Tres prácticas sexuales que desconocías y son muy placenteras
¿No sabes qué hacer para aumentar el placer durante el sexo? Prueba alguna de estas prácticas sexuales que posiblemente desconozcas ¡y disfruta!
Pegging, cuckolding y fisting son algunas de las prácticas sexuales más desconocidas y placenteras de la actualidad. Y es que ya sabes, el sexo es como los helados: hay para todos los gustos y está en constante evolución. Que sí, que el helado de fresa, chocolate y el de vainilla están muy ricos, pero hay vida más allá de ellos. Y eso es precisamente lo que pasa con el sexo.
“En la búsqueda del placer, innovar y probar cosas nuevas es fundamental para no estancarse. En los últimos 10 años, el sexo ha experimentado un cambio radical impulsado, principalmente, por la voluntad de conocer y tener nuevas sensaciones”, señala Alberto Gooding, responsable de comunicación de LELO, la marca de juguetes eróticos más exclusiva de España.
“De hecho, la sociedad cada vez da muestras de una mayor capacidad para alcanzar el clímax de formas totalmente distintas que hace algunos años no hubieran tenido cabida en su propio repertorio sexual”, añade.

prácticas sexuales
Tres prácticas sexuales para salir de la monotonía
Las infidelidades son uno de los principales motivos que se encuentran detrás de la ruptura de infinidad de parejas. Sin embargo, el cuckold o cuckolding supone un nuevo paradigma en las relaciones sexuales. Esta práctica consiste en que una mujer con pareja mantenga relaciones con un tercero de forma consentida.
En este sentido, existen varias posibilidades, ya que por lo general la mujer cuenta a su pareja lo que ha experimentado durante este encuentro o, en algunos casos, la otra persona juega el rol de espectador de la interacción con un/a tercero/a. Esta nueva tendencia, por increíble que parezca, hace que aumente la excitación de ambos.
Consiste en un intercambio de roles en el que las mujeres realizan una penetración anal al hombre, ya sea con algún tipo de juguete erótico (dildo o arnés) o con el dedo. El motivo de que el pegging sea cada vez más conocida reside en que ofrece un placer doble:
Por una parte, mediante la penetración anal se produce la estimulación del punto P (P de próstata, equivalente al punto G femenino), que aporta al hombre un clímax mucho más intenso y placentero. Por otra, la mujer pasa a tomar una posición más dominante, lo que aumenta su nivel de excitación.

'Tú, ella y yo', serie de Netflix
Esta es, sin duda, la práctica sexual más “salvaje”. El fisting, que tiene un origen sadomasoquista, consiste en la introducción del puño en la vagina, aunque en los casos más extremos se llega a introducir parte del brazo. Incluso se llega a realizar en el ano. Valérie Tasso, embajadora de LELO en España, destaca que “el fisting es una de las prácticas más complejas y que requieren un mayor nivel de conocimiento, sobre todo en los casos en los que la ‘penetración’ se produce a través del ano. En este sentido, es importantísimo destacar que, anatómicamente, el ano no está preparado para ello, por lo que es muy probable que se produzcan lesiones de algún tipo si se practica sin preparación previa”.
Respecto a estas prácticas sexuales extremas tan en auge, Valerie Tasso recalca que “siempre han existido, pero sí es cierto que estamos siendo testigos de un ‘redescubrimiento de lo extremo’ entre los españoles”.