10 vestidos de flores para ir fresquita en verano

Pensar en un vestido para el verano es pensar en un vestido de flores (con permiso del vestido blanco, claro). Aunque el estampado animal ha ganado muchos puntos, los vestidos de flores son todo un clásico año tras año. Vale que las flores nunca pasan de moda, vale que también las usamos en las épocas más frías, pero cuando llega el calor se vuelven más alegres, con colores más vivos que nos recuerdan que el buen tiempo ha llegado para quedarse, por el momento.

En nuestra búsqueda del vestido más bonito del verano, nos hemos puesto a rastrear nuestras tiendas favoritas con la esperanza de encontrar un vestido de flores de esos que cuando te lo pones todas tus amigas quieren copiártelo y por la calle no te dejan de preguntar que dónde lo has comprado. El día que te pase una de esas dos cosas será el día que hayas acertado de pleno con el vestido de flores que llevas.

Hay infinidad de diseños: largos, cortos, con volumen, tubulares… pero los vestidos de flores bonitos que más triunfan son los de largo midi, porque son perfectos tanto para el día como para la noche e incluso para una boda, o los de tirantes porque, al fin y al cabo son los más fresquitos. Y si de algo huimos cuando las temperaturas suben es de los tejidos muy gruesos y que nos hagan pasar más calor de que ya hay en la calle.

Eso sí, si no quieres quedarte como un pajarito cuando el aire acondicionado esté muy alto (que ya sabemos que a alguien compañeros les encanta eso de estar a menos -10 grados y salir a la calle con 40 grados), un vestido camisero es una gran opción.

¿Y con qué te puedes poner el vestido de flores? Nuestra sugerencia es que lo combines con unas cuñas de esparto (hay verdaderas preciosidades en las tiendas y ya las hemos recopilado para ti en esta galería de zapatillas de esparto) o con unas sandalias de PVC o estas otras de tiras, que además no pueden estar más de moda. Ahora sí, sigue bajando y disfruta de nuestra selección de vestidos de flores bonitos para esta primavera-verano 2020.