
Dior nos propone looks románticos para este invierno
Largos vestidos de gasa o abrigos propios de una serie ambientada en el siglo XVIII. Dior se ha apoderado de los desfiles de la alta costura de París para demostrar que la feminidad y el invierno van de la mano.
Una de las grandes virutdes la Dior consiste en captar la esencia más etérea de una mujer y transformarla en una prenda. Los tonos pastel y los vestidos vaporosos siguen sin abandonar el concepto armónico de la firma de cara a esta próxima temporada otoño/invierno. La mezcla de estampados geométricos ha sido una de las claves de esta colección en la que los tejidos superpuestos se sumaban a las transparencias.
Otra de las llaves del éxito del desfile ha sido la maestría para acentuar la cintura. Costuras y cinturones dejan a la vista las formas femeninas, seguidas de volumen en faldas y gabardinas. Cada vez queda más lejos el calzado vertiginoso. Bailarinas a modo de babuchas o zapatos de estilo andrógino completaban los outfits escogido por Dior.
Como suele tenrenos acostumbrados, el maquillaje y la peluquería escogidos para la ocasión no han restado elegancia las modelos. Semirecogidos naturales con varios mechones sueltos y maquillajes naturales, haciendo uso del efecto no makeup en el que lo más importante es iluminar el rostro. Cejas muy marcadas y labios nude completan el look beauty. Una opción clásica y acertada de cara a las estaciones más frías.
Sin duda, desde que Maria Grazia Chiuri se hiciera cargo de la firma todo Dior se ha impregnado de una chispa de magia romántica que la diseñadora italiana no duda en aderezar con flores, pedrerías y encajes. Para completar la ambientación, la cuidada escenografía en la que no faltaban esbozos esqueléticos de girafas y elefantes, envolvía la colección para trasnportarnos a un elegante safari en el que el gris se convertía en la esencia de la temporada.

Vestido plisado con chaqueta estampada superpuesta.

Vestido palabra de honor de estampado geométrico en diferentes tonos de gris.

Encajes y transparencias enamarcan la figura femenina en este entallado vestido.

De tercioplero negro y escote corazón, Dior nos llevaba en un flashback a la época isabelina.

Vestido vaporoso con transparencias simulando a una prenda camisera.

De nuevo vestido entallado en el busto pero con vuelo en la falta. Dior incorpora a quí un elemento decorativo como las plumas.

Aunque el color predominante ha sido el gris, tmabién se han dejado ver destellos rojos como en esta composición que simulaba un traje de chaqueta y falda.

Vuelta a la época del Charleston con este vestido largo y suelto que juega con el movimiento en la cola.

A caballo entre una gabardina y un vestido propio del inviero, este tipo de prendas han sido otras de las habituales en esta colección.

Los vestidos vaporososo en tonos empolvados llevan varias temporadas protagonizando la línea creativa de Dior.

Bordados y terciopelo también fueron una de las opciones ganadoras de la colección.

De nuevo traje cruzado en tonos grises acompñado por unos zapatos

También hubo lugar para los bordados y las flores en esta colección en la que los vestidos vaporosos con acento en la cinturan fueron la tócnica a seguir.

Además de los trajes largos, los vestidos de cóctel también hicieron acto de presencia como este en tonos nude.

Tul vaporoso entre el rojo y el negro nos trasnporaba a la época del cancán. Las transparencias no podían faltar.

Un momento del desfiel en medio de una jungla parisina.

Continuando con el tono gris, también hubo lugar para las fadas largas. En este caso, look con apertura lateral y acentuando el cuerpo de gasa con un cinturón joya.

Otro vestido de cóctel con palabra de honor. El juego entre el bordado y las transpariencias se sublima con la gama bicolor.

Satén y bordados se convertían en socios y colaboradores en este vestido con escote de corazón y falda abullonada.

La diseñador a de la colección, Maria Grazia Chiuri, despidiendo el desfile.

Detalle de la escenografía envolvente del desfile.