El último adiós de Carolina Herrera en las pasarelas
Tras 37 años de moda, una diseñadora de las más icónicas dice adiós a las pasarelas con un último desfile en la New York Fashion Week 2018.
Hace unos días Carolina Herrera quiso anunciar una decisión que cambiaría su firma para siempre. La diseñadora de venezolana de 79 años, una de las mujeres consideradas como icono de la moda, dice adiós a su faceta como diseñadora dejando atrás su puesto como directora creativa de su propia firma. Algo que, como ha querido contar, ha decidido por ella misma. “No me retiro, solo es un paso adelante. La decisión la he tomado yo sola” explicaba a través de un comunicado.
Tras 37 años de moda, de desfiles y de vestir a personalidades tan distintas como reconocidas, tenemos que despedirnos de una mujer que se ha convertido en un ejemplo a seguir. Pero antes, quiso poner su broche final a una carrera llena de éxitos de la mejor manera posible, con un gran desfile en la Semana de la Moda de Nueva York. El adiós más elegante que podría haber dado.
Un desfile que ha estado marcado, como siempre, por la elegancia, el buen gusto y el estilo. Donde las prendas más icónicas que definen el ADN de la marca han marcado la pasarela, y donde el menos es más cobra más importancia que nunca.
El blanco y negro vuelve a la pasarela para recordarnos que los básicos también pueden ser elegantes, como también la feminidad que puede tener un traje masculino bien combinado, ella nos sugiere apostar por la combinación con una blusa lazada al cuello. La diseñadora nos muestra como una mujer puede estar sexy, sin necesidad de tener que enseñar. Y por supuesto, algo que no podía faltar son los estampados, un código de identidad, en este caso opta por el animal print que tanto estamos viendo en las pasarelas.
Colores sencillos, y prendas que no dan lugar a la extravagancia, joyas que se convierten en las protagonistas de un look y que siguen su estética particular. Y para cerrar el desfile, su sello de identidad, la camisa blanca. La prenda estrella que caracteriza a Carolina Herrera.
Te mostramos como ha sido el último desfile de la diseñadora Carolina Herrera, de principio a fin.

Un diseño de falda y top con lazadas negro, donde Carolina Herrera muestra que se puede brillar sin necesidad de enseñar.

Un look clásico, pero elegante, combinando un vestido negro con un cinturón y unos botines negros.

Un vestido de ensueño, donde combina los colores sin necesidad de caer en el exceso.

Un vestido con hombros caídos en color naranja, perfecto para los eventos más sofisticados.

La diseñadora combina faldas con plumas y brillos con blusas básicas.

Un vestido que combina dos colores con un diseño de manga larga y escote.

Un total look negro, con cuello alto y manga larga, combinado con un calzado que logra darle un toque más de color al conjunto.

El tul acompaña, sin necesidad de recargar. Como en este vestido que combina con botines dorados.

El clásico blanco y negro, con un diseño básico de falda y blusa.

La camisa no podía faltar en el desfile, esta apuesta la reinventa con unos puños terminado en lazada.

La feminidad de un traje explicada en un solo look.

Otro diseño de vestido que mezcla diferentes tonalidades pastel, combinado con un cinturón. Todo eso sin perder su clásica elegancia.

Otra apuesta más de incluir el tul en un vestido.

Un vestido básico de un solo color, con pequeños detellos en su parte inferior.

Las plumas vuelven a estar presentes de nuevo en la pasarela y Carolina Herrera las incluye en este vestido.






El animal print en un diseño básico de vestido, para continuar con su sello de identidad.

El blanco y negro también aparece presente en este diseño de vestido largo.

Los estampados no podían faltar en un último desfile de Carolina Herrera, y este diseño incluye otro tipo de animal print.

Un vestido básico de cuello alto y manga larga, que representa la feminidad y la elegancia.

El animal print vuelve a aparecer, pero esta vez en un diseño de vestido mucho más arreglado.

Su apuesta para combinar un traje de sastre negro, con una blusa atada al cuello.

Nunca un abrigo amarillo había sido tan elegante como este.

El negro y el blanco con una combinación de falda y blusa negra, y un abrigo que incluye en sus mangas un detalle de animal print.