
Una novia, dos estilos: tiaras vs. tul de colores
Esta vez, la inspiración se escapa del taller de ballet y juega con la plata en tiaras y apliques.
Prerrafaelita, neogótica, victoriana... La inspiración puede venir de cualquier momento histórico. El resultado siempre es el mismo: vestidos con un punto excéntrico y con detalles propios de la alta costura.

Las tiaras y coronitas, si fueran auténticas joyas familiares, se imponen en las bodas aristocráticas (esas que la burguesía insiste en imitar); si, por contra, son de pega, son perfectas para novias punk y con sentido del humor.





Los cuadros de bailarinas de Degas parecen inspirar esta tendencia que triunfa temporada tras temporada, porque muchas novias buscan parecer delicadas y frágiles. Este tipo de vestido, además, tiene recorrido más allá del casamiento porque permite tejidos en tonos pastel.



