Comerse el mundo
Un nueva generación de chicas lucha con sus propias armas contra los trastornos alimentarios . Las Edwarriors comparten sin complejos su historia en las redes sociales. ¿Les das el follow ?
Rebecca solía usar poco el Tumblr, pero ese día se le cruzó una imagen distinta: una chica había fotografiado el corcho de su habitación, del que pendían varios pequeños trozos de papel con unos mensajes que la estremecieron. También se había hecho fotos comiendo. Íntima y secretamente identificada, Rebecca, neozelandesa de 17 años, que hasta entonces había vivido su enfermedad en la sombra, le dio al botón de rebloguear. A la mañana siguiente publicó ella misma una foto de su desayuno, un bol de cereales, con el hashtag #edrecovery y un texto en el que prometía que iba a luchar para salir de la anorexia.
Cada vez que en Tumblr se publica alguna imagen tan personal como positiva puede desencadenar una media de hasta 50.000 reblogueos. Pero no es la única red social en la que están presentes; si sumáramos todas las fotografías publicadas en Instagram bajo hashtags propios de este movimiento mundial, tendríamos más de dos millones de publicaciones. En Facebook y Twitter se repite la historia: mensajes diarios desde todos los rincones del mundo que son gritos de esperanza. Hace diez años las chicas con trastornos alimentarios no podían ni soñar con una herramienta similar. Hoy se les conoce como las #edwarriors o #edsoldiers. ED son las iniciales en inglés de eating disorders –trastornos alimentarios–, y que ellas colocan en los hashtags para viralizar sus mensajes.
«Chicas, tengo miedo, me toca comer chocolate», dice Karin compartiendo una foto de su merienda, que incluye lo que llaman #fearfood, su alimento más temido. Cinco minutos después, una avalancha de likes y comentarios llenan su Instagram: «tú puedes, no estás sola»; «a mí también me pasa, pero somos mejores que un plato de comida»; «¡se puede salir de esto!». Los pensamientos negativos se disipan.
Las celebrities fueron las primeras en romper el hielo. En 2008, la actriz Anahí, recuperada de anorexia, encabezó la campaña «Si yo puedo, tú también». Poco después, la cantante Demi Lovato hacía saltar las alertas contando su lucha contra la bulimia en Twitter. Las últimas en sumarse han sido Lady Gaga y la actriz de Harry Potter Evanna Lynch, que el pasado año confesó en una entrevista que curarse de la anorexia fue lo mejor que le ocurrió en la vida. ¡Todo un ejemplo a seguir para sus followers!