La verdadera historia del bañador y del bikini: las prendas que revolucionaron el verano
Del primer bañador que cubría el cuerpo entero hasta los habituales bikinis de hoy en día. Te contamos cómo ha evolucionado esta prenda que ya ha cumplido un siglo de historia.
Hay ciertas prendas que son tan comunes en nuestras vidas, que realmente no nos paramos a pensar en el esfuerzo que han realizado miles de mujeres a lo largo de la historia para poder vestirlas. Uno de estos ejemplos son los bañadores ¿quién se imagina ahora un verano sin bañador o sin bikini?. Hace 100 años las mujeres no podían bañarse en el mar o en la piscina hasta que por recomendación médica se empieza a extender la creencia de que el agua salada era buena por salud y sobre todo para poder procrear.
Es entonces cuando empiezan los primeros avances y ellas pueden meterse pero con ropa. Todo lo que estuviese relacionado con la sensualidad estaba prohibido, por lo que se evitaba un exceso de tiempo en el agua que acaparase miradas de los hombres, un hecho que obligaba a las mujeres a darse un baño rápido pero no nadar. Tampoco podían entrar ellas por su cuenta sino que debían hacerlo en un carro para evitar las miradas que su paso hasta la orilla podía producir en los hombres. Es a principios del siglo XX cuando Annete Kellerman , australiana y nadadora profesional hace una defensa pública para llevar bañadores de una sola pieza y se presenta en una playa de Masachussets con un traje de baño ceñido, por encima de las rodillas y mangas cortas que hizo que la detuvieran. Entonces, existían en las playas unos hombres conocidos como "medidores de bañadores" que se aseguraban de que los bañadores cumpliesen con el límite establecido en cuanto a la medida por encima de la rodilla.
Al poco tiempo del incidente nació una colección de baño de una sola pieza con su nombre y fueron varias las mujeres que comenzaron a lucirlos por las playas. Desde ese momento las mujeres se armaron de valor y valentía para lucir bañadores a sus gustos sin importarles cuánto estuvieran enseñando de sus cuerpos. Con el paso de los años, el traje de baño según modas y distintas tendencias ha ido variando y adquiriendo distintas formas hasta nuestros días. Hoy ya no importa si optas por un bañador, trikini, burkini o bikini porque está (casi) todo permitido. Pero conoce cómo ha sido la evolución hasta nuestros días.

No es hasta bien entrado el siglo XX cuando las piezas de baño comienzan a dejar ver el cuerpo femenino, aunque no es hasta la década de los 70, y de la mano de la revolución feminista y la lucha por los derechos de la mujer, que aparecen los tangas y el topless. El cine y las fotografías icónicas de estrellas de Hollywood a orillas del mar, también han contribuido a su afianzamiento.

Es en 1860 cuando nació lo que podemos considerar la primera prenda de baño, que consistía en llevar pantalones largos, medias y camisola, tanto hombres como mujeres. Aunque ahora nos parezca incómodo resultaba mucho mejor que lo que se utilizaba hasta entonces para sumergirse en el agua, pues los bañistas se metían en el mar a "darse un baño" (pero no nadar), completamente vestidos. Las mujeres debían acceder al mar desde unos carros que las tapaban de las miradas de los hombres. A principios del siglo XX aparece el icónico traje de rayas con manga corta y largo hasta la rodilla que, en el caso de las mujeres, incluía un abultado y oscuro vestido sobre el mono para que no se marcaran las formas femeninas.

A partir de 1910, algunas comenzaron a eliminar las mayas y medias de sus trajes de baño, además de ajustarlos más a su cuerpo para poder nadar, lo que supuso un escándalo para las autoridades, que comenzaron a poner multas y sanciones al considerar que atentaban contra la moral. Lo que ahora consideraríamos un vestido recatado, era la máxima expresión del atrevimiento a principios del siglo XX.

Gracias a la gran Coco Chanel en esta época se produce un cambio en la mentalidad a nivel global, pues el estar bronceado deja de considerarse cosa de clase baja y cada vez las clases más acomodadas apuestan por ello. Es aquí cuando los trajes se acortan y se convierten en bodies que cubrían hasta la mitad del muslo, además de eliminarse las faldas para que la piel pudiera broncearse con el sol. ¿La pega? El tejido era de lana, por lo que al mojarse las prendas podían llegar a pesar hasta tres kilos.

En los cuarenta Hollywood vive su época dorada, y las actrices posan en la playa con sensuales trajes de baño encorsetados que apenas cubren las piernas y que anunciaban la aparición de las pin up poco después. Es en esta década cuando nace el bikini, que se presentó el 11 de julio de 1946 en París de la mano del ingeniero Louis Réard, que lo bautizó así tras la explosión de una bomba nuclear en el atolón de Bikini; aunque hay mosaicos antiguos que muestran que las mujeres en la Antigua Roma usaban una prenda similar para hacer deporte, se considera esta su fecha de nacimiento como prenda moderna. Fue un escándalo y su uso no se popularizó en todo el mundo hasta casi veinte años después.

En esta década comienzan a popularizarse los trajes de baño de dos piezas a raíz del nacimiento del bikini. Pero, por pudor, son mucho más recatados que el modelo original presentado y están compuestos por un sujetador y una braguita alta, que irá reduciéndose según se acerque el final de la década. En países como España o Italia estuvo prohibido debido a la gran influencia de la religión católica, pues El Vaticano lo tachó de "pecaminoso"; aunque algunas ciudades como Benidorm, animadas por la llegada de turistas extranjeras, se saltaban la norma y permitían su uso.

Los movimientos feministas contribuyeron a que se avanzara en la libertad de las mujeres por mostrar su cuerpo. En la misma década en la que se presentó la minifalda apareció el monokini, creado por Rudi Gernreich. Consistía en una única pieza que cubría la parte inferior del torso y se sujetaba con unos tirantes que dejaban al descubierto el pecho y que pronto evolucionaría hasta el más conocido trikini. En esta década, aparte de producirse la aparición del concepto topless y la aceptación del bikini, surge la lycra y se convierte en el material estrella de las prendas de moda baño.

Con el bikini asentado como prenda favorita de baño entre las mujeres –gracias entre otras cosas a diversos iconos del cine como Ursula Andress- y el topless aceptado en la mayoría de países occidentales, llega el tanga. En 1974, el italiano Carlo Ficcardi inventa esta pieza en Brasil y revoluciona el mundo. En esta década triunfaron los escotes en "V" de vértigo y la moda baño no quedó al margen, pues se popularizaron en los bañadores.

Tras permanecer relegado a un segundo plano por el bikini durante más de veinte años, el bañador vuelve con fuerza a primer línea. Triunfan aquellos con el tiro alto, a imagen y semejanza del que lucían Carmen Electra o Pamela Anderson en la serie Los vigilantes de la playa, todo un éxito televisivo mundial. Son los años de la explosión del culto al cuerpo, y la forma atlética es el nuevo canon de belleza, así que comienza a popularizarse la expresión "Operación Bikini", hasta entonces desconocida.

Diseñadores como Versace o Yves Saint Laurent recuperan el trikini, que vive a principios de esta década un revival, pero que no puede competir con el bikini. En estos años nace el burkini en Australia, inventado por la australiano-libanesa Aheda Zanetti y que triunfa entre las musulmanas al mismo tiempo comienza la polémica en occidente con esta prenda, pues se interpreta su uso como un retroceso en la libertad de la mujer.

La fiebre por el sporty llega a la moda baño, los bikinis triunfan verano tras verano, el topless está aceptado y los bañadores se consagran como pieza que aporta glamour. Sin duda, nuestras prendas de baño han evolucionado a lo largo de los años, un cambio que sirve como reflejo de la lucha por la libertad y los derechos de la mujer.

Los volantitos, bordados y estampados siguen arrasando... ¿pero te habías dado cuenta de que los modelos de los 90 han vuelto pisando fuerte?