
Cómo combinar la camisa blanca para la vuelta al trabajo
La camisa blanca es uno de los básicos más clásicos del fondo de armario. Su versatilidad le permite estar presente en cualquier estación y temporada. No obstante, con la vuelta al trabajo, su uso se multiplica viendo múltiples estilismos working con esta prenda predilecta año tras año.
Ya es una realidad, la vuelta de vacaciones ha llegado como cada año por estas fechas y, aunque algunas nos resistamos a pensar en un agosto eterno, la verdad es que ya queda muy poco. Es tiempo de rutinas y nuevas aventuras, de comenzar nuevos proyectos, nuevas ilusiones y muchas ganas, o al menos se intentan, de volver a vestirse para ir a la oficina cada día.
En tu puesta a punto por conseguir el armario de oficina perfecto no puede faltar una camisa, es un hecho. Un básico de armario, en tono neutro, como es el blanco, atemporal y, sobre todo, si aprendemos a añadirles detalles de tendencia en pequeñas dosis, una prenda con la que alcanzar estilismos de nivel superior.
Es la única prenda capaz de resistir cualquier estación, temporada o tendencia, funciona tanto en invierno como en verano, haga frío o calor, y en un millón de situaciones diferentes. Sin embargo, esta prenda del fondo de armario puede llegar a experimentar la maldición que persigue a muchos básicos: que esta sencillez o básico se convierta en simplista y los estilismos con ella se cataloguen de aburridos, rutinarios y monótonos. Y es precisamente por eso que parece justo y necesario realizar una pequeña guía a golpe de look para saber cómo llevar camisa blanca.
Con mil variantes y cientos de adornos, pasando de estilos románticos a lo bucólico o, incluso, hasta a lo boho, la clásica, la de vocación sastre, es la que atenderemos hoy. No importa si el patrón es más estrecho o más holgado, mientras que el cuello sea medio, los botones pequeños y las mangas, largas. Es esta camisa blanca una de las más versátiles y que, por dicho rasgo, es la que nunca pasará de moda.
Ha llegado la hora de añadir ese toque de estilo a todos tus outifts working, dentro y fuera de la oficina, sin dejar de lado tus piezas de siempre, como la camisa sastre, pero reformulando ésta de una forma mucho más estilosa y a la moda. Por todo ello, nos hemos fijado en la cuna de la inspiración estilística, el street style, para guiarnos a través de las que más saben de moda, de como darle una vuelta de tuerca a esta prenda imprescindible que jamás pasará de moda.

Un truco para reducir el largo de la prenda y a la vez informalizar tu básico. Optar por anudar tu camisa y combinarla con una prenda más formal como una falda midi puede ser una apuesta innovadora para tus estilismos más desenfadados.

Porque siempre triunfa y porque nunca va a defraudar, recurrir al dos piezas clásico siempre es una buena opción. Reformúlalo y cambia los tradicionales pantalones sastre por falda y botas para aportar estilo de cara al otoño.

Una suma de clásico más tendencia, esta combinación del chaleco de punto con camisa se presenta perfecta. Además de guiño directo al estilo college, típico de los uniformes de colegio.
Con este conjunto conseguirás un look diferente y con un toque british.

Este estilismo es fácil, recurrente, pero no por ello menos perfecto. Su valor reside en encontrar el equilibrio para no vulgarizar el look. Además, este match puede cambiar radicalmente según el tipo de jean con el que se combine la camisa.

El pantalón favorito de las danesas durante la última edición de la Semana de la Moda de Copenhague.
Así lucían un nuevo estilismo con dos básicos como el jean y la camisa pero elevando el look gracias a la clave del wide leg y la transformación de la camisa con forma off shoulders.

Las bermudas son un pantalón muy versátil y podrás apostar por él sea cual sea la ocasión. Con camisa y en tejido piel, puede ser una opción acertada para tus estilismos de oficina.

Otro conjunto relativamente sencillo dentro del plano de la elegancia working. Podríamos decir que es un look persistente en el tiempo, convirtiéndose en heredero directo del combo de blusa y falda lápiz propio de la imagen de mujer ejecutiva que se convirtió en un cliché a partir de los años 80 y 90.

Los pantalones sastre o de traje, son una opción muy demandada para los días más fríos para ir a trabajar. Opta por combinarlos con una camisa blanca y unos tacones para un estilo más formal, o deportivas para alcanzar un outfit más sport.

Este modelo de chaqueta podría ser la pareja perfecta de la camisa blanca, dado que ambas comparten la vocación sastre. Sin embargo, en clave oversize, rompe este equilibrio natural, reestructurando la figura natural de la camisa a un nuevo estadio más amplio.

Una apuesta segura y acertada, ya que combina dos de los pilares básicos de un estilismo working versátil. Así, en una sola prenda, obtendrás ese efecto capaz de adaptarse a cualquier situación posible.
Gracias a esa parte de camisa con cuello al uso, puños y botones, los cuales confieren ese semblante clásico que permite lucir un semblante elegante en un contexto serio, profesional o más formal. Mientras que su parte vestido, resuelve ese registro de feminidad y versatilidad para no caer en errores a la hora de seleccionar cualquier prenda inferior.