De Jackie Kennedy a Pat Nixon pasando por Melania Trump y Jill Biden: todos los looks de las primeras damas en la toma de posesión
Aunque el papel de la primera dama nunca ha sido codificado ni definido oficialmente, ocupa un lugar destacado en la vida política y social de la nación.
Cuando se fundó el país, el presidente Washington no contaba con un título adecuado para su esposa. Recordemos que, a diferencia de las monarquías, la república no goza de un listado infinito de títulos nobiliarios para repartir a cascoporro. Por tanto, el equivalente al de "reina consorte" que utilizaban en las monarquías europeas y asiáticas se tradujo por el de "primera dama". Siglos más tarde y gracias a la influencia que ha ejercido Estados Unidos como primera potencia mundial, el calificativo se ha extendido a otros Estados republicanos como Francia.
El pasado 14 de noviembre, Estados Unidos se despertó con una nueva primera dama. Ahora, Jill Biden tendrá la oportunidad de dejar su granito de arena en la nueva administración del demócrata Joe Biden y enfundarse propuestas de moda que funcionen como un espejo social. Pero, ¿cómo es posible que después de cuatro años con la familia Trump como inquilinos de la Casa Blanca, Melania, una mujer con conexión con la industria de la moda, no vaya a ser recordada como un referente? La respuesta es sencilla. Convertirse en un icono va más allá de una cara bonita (y bien operada) y miles de millones de dólares invertidos en modelitos.
Aunque el papel de la primera dama nunca ha sido codificado ni definido oficialmente, ocupa un lugar destacado en la vida política y social de la nación. Representante de su esposo en destacados eventos oficiales y ceremoniales tanto en el país como en el extranjero, la primera dama es observada con lupa en busca de algún indicio o pista de las acciones futuras del presidente de Estados Unidos. Aunque no es un cargo remunerado ni electo, su importancia social y política le confiere la posibilidad de influir en el comportamiento y la opinión de la sociedad. Por otro lado, las primeras damas más populares han servido como modelos y fuente de inspiración de cómo deben vestirse las mujeres estadounidenses y participan activamente en causas de índole benéfica y social.
Todas y cada una de las apariciones públicas de Melania Trump han dado de qué hablar. Para bien o para mal, los looks que ha lucido la todavía primera dama de Estados Unidos han generado algún tipo de conversación en los corrillos informales y medios de comunicación de punta a punta del planeta. Por ejemplo, cuando se subió a unos tacones de infarto para visitar a los afectados por el huracán Harvey en Texas o aquella chaqueta de Zara en la que se podía leer: "Realmente no me importa ¿y a ti?", decía el modelo vestido por Melania para visitar un centro de refugiados inmigrantes.
Un día antes de dejar la Casa Blanca y con las maletas casi terminadas, Melania Trump ha ofrecido un discurso de despedida en el que ha nombrado a su marido en solo una ocasión y de forma esquiva: "Cuando Donald y yo concluimos nuestro tiempo en la Casa Blanca, pienso en toda la gente que me llevo en el corazón con sus increíbles historias de amor, patriotismo y devoción", afirmaba Melania. "Debemos centrarnos en todo lo que nos une, superar lo que nos divide y siempre escoger el amor sobre el odio, la paz sobre la violencia. La violencia nunca es la solución", ha sentenciado la ex primera dama en un alegato contra lo que sucedió aquel 6 de enero y que, sin duda, no ha agradado tanto a ella como a su entorno.
El futuro de Melania es incierto. No sabemos si se divorciará o no, pero esperemos que inicie una nueva vida lejos de la tiranía de su marido.
Sin desfile, con un número muy reducido de invitados y bajo estrictas medidas de seguridad para prevenir posibles altercados, hoy 20 de enero, Joe Biden tomará posesión de su cargo como presidente electo de Estados Unidos. Será el primer relevo desde 1869 donde el actual mandatario no esté presente para entregar el testigo a su sucesor.
Con motivo de este día tan especial, repasamos los looks que han marcado la toma de posesión del presidente de Estados Unidos desde John F. Kennedy hasta Joe Biden:

La llegada de los demócratas al despacho oval de la Casa Blanca es la esperanza para un país más dividido que nunca. Para la ocasión, Jill Biden ha querido mostrar su apoyo a la moda emergente con un total look firmado por Alexandra O’Neill, directora creativa de Markarian, una firma de lujo creada en 2017 en Nueva York.
La primera dama se ha optado por el color azul, mismo tono que lució Melania Trump en 2016 en la toma de posesión de su marido Donald Trump para transmitir "confianza y equilibrio" al pueblo americano.

Biden se ha enfundado un abrigo de largo midi confeccionado en tweed con solapas y puños en contraste de terciopelo. Un diseño que ha combinado con acierto con un vestido del mismo largo con escote de gasa transparente y salpicado con cristales de Swarovski y estampado floral.
La profesora ha completado su estilismo con unos salones de punta en color nude y mascarilla y guantes a juego.

Para la toma de posesión de Donald Trump, Melania se inspiró en el estilo de Jackie Kennedy con un look clásico y muy apropiado para la ocasión. La ex primera dama se enfundó un vestido clásico americano en color baby blue de Ralph Lauren.
Un vestido con capa que recordaba a la estética cocoon de Jackie y en la misma tonalidad que escogió en 1961 para la toma de posesión del cargo de su marido JFK.

Hoy, 20 de enero de 2021, hace 12 años tomaba posesión del cargo de presidente electo Barack Obama. Junto a él, su mujer Michelle Obama llena de orgullo y con una sonrisa de oreja a oreja.
Para la ocasión, la abogada se decantó por un vestido de lana en verde lima de la diseñadora cubana Isabel Toledo. Un diseño entallado y combinado con un sorprendente abrigo del mismo tejido y color que tenía como objetivo transmitir confianza e ilusión.

En la segunda toma de posesión de su marido, Laura Bush se engalanó con un elegante conjunto de dos piezas compuesto por un abrigo y un vestido blanco confeccionados en cachemira y firmados por Oscar de la Renta.

En la primera toma de posesión de su marido, Hillary Clinton se decantó por un conjunto en azul añil con sombrero de piel vuelta y ala a juego.

Para la toma de posesión de su marido, Bárbara Bush se enfundó un traje de chaqueta con falda en baby blue y collar de perlas.

Como actriz y primera dama, Nancy Reagan conocía el poder de una buena imagen y presencia. Para la toma de posesión de su marido apostó todo al color de su partido, el rojo republicano, con un conjunto elegante y de silueta clásica.


Para la única toma de posesión celebrada en verano y en el interior de la Casa Blanca (por la dimisión de Richard Nixon), Betty Ford se enfundó un vestido corto con vuelo en color blanco con detalles en azul bebé y salones de piel al tono.
Lady Bird Johnson apostó por un abrigo de estructura en forma de A en color rojo y lazada al cuello con sombrero al tono.

Jackie Kennedy era un ícono de estilo incluso antes de asumir oficialmente el papel de primera dama, inspirando innumerables mujeres y diseñadores, e instaurando importantes tendencias cada vez que salía con un nuevo conjunto monocromático de Chanel o un nuevo sombrero. Pero, su reinado como reina de Camelot fue solo el comienzo para Jackie O, como se la conoció después de su matrimonio con Aristóteles Onassis en 1968.
Con la naturalidad que tanto le caracterizaba, la ex primera dama marcó el comienzo de una nueva era centrada en los maxi ondulados, y vestidos y trajes inspirados en la moda masculina. Y, por supuesto, estrenó un nuevo accesorio, que hoy en día estamos muy acostumbrados a ver: las gafas de sol en clave maxi.
Para la investidura de su marido como presidente electo de Estados Unidos el 20 de enero de 1961, la primera dama se enfundó un abrigo de Oleg Cassiny en seda de manga francesa en azul pastel con un gorro al tono, cuello de piel y guantes de seda blanco.