7 valiosas lecciones sobre las relaciones que aprendimos en el instituto y que aún podemos utilizar
Porque las primeras veces nos enseñan a tener claro lo que queremos y lo que no, y sobre ello se construyen las bases para que las siguientes experiencias sean mucho mejores.
Las relaciones sentimentales que mantenemos en la adolescencia son muy emocionantes y, sobre todo, intensas. Con frecuencia, antes de vernos inmersas en la primera de ellas creemos saberlo todo porque ya lo hemos visto en las series adolescentes o nos lo ha contado nuestra mejor amiga.
De esta forma, hay muchas decisiones que se toman por imitación y otras se descubren sobre la marcha. STOP. Regla número #1 que aprendimos en el instituto: nada de imitaciones. Al final las mejores enseñanzas se acaban aprendiendo en primera persona y a través del primitivo método del ensayo y error.
Como resultado, estas primeras experiencias románticas a menudo construyen la base de las que vendrán después, ya que nos sirven como 'campo de pruebas' para adquirir esas habilidades sociales que nos ayudarán a manejar las mismas situaciones (o parecidas) más adelante y a lo largo de nuestra vida.
Esta etapa de aprendizaje, por tanto, es mucho más importante de lo que en principio podemos pensar. Sí, gracias a los rolletes de instituto, a los crushes que no nos hacen ni caso, al primer amor y a los amigos con derecho a roce de la adolescencia aprendemos valiosas lecciones que aún seguimos aplicando en nuestra vida adulta. Estas son algunas de ellas:
No importa con cuanta fuerza quieras a alguien o con cuanta fuerza te quieran. Si sientes que el amor no basta, probablemente estés en lo cierto y no sea suficiente, ya que una relación tiene que ser capaz de satisfacer otras muchas necesidades de todo tipo.

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Olvidarse de una ex pareja después de haber roto no es algo que suceda de la noche a la mañana. De hecho, la sensación de haber perdido a alguien y de que todo nuestro mundo se ha puesto patas arriba puede sentirse como un auténtico duelo. Sin embargo, la buena noticia es que cada día después de una ruptura la herida escuece un poco menos y nos encontramos más cerca de volver a sentirnos nosotros mismos otra vez.
Pasar tiempo con nuestros propios amigos y seguir disfrutando de nuestras aficiones, aunque nuestra pareja no nos acompañe, es fundamental para mantener nuestra independencia. De la misma forma, es vital contar con personas en las que se pueda confiar y con las que se pueda hablar al margen de la relación.
Encontrar a alguien cuya madurez esté al mismo nivel y que tenga los mismos valores e intereses en la vida no es indicativo suficiente para garantizar que una relación vaya a funcionar en el tiempo, de la misma forma que el amor, por sí mismo, no lo puede todo. Dos personas pueden ser maravillosas, pero eso no siempre significa que sean buenas la una para la otra.

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Es mucho más fácil resolver los problemas cuando se abordan de frente. En este caso no aplica eso de 'Ojos que no ven, corazón que no siente'. Lo que nos afecta negativamente y no se cuenta, no desaparece, sino que el silencio lo alimenta. Nadie es capaz de leer la mente del otro, por lo que es necesario verbalizar los problemas para encontrar una solución en equipo. Las suposiciones no tienen sentido en una relación y pueden convertirse en importantes fuentes de conflicto.
Ocurre sobre todo durante las primeras citas, y es que nos obsesionamos por causar una buena impresión cuando de verdad nos interesa la otra persona. Sin embargo, no tiene sentido dejar que se enamoren de una versión superproducida, en vez de hacerlo de nosotros mismos.
Esta verdadera personalidad también es determinante en momentos de conflicto. Como hemos mencionado anteriormente, la comunicación es fundamental y los problemas hay que intentar solucionarlos de frente, llegando a un consenso siempre que sea posible, pero sin comprometernos con algo que, en realidad, no queremos por miedo a perder a nuestra pareja.
La atracción mutua no es suficiente. Si no existe amistad, afinidad, intereses en común y respeto por ambas partes, la relación no durará a largo plazo.