Pedida de mano: lugares ideales para celebrarla
La pedida de mano es una antesala a la boda muy familiar y emotiva, que se suele hacer como tres meses antes de la boda.. Es un momento en el que las familias de ambos novios se juntan para conocerse un poco más, y la ocasión merece un lugar perfecto. A veces se hace en la casa de la novia, pero cuando no, se puede realizar en algún restaurante..
La pedida de mano es un evento que ya forma parte de todo el ritual de la boda. Decimos "ya" cuando en realidad es un a tradición, más que una novedad. Quizás deberíamos haber utilizado "aún". Se trata de un evento puramente familiar, aunque hoy en día ha derivado en posterior reunión de amigos. Es una fecha ne la que las dos familias se juntan alrededor de una mesa (o un cóctel) y se conocen un poco más.
La forma tradicional de realizarla es en casa de los padres de la novia, donde acude la otra familia invitada, con un dresscode de cóctel, y se juntan en una comida, merienda o cena, no importa cuándo, aunque en la mayoría de las ocasiones se hacen para cenar. Lo más práctico es contratar un catering si lo vas a hacer en una casa, para que ambas familias puedan disfrutar por completo del evento y puedan charlar y olvidarse de nada que tenga que ver con la cocina.
Pero otra modalidad que también se lleva a cabo, en lugar de realizar el evento en casa de los padres de la novia, es que se busque un restaurante (a ser posible con un reservado con aforo para los miembros de la familia que vayan a estar) y cerrar una comida o cena con las dos familias. Es una buena manera de no tener que ser anfitrión en casa pero solucionar con elegancia el evento. Normalmente la invitación es por parte de los padres de la novia en esta ocasión.
Hemos hecho una búsqueda de algunos de los sitios más bonitos y con buena oferta gastronómica donde poder realizar esta reunión previa a la boda (se suele hacer con 2 o 3 meses de antelación a la fecha de la unión). Te damos opciones para más o menos gente, según el tipo de pedida que quieras realizar, pero todas ellas con el toque que este evento necesita. Un lugar que ea acogedor, con decoración agradable y por supuesto una cocina a la altura de las circunstancias.
Estamos convencidas de que todos estos lugares que te proponemos son un éxito seguro en la elección para tu gran día de pedida.

Uno de los lugares con más historia y solera alrededor de una buena gastronomía. Zalacaín abría sus puertas en 1973 con Jesús María Oyarbide al frente, posteriormente pasó a formar parte del grupo LaFinca, en 1995, con Luis García Cereceda y finalmente en 2017 el restaurante ha dado un gran giro con reforma incluida y sigue manteniendo gran parte de su esencia y origen, a través de sus platos, detalles de la decoración y algunos de sus clientes más fieles.
Esta nueva etapa tiene a Carmen González como directora de operaciones y a Julio Miralles como jefe de cocina de la casa, quien se encarga de recrear los platos míticos de Zalacaín y además ha añadido creaciones personales que hay que conocer.
El restaurante cuenta con tres reservados perfectos para las reuniones familiares e ideales para organizar una petición de mano íntima y muy especial. Cada reservado hace honor a los nombres de las tres mujeres que pasaron por la vida de Zalacaín el aventurero: Catalina, Linda y Rosita. Y todos ellos tienen ventanales que te permiten ver un agradable jardín, para seguir manteniendo ese clima de intimidad.

El concepto gastronómico de este emblemático restaurante sigue basándose en la excelente elección del producto,en la cocina de fondos y raíces y en las sugerencias fuera de carta con producto de temporada. “Ha cambiado, sobre todo, la percepción visual que recibe el cliente sobre el plato ya que los sabores de Zalacaín se mantienen. En esta nueva etapa hemos intentado dar luz a los platos de siempre de Zalacaín” añade Miralles que dirige a un equipo de trece personas.
Y aunque encontramos en su carta los platos míticos de sus orígenes como son el steak tartar acompañado de las patatas soufflé o el pequeño Búcaro Don Pío (huevos de codorniz, salmón ahumado y caviar "Beluga"), también podemos experimentar con los nuevos platos que propone Julio Miralles, entre los que destacamos la vieira y los langostinos al parmesano con PX.

Tanto en Zaragoza como en Madrid puedes encontrar este espacio que es todo un descubrimiento si quieres realizar un evento familiar con intimidad en un lugar acogedor, que está muy bien situado en ambas ciudades. Es una gran forma de reunir a tu familia y amigos en un concepto que es lo más parecido a estar en una casa.
Diferentes ambientes bajo un mismo estilo entre los que encontrarás una zona de recibimiento con sofás, un reservado con una mesa con capacidad para 10 personas o una sala más grande con posibilidad de sentar a 20 comensales. Siempre podrás ampliar el número de invitados si planteas la cena o comida como un cóctel. Además tienes dos baños y una cocina con almacén a tu disposición.

Una de las ventajas que encontramos en este tipo de espacio es que puedes contratar los servicios de cualquier catering, puesto que no trabajan en exclusivo con ninguno en particular, o si lo prefieres tú mismo puedes hacer el menú en su cocina.
La cocina está perfectamente equipada para que solo tengas que llevar la comida y la bebida. Cuenta con dos hornos, un microondas, nevera para bebidas, nevera extra grande con dos cajones de congelador, y cooking rak, lo último en cocinas de inducción. Además encontrarás todos los utensilios de cocina básicos y menaje de diseño para presentar tus platos. Si prefieres contar con el servicio de un catering, tendrán a su disposición este espacio para trabajar de manera muy cómoda.

Ya vimos que dio un estupendo resultado en la pedida de mano de la influencer María Pombo, y es que La Borda del Mentidero es una novedad que ha llegado a la capital pisando fuerte y para quedarse muchos muchos muchos años. Borja y Lara, matrimonio, padres de seis hijos y socios comenzaron hace muchos años con el que ha sido considerado durante muchos años el mejor catering de Madrid (por el Mentidero de la Villa), luego pasaron a abrir un restaurante en la calle Almagro, con el mismo nombre que su catering, y desde hace pocos años hasta ahora han abierto tres restaurantes en la zona norte de Madrid (accesible en transporte público): La Sal del Mentidero, Las Brasas del Mentidero y ahora han abierto las puertas de su última obra de decoración y gastronomía. Un espacio que impresiona desde fuera, y cuyos servicios abarcan hasta bodas.
Su experiencia en el sector nupcial les avala con su catering pero también con su finca de bodas La Villa del Mentidero, un lugar maravilloso en Alalpardo, a unos 35 km de Madrid. Esta vez, el espacio solamente queda a unos 15 km del centro de Madrid, y la calidad de su cocina sigue estando a la altura del resto de sus negocios anteriores.
Recomendamos La Borda del Mentidero tanto para pedidas de mano grandes, con amigos, copas y mucha fiesta, ya que tienes la posibilidad de cerrar el espacio, como para pedidas más familiares, que pueden tener una mesa un poco más apartada del comedor grande, y luego tomar un cóctel o copa en uno de los rinconcitos con sofás tan acogedores que tiene el restaurante. Pero además, no deja de ser un restaurante que ha comenzado a estar de moda y que creemos que lo va a estar durante muchos muchos años.
La decoración, obra de Madrid in Love, hace que quieras celebrar todos tus acontecimientos importantes en un sitio como este.

La Borda es una cocina abierta, fiel a los principios del Mentidero y con productos de origen, algunos de ellos cultivados en el huerto que se ha plantado a un lado de la casa, para acompañar a la estrella del menú, el solomillo, que será una experiencia no sólo en cuanto a su preparación, sino también en su presentación. En la parrilla también se trabajarán diferentes elaboraciones de pescados como el rape y el bacalao, y acorde con el ambiente acogedor de una borda, se ofrecerá una selección de gratinados, como la sopa de cebolla, o los canelones de perdiz.

Este nuevo concepto se ha implantado en el restaurante, el espacio gastronómico ubicado en la planta superior y distribuido en varios ambientes diseñados por Philippe Starck, en constante renovación. Además de contar con un menú degustación a un precio de 59 euros, ofrece una carta que se presenta como un compendio de platos lúdicos, de base tradicional y sabores nítidos, que ponen en relieve la calidad del producto y que se orientan a hacer vivir una experiencia exclusiva, a la altura de un lugar como Ramses: «laberíntico, lleno de puertas, de magia y misterio, que nos ha empujado a ofrecer algo distinto a través de la cocina, a golpear con fuerza la aldaba de un espacio único, la Puerta de Alcalá, desde otro muy especial, Ramses», afirma Xabier Gutiérrez.

A los aperitivos, que incluyen los imprescindibles de Ramsés (como ostras, caviar sobre blinis, jamón Joselito o anchoas del Cantábrico), se suman ahora propuestas creativas entre las que destacan Huevos y Huevas (huevos con caviar y toques violetas), la Ensalada de Cannabis (de cáñamo con tomates asados y brotes de verdura), la Ensalada de Bogavante (al horno con lino crujiente) o el Rabón (rabo de toro con romero y endivias guisadas), un claro guiño a la capital. Sobresalen también el pichón asado con barquillo de maracuyá o el lagarto de cerdo ibérico con mariposas de mandarina, y sus pescados, como la merluza (se ofrecen sus kokotxas y su receta en salsa verde), ingrediente fetiche de la cocina vasca y de la española, así como de la casa Arzak.
En definitiva, platos alegres, sensatos y equilibrados que se rematan con un sugerente apartado de postres que acoge propuestas como Puerta blindada (chocolate cremoso con crujiente de calabaza) o El cubismo (dados de manzana rellenos y cremosos).
Cada plato está presentado con todo el cuidado del mundo, y los sabores están siempre en el punto perfecto. Un caso en el que el buen hacer, el servicio atento y encantador en la justa medida, y una gastronomía muy bien pulida, que sin duda alguna no puede acabar de otra forma que con un éxito enorme.

Antes de acoger un restaurante, el local fue una galería de arte moderno que ha dejado su huella en los espacios interiores: diáfanos, minimalistas y luminosos; se han conservado los muros de piedra y ladrillo y en los suelos aún se aprecian los números que indicaban la ubicación de las obras. La sala, comandada con maestría por Juanjo Soria, ofrece una capacidad para 50 comensales (ampliable a 100 en formato cóctel) y cuenta con dos salones privados para reuniones más exigentes.
Si quieres hacer una reunión más pequeña siempre puedes disponer de la parte trasera del local, al lado de la cava de vino, donde encontrarás más intimidad. Y un lugar perfecto para reuniones familiares.

Lienzo es una de las direcciones gastronómicas más interesantes de la Comunidad Valenciana y también el proyecto personal del matrimonio formado por María José Martínez y Juan José Soria, dos jóvenes hosteleros de origen murciano que hace cinco años decidieron convertirse en copropietarios de esta casa.
La carta se compone de platos de clara raíz levantina —la coca-socarrat de La Safor con parpatana de atún, el fartón de centollo y cacau del Collaret, el conejo negro al ajo cabañil o el sándwich de pimentón y anguila cocinada en all-i-pebre— en los que cada ingrediente posee un sentido y una intención. Entre sus creaciones más celebradas, destacan el calamar dashi con encurtidos y su mantilla (una puntilla crujiente que se elabora con su propia tinta), el tartar de quisquilla, tamarindo y mantequilla de maíz picante o el tataki de vaca rubia gallega con tupinambo de cultivo ecológico.
Por último, la querencia de María José por el dulce y por la recuperación de recetarios clásicos se observa en el apartado de postres, para los que reclama su justo protagonismo. Destacan sus versiones de los pastissets de boniato —postre típico de la Navidad valenciana— o del pijama, el postre ochentero por excelencia a base de flan, fruta en almíbar, nata y helado, que se presenta a mesa completa sobre un mantel de blonda que ha sido diseñado en exclusiva para la cocinera, siguiendo el mismo patrón del que usaba su abuela.

El restaurante Ático está situado en un lugar privilegiado de Madrid. Un espacio gastronómico bajo la firma de Ramón Freixa, que se alberga dentro del hotel The Principal, en un chaflán que da a la Gran Vía.
El local está dividido en diferentes salas, cada una con un estilo muy diferente, y perfectas para cualquier tipo de reunión familiar. Nos gustan especialmente las que tienen más luz. Una está acristalada y es un lugar ideal para organizar una gran mesa.
Además, existe la posibilidad de comenzar con unos aperitivos en la maravillosa terraza que tiene vistas a la Gran Vía. Todo un lujo en las alturas del corazón de Madrid.

Todos sus platos están bajo el paraguas de Ramón Freixa, lo que garantiza éxito absoluto. Todos sus platos cuidan al detalle de la presentación y de la puesta en escena, ya que la gastronomía de Freixa supera el conseguir un sabor sublime.
Ático es la versión prêt à porter de la cocina premiada (con dos Estrellas Michelín) de Ramón Freixa, un lugar donde poder degustar muchas creaciones personales al alcance de un bolsillo medio.
El lugar reúne las condiciones para ser el elegido en una ocasión tan especial como una pedida de mano, o cualquier celebración que merezca un lugar privilegiado con insuperables platos que mezclan sabores y colores.

Con toques de diseño en la decoración, el restaurante Estay recogió el testigo de las antiguas tascas de barrio que poco a poco han ido desapareciendo, para convertirse en un centro de reunión de la zona. Cuentan con amplias instalaciones con distintos ambientes, que hacen que Estay parezca un restaurante diferente cada vez que descubrimos sus mágicos rincones distribuidos en forma caprichosa en dos plantas del local. Y nosotras en concreto, destacamos dos reservados que vemos perfectos para pedidas de mano familiares.
Son espacios con capacidad para 15 personas como máximo, ideales para las peticiones de mano más íntimas.

En Estay, la experiencia, la autenticidad y la pasión por la comida, se sirven en el plato … Especialistas en cuidar hasta el más mínimo detalle. Tienen una carta amplia y surtida en donde el comensal podrá encontrar productos de primerísima calidad, cocinados con mucho mimo.
Su especialidad son los pintxos vascos, aunque tiene una gran oferta en raciones perfectas para compartir. Puedes solicitar si lo deseas que te hagan un menú para grupo, y así tenerlo cerrado para antes del evento. Además, los precios son magníficos. Muy recomendado para este tipo de ocasiones, o celebraciones familiares.