Viaje a Italia a través de la moda
En esta ocasión, la diseñadora Beatriz Peñalver nos descubre su reciente viaje a Italia.
Hace unas semanas estuve de viaje en Italia, de este país hasta ese momento solo conocía Roma, pero gracias a mi profesión puedo decir que conocía muchas más cosas de Italia de las que pensaba, más incluso que de otro país que haya visitado con frecuencia.
En este viaje familiar decidimos visitar la región de Campania, hacer una ruta por algunas islas y la costa amalfitana, (Nápoles, Isla de Prócida, Isla de Capri, Positano, Amalfi y Ravello). Un paisaje cuya orografía y clima me recuerda mucho a la zona de la costa de Granada, donde vivo, pero en cuanto a cultura, arquitectura, artesanía y gastronomía este viaje me explica y detalla todo lo que yo ya sabía de Italia sin haberla visitado pero que ya me hacía una idea a través de la moda.
La costa amalfitana está llena de campos de limones que casi están a pie de mar, esta es la zona donde nace el limoncello es por ello que todo esta lleno de souvenir de esta fruta así que yo no podía evitar acordarme los maravillosos prints de fondo negro y grandes limones de Dolce Gabbana y de una cosa me iba a la otra, aquel desfile Alta costura que la casa italiana protagonizó en Venecia donde los invitados solo podían acceder en góndola y sin olvidar la deslumbrante llegada de Jennifer Lopez al fashion show.
Es muy habitual que las casas de diseño en Italia como Prada y Versace, entre otras, hagan referencia a obras clásicas y detalles de arquitectura típica italiana que de algún modo nos trasladan y muestran una radiografía de los paisajes o sus costumbres.
También es frecuente que las firmas utilicen enclaves y localizaciones del país para fotografiar sus campañas y de algún modo aprovechar esta difusión en la industria de la moda para mostrar un poco mas de Italia al mundo, por ejemplo la reciente campaña de swim wear de Emilio Pucci en Capri, el lanzamiento del modelo de bolso “Positano” de Max Mara o el famoso anuncio del perfume Ligth blue de Dolce Gabbana que hizo conocida mundialmente la gran roca de Fierlucci.
Y aquí está mi reflexión: tuve la sensación de “dejavu” continuamente gracias a que la moda tiene una importante contribución a la promoción de la marca Italia, y enseñarla al mundo incluso sin haberla visitado, aplaudo como los italianos son precursores de su cultura, la respetan sin envidiar lo internacional, les dan mucho valor a lo que nace en su tierra y la exportan. Es usual haber visto en las colecciones de moda representados el azulejo y cerámicas artesanales, las fachadas coloniales de esos edificios perfectamente conservadas y restauradas, no reformadas.
La pasta, la vespa, la raya marinera y la preocupación por lo estético en general agradaban mi viaje.
Cuando llegué a Capri pensaba que literalmente estaba encerrada en una película de finales de los 70 de Sophia Loren, ella estaba por todos los rincones. La isla también estaba llena de artesanos de zapatos en su “Bottega” que significa “taller” en italiano y por supuesto yo ya sabía lo que engloba esta palabra gracias a que conozco la historia de la firma italiana “Bottega Veneta”, en concreto me enamoré de una pequeña tienda que se llamaba D’Angelo que tenia piezas que me encantaron, no he encontrado sus redes sociales así que os muestro fotos.
Y por último en Positano entre todos los pequeños comercios de souvenir encontré una boutique de ropa que me llamó mucho la atención por la fachada y por cómo estaba integrada en el paisaje. Pasé varias veces por la puerta y la última noche me detuve frente a un maravilloso vestido que estaba en maniquí en color mostaza confeccionado al bies y sin costuras “samless”, me encantó esta pieza y le pregunté al señor que estaba recogiendo para cerrar por la procedencia de la tienda.
El señor resultó ser el dueño de esta pequeña cadena de 5 tiendas en Positano y me contó todo sobre Brunella, la marca, cuantos años lleva con ella, donde confeccionaban, donde estaban esos talleres antiguamente y como ha ido evolucionando, tienen piezas de mujer, hombre y niño, la mayoría confeccionados con 100% lino Made in Italy, el señor y yo tuvimos un buen punto de encuentro hablando sobre moda pero la reserva del restaurante nos esperaba…
De buena gana me hubiese quedado allí conversando en italiano a pesar de que no tengo ni idea pero era capaz de entender de que me hablaba exactamente porque en moda, hablamos el mismo idioma.