
12 consejos para masturbarse (cuando no estás sola en casa)
¿Vives en un piso compartido? ¿Estas confinada en la casa familiar? No cambies tus costumbres (y placeres). Puedes seguir masturbándote aunque no estés sola. Toma nota.
Lo sabemos: la masturbación es totalmente natural y no tiene por qué ser vergonzosa bajo ningún concepto. Eso sí, es normal que al ser una actividad tan íntima nos solamos cortar a la hora de hablar de ello y que, querramos o no, para muchas personas siga siendo un tema tabú del que no se suelen pronunciar. ¿Qué pasa, entonces, cuando compartes vivienda con alguien y quieres masturbarte sin llamar la atención y sin que nadie se entere? No puedes hacer demasiado ruido, debes tener cuidado a la hora de volver a casa para no despertar a ningún miembro de tu familia y no puedes pasarte un tiempo infinito en la ducha u otros lugares...
Si vives sola, tendrás la oportunidad de no depender de nada y de nadie, y tu libertad es absoluta. Y también en tu vida sexual. Con o sin pareja, no tienes ningún inconveniente en invitar a tu chico/a y hacer todo el ruido que quieras, siempre teniendo en cuenta que tienes vecinos. En tu casa familiar, o compartiendo piso, las cosas cambian, y bastante. No quieres que nadie (y menos tus padres) te pillen en medio de un placentero y maravilloso orgasmo, ¿verdad?
Porque sabemos que es un placer al que no te gustará renunciar (aunque siempre es bueno darse un descanso), te damos algunos consejos básicos (y muy prácticos) para masturbarte si no vives sola en casa y no quieres pasar vergüenza con las personas con las que compartes techo. ¿Por qué no te lanzas a por nuevas técnicas? Sí, ya sabes que tus manos son mágicas, pero algunos juguetes sexuales pueden hacer maravillas que ni imaginas. Tenlo claro: el lugar y el momento son también clave. No dejes pasar la oportunidad de darte placer, sobre todo teniendo en cuenta que vivimos en un periodo de mucha tensión, aunque estés en tu hogar. Di adiós a los prejuicios (aquí te dejamos los principales) y sobre todo, déjate llevar. Y por supuesto, no te lo tomes demasiado en serio, que la vida es muy corta y ya tendrás más oportunidades de disfrutar. ¡Toma nota!

Es la regla básica: si sueles gritar o gemir cuando te masturbas, procura quedarte callada en la medida de lo posible. Puede resultar aún más excitante y nadie te pillará.

Tu ducha o baño diario puede convertirse en el momento idóneo para darte placer. Sabes que nadie te va a interrumpir y que el agua tapará el ruido de tus jadeos. Recuerda que existen juguetes sexuales totalmente waterproof.

Olvídate por una vez de las pantallas. Elige estas Navidades un libro erótico y léelo en silencio. Nadie se enterará de que está volando tu imaginación.

Al igual que la lectura, la música puede ser un potenciador natural de deseo. El remix de Crazy in love o Give Me a Reason puede ser la banda sonora de tu momento más íntimo (con cascos).

Si tu pareja no está contigo estas vacaciones, recuerda que el móvil puede ser vuestro mejor aliado. Podéis enviaros mensajes sensuales (el famoso sexting) o hacer una "sesión" de masturbación conjunta. Placer garantizado.

Si no quieres renunciar a usar tus juguetes sexuales, procura encontrar modelos más discretos o con forma poco llamativa para que nadie se de cuenta de lo que tienes en tu maleta. Y si alguien de tu familia lo encuentra podrás argumentar mucho más fácilmente.

¿No eres demasiado manual? Es el momento de probar con nuevas técnicas como el dry-humping, o sea, sin penetración. ay mil maneras de masturbarse (y tantas de lograr el orgasmo).

Es un periodo especialmente activo y alborotado en cualquier casa. Aprovecha una salida de compras de tus familiares para darte placer.

Tu habitación es el lugar más predecible. ¿Por qué no pruebas con otros lugares para masturbarte? Seguro que encontrarás sitios muy discretos en tu propia casa.

Es el momento clave. Justo antes de dormir, nadie debería molestarte (a menos que compartas la habitación).

Aunque no se trate evidentemente de anunciar lo que te dispones a hacer, siempre es bueno avisar a una persona de tu necesidad de intimidad.

Recuerda que es una temporada cortita. Quizá sea tu momento para descansar y reflexionar, dejando de lado el sexo un par de días. Te podría venir bien.