
Máxima de Holanda: un pantalón todoterreno y dos oufits diferentes en menos de 12 horas (y otros looks del otoño royal)
Hemos seleccionado los looks de la reina que dan la bienvenida a la nueva estación. Y no falta ningún estilo, ni color.
El salto a la vida pública de Máxima Zorreguieta, una mujer procedente de Argentina con un historial un tanto polémico y una exquisita educación, insufló una bocanada de aire fresco a la casa real holandesa y al resto de monarquías europeas. Su estilo, a caballo entre la (Máxima) elegancia y el estilo informal, cautivó a los Orange-Nassau y al pueblo llano, al instante.
Desde que se hizo público el anuncio de su compromiso el 30 de marzo de 2001, la reina Máxima ha promovido y defendido su seña de identidad en cada uno de los actos públicos a los que ha acudido: estilo desenfadado y natural que llegó para romper los rígidos y anticuados esquemas de la casa real de Holanda. Con los años se ha convertido en un ejemplo a seguir para sus homólogas europeas: Letizia Ortiz, Kate Middleton y Victoria de Suecia, entre otras. El estilo de Máxima es un fiel reflejo de su temperamento latino: colorido, divertido, sofisticado y clásico. Nunca ha disimulado su gusto por los colores llamativos, herencia de su Argentina natal y que ha sabido adaptar con gotas de modernidad.
Como todas las temporadas, con la llegada oficial del otoño toca guardar y poner en orden toda la ropa de verano. Vestidos cortos, blusas fluidas y alpargatas dejan paso a jerséis de cuello cisne, abrigos de paño y botas de caña alta para disfrutar de la caída de la hoja, paseos y noches bajo una estampa otoñal dibujada con colores cálidos como el amarillo y el marrón pardo. Como nosotras, la reina Máxima también ha dado la bienvenida al otoño con un cambio de armario (aunque no sea ella la encargada de ponerse manos a la obra) y, también, a sus nuevas adquisiciones de cara a la nueva temporada invernal. Desde propuestas de grandes diseñadores internaciones como Jan Taminiau y el belga Natan, hasta sus guiños por la moda española low cost firmados por Massimo Dutti y Zara, entre otros. Un abanico infinito de tendencias con un elemento en común: son muy favorecedoras. Parece que, una vez más, la consorte de los Países Bajos está lanzando un claro mensaje con su vestuario. Nada extravagante, ni lujoso. Conjuntos en clave minimal, color block y monocromo, y prendas en clave low cost al alcance de todas.

En menos de 24 horas, el cambio de escenario trajo consigo un cambio de look, pero no al completo, la clave está en saber que prendas o complementos elegir. La reina de los holandeses mantuvo el pantalón de lana fría gris de Natan y decidió tirar de fondo de armario con una camisa perfecta para que no parezca que, en realidad, estás repitiendo (parte) de tu look.
Para acudir a la inauguración del Año Nacional del Voluntario 2021 en La Haya, se enfundó una camisa con estampado de cuadros en tonos rojizos, de cuello redondo, manga francesa y rematada con una hebilla en el bajo, que se ajustaba perfectamente a su silueta.

La austeridad ha llegado al armario de las royals para quedarse. Letizia y Kate Middleton se han sumado al reciclado de prendas para evitar la polémica y el corrillo que suscita cada una de sus nuevas adquisiciones en medio de una pandemia global. Últimamente, la sombra que planea sobre la familia real holandesa es más larga que nunca debido al viaje de recreo que los reyes y sus hijas hicieron a Grecia después de que el país decretara el Estado de Alarma. Como consecuencia, la familia ha decidido no viajar a Argentina estas Navidades para visitar a la familia de la consorte.
Algo que no ha impedido a la reina Máxima despachar su agenda con total normalidad. En su última aparición, la argentina se ha enfundado un look en clave working perfecto para una larga jornada de trabajo: pantalón de pinzas wide leg confeccionado en gris perla y blusa entallada con escote asimétrico y manga francesa en color blanco roto. Un conjunto minimalista que ha completado con unos salones de piel al tono y su icónico reloj Tank de Cartier. Sin duda, un outfit poco arriesgado pero que supone todo un acierto.

La última cita de Máxima de Holanda nos ha dejado sin palabras con un look en clave minimalista y muy elegante, perfecto para festejar la Navidad o el Fin de Año, aunque sea en casa. La reina de los Países Bajos ha querido hacer gala de un estilo sofisticado y glamuroso, y ha reciclado el look que lucíó la Nochevieja pasada y que le conectó con otra royal europea: Matilde de Bélgica, quién llevó uno similar al de la reina consorte.
Para la ocasión, la esposa del rey Guillermo se ha enfundado un conjunto de dos piezas en blanco y negro, una combinación (siempre) ganadora. Ya lo decía Karl Lagerfeld, el binomio B-N nunca defrauda. Se ha decantado por una blusa blanca fluida de corte wrap, que afina su silueta gracias al escote en uve y el corte de la prenda. Un diseño que ha combinado con un llamativo pantalón palazzo en color negro, potenciado por un gran lazo de terciopelo, que le da ese extra de estilo. En cuanto a los complementos: conjunto de pendientes y gargantilla de diamantes, salones de punta de charol negros y clutch al tono.

En los últimos días, Máxima de Holanda ha iniciado un periplo por diferentes empresas, fábricas, oficinas e instituciones azotadas por la coronavirus, las cuales encuentran en el mensaje de ánimo de la reina una bocanada de aire fresco en estos momentos tan difíciles. Por ese motivo, Máxima se ha desplazado hasta la sede de un MBA de Utrecht y ha charlado con algunos de los estudiantes que allí se congregaban.
En Utrecht, Máxima se ha enfundado un top dorado con manga acampanada en tweed crema y pantalones fluidos en azul pastel que enmarcan su trabajada silueta. Un conjunto elegante y en clave working que ha rematado con par de pendientes con la forma de una flor en formato XL y salones de punta en cámel y piel vuelta.

De corte masculino, furry, en camel, retro… Los abrigos XL, con el largo por debajo de la rodilla y cercano al tobillo, toman la pasarela esta temporada en cualquier versión. Una de las últimas en sumarse al carro de esta tendencia ha sido la reina de los holandeses, nuestra querida Máxima. La consorte de Holanda se ha desplazado hasta el centro Willem van den Bergh, especializado en asistir a personas con discapacidad intelectual, con un look que le ha conectado con otras royals como Kate Middleton y Leonor de Borbón.
La reina se ha enfundado un modelo largo, de cuadros -con franjas entrelazadas en color mostaza sobre fondo azul navy- y en clave oversize, que ha combinado con una de sus señas de identidad: el color. Para ello, se decantó por un modelo diseñado por su creador de cabecera, Natan, que culminó con un conjunto color block en amarillo. Un dos piezas formado por una blusa fluida de cuello redondo y manga francesa a juego con unos pantalones palazzo de tiro alto. En cuanto a los complementos: salones de punta al tono y tres broches dorados con forma de libélula.

Con el estallido de la pandemia de coronavirus en el mundo, hemos tenido que cambiar muchas de nuestras rutinas diarias, entre ellas, trabajar. Como la mayoría de nosotras (yo incluida), la reina Máxima de Holanda está teletrabajando el máximo tiempo posible, como otras royals europeas que han decidido autoconfinarse por decisión propia o por imposición del Estado. La royal holandesa no podía ser menos y lleva semanas haciendo videollamadas con distintos entes públicos y privados para abordar como atajar la crisis sanitaria. En su última aparición, la esposa del rey Guillermo de Holanda se ha enfundado un sofisticado y súper elegante vestido negro de punto de manga larga con apliques dorados en el hombro. Un diseño con bajo asimétrico que ha ceñido a su figura con un cinturón ancho de cuero negro y ha completado con unas botas altas de tacón -también en negro- y bolso shopper trenzado con asa geométrica nacarada al tono.

En estos 74 días desde que el coronavirus azotase de lleno a toda Europa, los reyes de Holanda han participado en casi dos centenares de actos oficiales, entre reuniones, audiencias, videollamadas y alguna que otra salida. El compromiso de la corona es representar la fuerza del pueblo holandés en su lucha contra un enemigo que no entiende ni de etnia ni de clase social. En este aspecto, además de conocer de primera mano los sectores más afectados por la pandemia como el sanitario y la hostelería, la reina Máxima se ha sumado a una de las tendencias royal del momento: el reciclado de prendas, con la intención de mostrar su total apoyo en un momento tan delicado.
La reina se ha desplazado hasta el Gezondheidscentrum de Bosrand, en Driebergen, para mostrar su total apoyo a los sanitarios y conocer la gestión de la pandemia desde su interior. Para la ocasión, Máxima se ha decantado por un vestido fantasía firmado por Altuzarra con estampado paisley irregular, hasta tres patrones distintos impresos en el modelo. Estos dibujos con forma de ameba marcaron toda una generación en los años 70 y ejemplificaron el espíritu bohemio y de libertad de la época. Un diseño largo con bajo asimétrico, cuello camisero y manga larga que ha combinado con un par de botas de piel al tono de Gianvitto Rossi y cartera de mano en color burdeos a juego con el cinturón de hebilla dorada y piel vuelta que enmarca su silueta.

Después de unas semanas retirada de sus compromisos oficiales, Máxima de Holanda ha retomado su agenda oficial con un look que ha dado de qué hablar. La consorte argentina se ha desplazado hasta el Hospital BovenIJ, en el norte de Ámsterdam, para conocer de primera mano los estragos que está causando la pandemia de coronavirus entre los pacientes y los sanitarios. Cumpliendo con las medidas de distanciamiento social y lavado de manos correspondiente, la reina ha reaparecido con una mascarilla negra en la que se puede leer Savesafe y con su habitual sonrisa de oreja a oreja (aunque solo podamos ver su expresión de ojos).
Para la jornada, Máxima se ha enfundado un vestido midi en color beis, con líneas en marrón, azul, negro y rojo formando un damero. Un diseño perfecto para el otoño, de manga larga, lazo al cuello y cinturón ideal para marcar su trabajada figura. Un modelo en clave british que ha combinado con un par de stilettos de piel vuelta en color gris topo, bolso trenzado en color negro -muy similar a los diseños de Bottega Veneta- y, por último, pendientes de oro en forma de lágrima en color rojo y dorado como broche de oro final.

En una visita al centro de ayuda para personas con problemas psicológicos Enik Recovery College, en Utrecht, la reina Máxima se ha decantado por un vestido de estilo lady de Natan, una de sus firmas de cabecera, en color rojo. Un modelo de largo midi, ajustado a la silueta con bordados de flores con abalorios de cristal. Una apuesta arriesgada que ha combinado con unas medias satinadas y chaqueta bolero negra, también de Natan. En cuanto a los complementos: pendientes en clave XXL en forma de lágrima, bolso de charol de Carlend Copenhagen y stilettos de tacón alto a tono.

Los reyes, Alejandro y Máxima de Holanda, han celebrado un encuentro con un grupo de empresarios en el Palacio Noordeinde ubicado en La Haya, para conocer de primera mano los estragos que el coronavirus está haciendo en sus negocios. Para la ocasión, la monarca argentina ha reciclado un diseño que estrenó hace seis años en Italia y que le conecta con la reina Letizia. Un diseño de la colección de 2014 de Bottega Veneta -que la esposa de Felipe VI lucía en 2019 en color rojo- en color rosa empolvado, que ha combinado con un par de pendientes de oro blanco con piedras talladas, el reloj Tank de Cartier, pulseras de oro y un bolso de mano en color nude. El modelo de la firma italiana es de manga corta caída, escote barco, corte midi y volantes en la cadera que afinan su silueta.

La mujer del rey Guillermo de los Países Bajos, acudía este miércoles como presidenta de honor al More Music, una proyección de vídeo con el que se concluye con la formación musical de las jóvenes promesas holandesas. Para la ocasión, Máxima se ha decantado por el color predilecto de la reina Letizia: el rojo. Un look monocromático compuesto por una blusa y un pantalón culotte, que funciona a la perfección a modo de mono y que ha combinado con una deslumbrante capa bordada con flores blancas sobre fondo rojo. En cuanto a los complementos: botas altas de piel en color rojo, maxipendientes en forma de serpiente, Tankwatch de Cartier y bolso de asas a tono.

Horas más tarde, la reina ha presidido el aniversario del congreso del Consejo Económico y Social con un vestido del holandés Jan Taminiau, en naranja (haciendo honor a su familia: los Orange- Nassau). Un diseño de manga corta, corte midi, escote cruzado y falda plisada ajustado a la figura con un cinturón. En cuanto a los complementos: cartera de mano a tono, tocado de flores y stilettos dorados, también de Jan Taminiau.

Para la apertura del foro sobre el cáncer de mama en el World Forum, la reina ha reciclado un vestido confeccionado en color rosa fresa, sin mangas, midi, cuello barco y drapeado a la altura de la cintura. Un diseño de una de sus firmas de cabecera, el belga Natan, que ya estrenó en un evento en 2015 y que ha lucido hasta más de seis ocasiones. En cuanto a los complementos: guantes de piel a juego, pañuelo de cashmere, bolso en piel vuelta rojo y asa de cadena, pamela de rabia de Fabienne Delvigne, stilettos de vinilo y reloj de Cartier.

Como es habitual en estos días, la reina Máxima de Holanda debería poner rumbo a Nueva York para asistir a la Asamblea General de la ONU. Debido a la pandemia de coronavirus y las restricciones de movilidad, la consorte del rey Guillermo ha tenido que cumplir sus obligaciones desde el despacho, en el palacio de Huis ten Bosch. Para la ocasión, la reina se ha decantado por una blusa fluida de seda en color blanco roto. Un diseño de manga larga, escote en uve y aberturas en los laterales de Natan, una de sus firmas de cabecera, y que ha combinado con unos pantalones en tono crema. Un look en clave working, sencillo y formal que completó con un collar de cadena en dorado.

Con motivo de la visita a ECOstyle, una empresa sostenible con el medio ambiente, Máxima se ha decantado por el color representativo de la casa Orange-Nassau, el naranja. La reina se ha enfundado un vestido de largo midi que tiene truco, ya que del hombro derecho parte un volante que termina en una falda wrap.
Una silueta elegante en forma de triángulo invertido y un llamativo corte que fue lo que permitió a Máxima subirse a una bicicleta para dar pedales 2 kilómetros. Un diseño que ha combinado a la perfección con unos stilettos de piel vuelta (también en naranja), bolso de mano con entramado de mimbre y asa de cuero marrón y pamela de ala en marrón, de rabia. Sin duda, un look de matrícula de honor.

Con el recuerdo del look de gala para presidir el Prinsjesdag, pasamos a analizar su nuevo look, donde ha estado de sobresaliente. La reina Máxima de Holanda ha acudido al teatro de Zuidplein, en Róterdam, con un dos piezas reciclado de Oscar de la Renta, que estrenó el pasado invierno en la recepción de los reyes de Japón en Holanda.
Un look de estilo lady de tweed compuesto por una chaqueta clásica entallada y desflecada, combinada con un vestido sin mangas, escote cuadrado, abertura lateral y largo midi. La reina ha completado su look con una gran pamela decorada con plumas de Bettina Thomas, pendientes de perlas, guantes en tono nude y el bolso de Chanel 2.55.

El "Prinsjesdag" es uno de los días más importantes para los Orange-Nassau y la política neerlandesa. Un evento que se celebra todos los años el tercer martes de septiembre y en el que el soberano pronuncia un discurso escrito por el primer ministro y su gabinete, en el que da a conocer las novedades en materia económica para el país.
El coronavirus ha ensombrecido algunos actos de la celebración, como el tradicional recorrido en carroza por las calles de La Haya y el desfile real. Continuando con este perfil bajo, la reina se decantado por no estrenar un vestidazo nuevo. Máxima se ha enfundado un diseño con volantes horizontales que ascienden desde el bajo hasta el escote, que ya estrenó en marzo de 2018 para una cena con los reyes de Jordania. Un diseño largo de Claes Iversen en color mostaza y de manga al codo, que ha combinado con un elegante tocado de Fabienne Delvigne y un clutch de Bottega Veneta.

En su visita a una empresa familiar de Róterdam dedicada a la industria, Doornbos Equipment, Máxima ha deslumbrante con un outfit que no ha pasado desapercibido (y con truco). El aclamado look de la reina estaba compuesto por una blusa y una falda confeccionadas en el mismo tejido de satén, muy fluido y en el mismo color: granate. En cuanto a la parte de arriba, una elegante blusa de manga corta y escote en uve, sin costuras visibles, metida por dentro de una falda de corte midi, de Massimo Dutti. Las dos piezas de la anterior colección de la marca que pudieron comprarse separadas por 25 y 30 euros, respectivamente.
Para simular ese efecto óptico de vestido, Máxima ha añadido un cinturón ancho con detalles en cuero y bordados, que tapaba por completo el corte de la falda. En cuanto a los complementos: stiletto de piel vuelta en gris plomo y bolso de estreno de la firma Wandler, rectangular, de cuero granate y broche con un aplique dorado. Un diseño que recibe el nombre de Georgia y que puede ser tuyo por 675 euros.

La reina Máxima asistió al evento celebrado en Ámsterdam con motivo del Día Nacional de la Mesa de Música para impulsar la educación musical en los niños. En este día, la reina se decantó por un vestido largo de flores azul navy sobre fondo blanco de su firma de cabecera, Natan. Un diseño que ya le vimos estrenar en el año 2013, ajustado al busto, con volumen, largo midi y sin mangas. Un diseño no muy acertado que ha combinado con unos pendientes muy originales de Prada con una forma que simula una concha gris perla con efecto nacarado. Una pieza de bisutería disponible en su web por 460 euros.

Para retomar su agenda oficial después de unas merecidas vacaciones (con polémica incluida), la reina se ha decantado por una elegante blusa sin mangas de cuello alto de Zara bajo un chal de punto fino, el mismo modelo que escogió el pasado mes de mayo en su reaparición después del confinamiento, aunque en aquella ocasión el modelo era de color beige. La reina ha completado su look con unos pantalones fluidos con raya diplomática marcada en el mismo color, y salones y cartera de piel en tono nude.
Ajena o no a las críticas por sus millonarias vacaciones, Máxima rescató de su joyero real un deslumbrante broche de perlas y brillantes con aros dorados que solía lucir en su etapa como princesa. Un diseño que ha combinado con unos pendientes de perlas rodeadas de una cadena de anillos.

Para la visita al centro de cuidados Zorgmies, la reina se ha enfundado el vestido perfecto para el entretiempo. Un diseño perfecto para combinar con par de botas altas de cuero negro y un jersey oversize. En su versión más depurada, esta prenda con estampado de paisley ha confirmado la llegada del otoño. Un vestido de manga larga y corte midi con flores troqueladas y amebas sobre un fondo empolvado o lo que parece ser el forro del vestido. Un diseño a medio camino entre el verano y el entretiempo firmado por Antik Batik, muy favorecedor para quien quiera darle ese extra de estilo boho a sus looks de otoño.