Los polos con los que queremos dar la bienvenida a la primavera
A medio camino entre la informalidad de la camiseta y la elegancia de la camisa, y con una historia ligada al deporte, se trata de una de las prendas clave de la temporada. Estos son nuestros favoritos.
Cuando Manipur (India) era protectorado británico, los militares allí destinados disfrutaban tanto viendo y jugando partidos de polo que en 1833 fundaron el primer club. Claro que la camisa del uniforme no era de lo más cómodo. Por lo pronto, abotonaron el cuello en sus extremos para que no aleteara al cabalgar. Un año después, exportaron el deporte y la prenda al Reino Unido. Ambos triunfaron.
John E. Brooks (nieto del fundador de Brooks Brothers) asistió a uno de esos partidos a caballo durante un viaje de negocios a Europa. Más que el deporte, le llamaron la atención los mencionados cuellos, que ordenó replicar en Brooks Brothers. Así, desde 1896 comercializan la Original Polo Shirt, uno de los diseños de moda más imitados.
Sin embargo, el emblema del jugador a caballo nació en Argentina, donde los ingleses introdujeron el deporte en 1890. Lewis Spacey, jugador y camisero, tuvo la idea de bordarlo. En 1920, empezó a vender camisas de polo con el motivo (un diseño original del Hurlingham Club) en una tienda porteña.
Fue en el tenis donde surgió la prenda tal y como la conocemos. Al igual que los primeros jugadores de polo, los tenistas llevaron gruesas camisas blancas de manga larga hasta principios del siglo XX. Para entonces, la disciplina se había vuelto más democrática y competitiva, y precisaron mejorar su indumentaria. René Lacoste, durante el U. S. Championship de 1926 (que ganó, por cierto), trajo la revolución con su polo: de manga corta –no larga y enrollada–, en piqué –más transpirable y duradero–, con cuello abotonado y sin almidonar –fácil de abrir y levantar para protegerse del sol (y fardar)– y con el faldón trasero más largo –para que no se saliera del pantalón–. Un año después, le bordó el cocodrilo como referencia al apodo que le adjudicó la prensa. Cuando el tenista se retiró en 1933, fundó La Societé Chemise Lacoste junto a un empresario de moda para comercializarlo. Así, el polo dio el salto al gran público, y los golfistas lo adoptaron y adaptaron a sus necesidades.
Para deleite de los jóvenes, Fred Perry lo versionó en los 50; Ralph Lauren lo incluyó (con caballo) en su línea Polo en los 70; y en los 90, se infiltró en uniformes. Para terminar, ahí va otro dato: su nombre viene del tibetano: pelota se dice pholo. Aunque no tenemos ni idea de su relación con el helado...
Sin lugar a dudas, se encuentra en la lista de prendas que necesitas para ir a la moda esta primavera. Lo han versionado mil y una firmas, como Marc Jacobs, Marni o Y Project, siguiendo la oleada retro y deportiva que sacude la industria de la moda. En este sentido, su caso es similar al de la riñonera: un accesorio del que deseamos más modelos de los que nos caben en el armario. El polo es, además, una alternativa perfecta a la camiseta para lucir con el traje de moda de la temporada. Esta temporada, lo encontrarás de todas las formas y tejidos que imaginas, aunque predominan en color mostaza. Aquí va la selección con nuestros favoritos:

Modelo Marinheiro, en algodón acanalado en color mostaza, de Jacquemus.
310 euros, en Net-a-Porter.

De punto acanalado negro y con enormes botones, de Ellery.
788 euros, en Farfetch.

Cortito y blanco, de Champion.
52 euros, en Farfetch.

En rosa chicle con motivo de rayas en el pecho, de Ganni.
135 euros, en Farfetch.

Con flores bordadas y cremallera central, de Miaou.
318 euros, en Moda Operandi.

Cortito, a rayas y en mezcla de seda, de Fendi.
850 euros, en Net-a-Porter.

Acanalado en punto de algodón, de Mango.
39,99 euros.

Negro y ajustado, de Maison Margiela.
320 euros, en Farfetch.

Oversized, en punto de lana bicolor con cuello blanco, de Gucci.
890 euros, en Matches Fashion.

En piqué azul palo, de Polo Ralph Lauren.
103 euros, en Farfetch.

En piqué negro, con tres botones y mariposa bordada, de & Other Stories.
48 euros.

En rosa palo y con botones de clip, de Moncler.
175 euros, en Farfetch.

De lana y con cuello dorado, de Gucci.
890 euros, en Matches Fashion.

En punto elástico metalizado, de Tibi.
325 euros, en Net-a-Porter.

Con estrellas bordadas y logo en tres tonos, de la colección de Bella Freud para Fred Perry.
(Consultar precio en punto de venta).

En algodón de popelín a rayas amarillas y blancas, de Joseph.
185 euros, en Net-a-Porter.

Modelo clásico en gris perla, de Burberry.
195 euros, en Farfetch.

En lana malva, de Victoria Beckham.
650 euros, en Net-a-Porter.

De punto fino y efecto fluido, de Uterqüe.
79 euros.

En piqué blanco con logo, de Comme des Garçons Play.
165 euros, en Farfetch.