10 lecciones de sexo que aprendimos de Samantha de Sexo en Nueva York
Fue el personaje más controvertido de la mítica serie, pero nos dejó sabios consejos sobre sexo que a día de hoy todas deberíamos tener en cuenta.
Nadie duda que ‘Sexo en Nueva York’ marcó un antes y un después en el panorama de las series televisivas. Esta serie, nacida un 6 de junio de 1988, protagonizada por mujeres, y con alguna guionista detrás, narraba la vida de Samantha, Carrie, Charlotte y Miranda. Cuatro amigas que vivían en Nueva York e intentaban abrirse paso como mujeres independientes en una ciudad donde establecer relaciones no era cosa fácil.
Si Carrie era Nueva York, Samantha era el sexo. Ella simbolizaba a la mujer liberada con éxito en su trabajo y sin remordimientos sentimentales. Antológicas fueron, entre otras, sus relaciones con un anciano, un hombre tan pequeñito que compraba en la sección infantil de Bloomingdale's o Sonia Braga.. .
Así era Samantha. El sexo era su religión. En 'Sexo en Nueva York 2' incluso la vimos lanzar condones a los musulmanes de Abu Dhabi que se atrevían a cuestionar su libertad sexual. Como icono sexual oficial de la serie, Samantha Jones se convirtió, por obra y gracia de los guionistas, en el estandarte de mujer liberada que usa el sexo a su favor para conseguir lo que desea. Aunque no siempre lo consiguiera.
Con su papel de mujer madura, independiente, segura de sí misma y desinhibida en la serie, Samantha Jones reivindicó que la sexualidad femenina no se termina con la menopausia, nos recordó que las fantasías más picantes están al alcance de la imaginación de cualquiera de nosotras, borró muchos tabúes sexuales en unos cuantos diálogos inolvidables.
Con ella aprendimos que el mejor amigo de una mujer puede ser un dildo, que la eyaculación femenina no es una fantasía, que debemos aprender a conocer nuestro cuerpo y a darnos placer, que lo más importante en este mundo es el amor a nosotras mismas y que, por supuesto, el hombre perfecto NO existe.
Lecciones valiosas que siguen vigentes hoy, tras más de 20 años del inicio de la serie, y es que la sabiduría de Samantha Jones sobre cuestiones sexuales sigue intacta en pleno S.XXI.
Hacemos un repaso de 10 valiosas lecciones que aprendimos capítulo a capítulo con Samantha Jones, uno de los personajes más carismáticos de ‘Sexo en Nueva York’.

Samantha no ocultaba su amor por los juguetes sexuales y no se avergonzaba de darles un uso normalizado.

Con 'Sexo en Nueva York' aprendimos que los extremos no son buenos. ¿Os acordáis cuándo Samantha se liga a un hombre con micropene? ¿O cuándo su ligue tiene un miembro enorme con el que ni siquiera puede? En ambos casos los resultados son pésimos (aunque tampoco se puede generalizar).

Según Samantha, nunca debes volver a pasar por la cama de una ex pareja: "El sexo con un ex puede ser deprimente. Si es bueno, te deprimirás porque es algo que ya no tienes en tu vida, y si es malo simplemente te habrás acostado con un ex".

Para el recuerdo estará ya la frase de Samantha "Estoy masturbándome. Te dije que estaría haciendo esto todo el día".

“Te quiero, pero me quiero más a mí ”. Samantha le dice a una de sus parejas cuando se da cuenta de que la relación ha acabado.

Una de sus frases más célebres, sin duda, es esta: "No entiendo cómo habéis sobrevivido a esto del amor. Es una mierda".

¿Recordáis cuando Samantha tuvo un affaire con la artista Sonia Braga? De sus encuentros sexuales, además de normalizar un tema bastante tabú por entonces, Samantha descubrió la eyaculación femenina.

Dar a tu pareja sexo oral puede ser una demostración de poder. En palabras de Samantha: "La sensación de poder que te da es muy excitante. Puede que seas tú la que estés arrodillada, pero le tienes cogido por las pelotas".

"Escuchadme: el tío perfecto es una ilusión. Empezad a vivir vuestras vidas". Amén.

Samantha fue el personaje con más amplitud de miras de todo el casting. Y, si no, atentas a esta frase: "Soy trysexual: pruebo todo al menos una vez"