es decir un vestido que, tras lucirlo en el evento de turno, no vuelva a ver la luz y se quede acumulando polvo en tu armario.
Y es que en la era 2.0 no es tan fácil amortizar vestido porque vivimos con la presión –que dura vida la nuestra– de que nos sacarán una foto y "¡ay madre mía, que horror si ven que he repetido en dos bodas el mismo vestido!" Porque esto antes no pasaba. No, hubo una época en la que simplemente tenías que hacer repaso de las personas que asistirían a la boda y si, en su gran mayoría, no coincidían con las del otro enlace, ¡bingo! repetías y tan contenta.
Así que nos hemos tenido que buscar otras opciones para darle vidilla al outfit de invitada. Una de ellas es el trueque con tus amigas, pero no siempre funciona porque no todas tenéis las mismas tallas, ni largos, ni anchos, ni gustos. Y esto nos deriva de pleno a nuestro nuevo reto: reutilizar en el día a día ese vestido elegido para una ocasión especial.
No os asustéis, soy consciente de que por mucho que ahora las transparencias se lleven también en la oficina y las lentejuelas se hayan hecho un pequeño hueco en los outfits diurnos, no todos los vestidos de invitada pueden tener vida más allá de la boda, pero nos hemos propuesto intentarlo con algunos modelos que ya he fichado en las tiendas y que, con los complementos adecuados, pueden convertirse en looks todoterreno.
Ahí van nuestras propuestas.
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