Chanel Métiers d’art 2020/21: todo sobre el desfile entre tradición e innovación
La emblemática casa francesa ha elegido un castillo de la Loira francesa para rendir homenaje al 'savoir faire' y a sus artesanos.
Creada en 2002 para rendir homenaje al savoir-faire de la moda francesa, reinventado sin cesar en un diálogo constante entre la Casa CHANEL y los artesanos, entre ellos Lesage y Desrues, la presentación de la colección CHANEL Métiers d'art es, cada año, una cita tan esperada como excepcional. Presentada en diciembre, fuera del calendario oficial, esta colección Prêt-à-porter, siempre tiene como temática un destino, real o imaginario, vinculado a la historia o actualidad de la casa. En 2019. el Grand Palais reprodujo de forma cuasi perfecta los apartamentos de Gabrielle Chanel, en el número 31 de la calle Cambon.
Este 2020, no falla a la regla. La colección, titulada "Le Château des Dames", "expresa el poder creativo de Virginie Viard, directora artística de colecciones de moda, y combina la experiencia del círculo Métiers d'art de CHANEL, que reúne a varios cientos de bordadores, trabajadores de plumas, paruriers, plisadores, zapateros, sombrereros y fabricantes de guantes, ubicados en París, el resto de Francia e Italia" según comenta la casa. Presentada en el emblemático Château de Chenonceau, contó con tan solo una invitada: Kristen Stewart, imagen de la casa. "Presentar en el Château de Chenonceau, en el 'Château des Dames', fue una elección obvia. Fue diseñado y vivido por mujeres, incluidas Diane de Poitiers y Catherine de ’Medici. Es un castillo a escala humana. Y el emblema de Catherine de Medici era un monograma compuesto por dos C entrelazadas, como el de CHANEL" comenta Virginie Viard, acerca de la elección.
A nivel estético, la casa retoma sus códigos, entre ellos, el impecable contraste del blanco y del negro, bañado en oro. A los trajes tradicionales se suman inesperadas lentejuelas, el tweed, despampanante de rosa, y tonos más sorprendentes, como el azul. ¿El hilo conductor? La época del Renacimiento, y más específicamente, las mujeres. "En 1936, Gabrielle Chanel escribió un artículo sobre las mujeres de esa época: 'Siempre me ha impresionado un extraño sentimiento de simpatía y admiración hacia las mujeres que vivieron desde François I er hasta Luis XIII, tal vez porque las encuentro todas grande, con una magnífica sencillez y una majestad imbuida de onerosos deberes'".
Un nuevo espacio
Esta colección es también anunciadora de un gran cambio, varias décadas después de que Gabrielle Chanel llamara a los mejores artesanos de la capital francesa, con el objetivo de proteger, sostener y desarrollar estas empresas, para respaldar su capacidad de innovación y reconocimiento mundial. Se manifestó claramente en 1985 con la adquisición del parurier Desrues, seguido de casi cuarenta Maisons d'art y manufactureros más, que emplean a más de 6.600 personas de diferentes generaciones y orígenes, todas al servicio de la creatividad de CHANEL, tanto a nivel nacional como internacional.
Según comenta la casa, "en 2021, 11 Maisons d'art se mudarán a Le 19M, el nuevo espacio creado por CHANEL ubicado en la frontera entre el distrito 19 de París y su ciudad vecina Aubervilliers. Como entidades independientes, seguirán trabajando con todos sus clientes según la inspiración de los diseñadores. Verdadero puente entre tradición e innovación, este escaparate de 25.500 metros cuadrados, imaginado por el arquitecto Rudy Ricciotti, responderá a las necesidades específicas de los 600 artesanos que trabajarán allí. Esta obra arquitectónica ha sido diseñada pensando en la eficiencia energética y tiene como objetivo obtener las certificaciones y etiquetas medioambientales más exigentes. Le 19M también albergará un espacio creativo inclusivo y multidisciplinar, dedicado a compartir, dialogar y reunirse con el público".

Un contraste cromático impecable, característico de Chanel, manifestado en cortes y tejidos voluptuosos, escotes profundos y vuelos.

"En la gran galería donde tiene lugar el desfile, el motivo de cuadros en blanco y negro en el suelo recuerda a un juego de damas a tamaño real, y aparece en minifaldas de lentejuelas, así como en una falda larga de tweed geométrico con flecos" comenta la casa.

El tweed, también símbolo de la maestría de Chanel, se revistió de dulzura con el rosa pero también colores más inesperados como el azul o el rosa.

Redescubrimos el corte mini, con bodies y monos, con los que ya nos había seducido Virginie Viard. En este caso, aparece bajo un amplio abrigo largo de terciopelo negro que remite a "La novia vestía de negro", ya que después de la muerte del rey de Francia Enrique II, Catalina de Medici solo vestía de negro.

Las lentejuelas, sinónimo de originalidad y suntuosidad, fueron otras de las inesperadas protagonistas del desfile.

CHANEL, revistió una nueva interpretación del traje, impecable y osado a la vez, con medias de color blanco. Uno de los diseños favoritos de Coco Chanel.

El espíritu rebelde de CHANEL se manifestó a través de prendas y complementos acolchados, entre ellos el chaleco.

En cinturones, detalles de botones o incluso joyas... el emblemático logo de la casa volvió a cobrar protagonismo.

La colección cuenta con numerosos guiños al Renacimiento y a personajes femeninos claves: "No sabemos si Coco se inspiró directamente en ella (Catherine de Medici), pero es muy probable porque admiraba mucho a las mujeres del Renacimiento. De ahí nace su gusto por las gorgueras de encaje y la estética de algunas piezas de su joyería. En el fondo, este lugar es parte de la historia de Chanel" asegura la Directora Creativa.

La colección no solo se rigió por el negro y el blanco: descubrimos looks más atrevidos y cálidos con el rosa, el naranja y el morado como estrellas. Y estampados enérgicos y románticos, como el floral. "Las flores de los dos jardines, uno creado por Diane de Poitiers y el otro por Catherine de Medici, situados a ambos lados del castillo, inspiraron los bordados florales" comenta CHANEL.

Numerosos looks llamaron la atención por su cuidado del detalle y movimiento. Redescubrimos el poder de los flecos o de los volantes.

El dominio del tul, de los brillos y de los flecos, entre otros, nos recuerda la maestría de todos los artesanos implicados en la creación de esta colección. "Para esta colección 2020/21 Métiers d'art, los cómplices artesanos de CHANEL están más que nunca a la altura de las expectativas: un vestido largo de encaje negro compuesto por celosías puntuadas con tachuelas, realizado por Lemarié; la parte superior de un vestido de damasco bordado íntegramente por Lesage; las sandalias de plataforma plateadas brillantes de dos tonos y las botas negras cónicas con puños doblados y tacones altos fabricados por Massaro" asegura la maison.
"¡Y un gran sombrero negro de Maison Michel, para un look muy Milady! También le pedí al Atelier Montex que hiciera bordados del castillo al estilo de un juguete infantil en strass. Porque me gusta que todo se mezcle, todas las épocas diferentes, entre el Renacimiento y el romanticismo, entre el rock y algo muy femenino, todo es muy CHANEL" concluye Virginie Viard.