El arte de la moda
El último modelo de bolso lanzado por la centenaria firma de marroquinería francesa Louis Vuitton no es un bolso propiamente.
El último modelo de bolso lanzado por la centenaria firma de marroquinería francesa Louis Vuitton no es un bolso propiamente. Al menos, no parece diseñado para cumplir ese uso cómodamente. La funcionalidad se pierde en pos de la estética. Se trata, más bien, de un objeto de coleccionista, de un bolso-obra de arte.

Desde que Marc Jacobs se responsabilizó de la firma francesa en 1997, ha habido varias colaboraciones de este tipo. La más sonada ha sido, sin duda, la de Takashi Murakami. Murakami es un artista japonés nacido en 1963 y fundador del movimiento denominado Superflat, que fusiona las técnicas de la pintura tradicional japonesa con estilos pop contemporáneos tan dispares como el manga o los dibujos de Disney. Tras una apariencia colorista y naïf se esconde una ácida crítica social. Fascinado por este movimiento, Marc Jacobs encargó a Murakami la renovación del clásico monogram de Louis Vuitton.{youtube}Mha26vA-tkw{/youtube}
Murakami llevó el estampado insignia de la firma a un nuevo universo de color y fantasía que ha cosechado un gran éxito comercial. Quizás por este motivo, Louis Vuitton sigue colaborando con artistas. Hace unos meses, coincidiendo con la inauguración de su exposición en la galería Serpentine de Londres, Vuitton presentó el bolso "Jamais", creado por el artista Richard Prince.

¿Mecenas o branding?
No sólo Louis Vuitton apoya a los talentos artísticos. En la Bienal de Venecia celebrada en junio de 2007, Karl Lagerfeld presentó el proyecto Mobile Art.
La arquitecta Zaha Hadid ha creado un pabellón futurista pensado para ser montado y desmontado permitiendo una exposición itinerante que se inició en Hong Kong este mes de abril y que terminará en Paris en 2010.
Desafortunadamente, la capital francesa es lo más cerca que pasará por nuestro país (por el momento). En Mobile Arte se presentan las obras de 20 artistas que fueron invitados al apartamento de Coco Chanel y a los talleres que la firma tiene en su sede de la rue Cambon de Paris. Impregnados del espíritu Chanel, se les pidió que reinterpretaran el bolso acolchado, un emblema clásico de la firma.
Convertir un objeto de moda en una pieza de arte es una estrategia de branding, es decir, una acción encaminada a desarrollar un conjunto de atributos y valores vinculados a una marca, que la convierten en un bien. Las marcas ya no son el sello de una creación, sino el producto en sí como quisieron constatar los artistas Elmgreen y Dragset con esta instalación:
En pleno desierto de Texas, instalaron una boutique de Prada con sus bolsos y sus zapatos. Abrirla al público, sin embargo, no tenía sentido. La tienda de Prada se convertía así en una escultura, en una obra de arte.