Coronavirus, depresión y otros problemas de salud: la “maldición” que aqueja a la Familia Imperial Nipona en el primer año de Naruhito

Se podría decir que la Familia Imperial de Japón está pasando por uno de los peores momentos de su historia. El emperador Naruhito, y con él el Trono del Crisantemo, se tambalean por momentos. Y es que cada vez son más los miembros de la familia que ven peligrar su salud, muchos de ellos por la presión que conlleva estar al mando del Imperio del Sol Naciente.

Hace unos meses se dieron a conocer los problemas de salud de la emperatriz Masako. La amiga de Máxima de Holanda tuvo que dejar de lado su prometedora carrera profesional para hacer frente al trono junto al amor de su vida. Su llegada a la familia no fue nada fácil, ya que el estricto protocolo nipón provocó en Masako un fuerte cuadro de depresión por el que tuvo que guardar reposo en Palacio.

Medio año atrás, la que fue la emperatriz, Michiko de Japón, fue operada de cáncer de mama. Un mes antes ya se había anunciado que la madre de Naruhito tenía un tumor maligno en etapa uno. Lo bueno de esta situación es que el tumor detectado a la emperatriz emérita en su seno izquierdo está en un estado temprano. Pero lo cierto es que también se ha enfrentado a otros problemas, como su dificultad a la hora de respirar.

La tía del emperador Naruhito, la princesa Hisako, también ha vivido muy de cerca estas afecciones de salud. La esposa del príncipe Takamando ha sido intervenida de urgencia en un hospital de Tokio por un episodio de apendicitis aguda. No obstante, tras la cirugía, la princesa se encuentra evolucionando favorablemente.

Pero uno de los últimos “percances” que ha sufrido la Casa Imperial ha sido el del coronavirus. Esta enfermedad, además de trastocar a gran parte de la población asiática y haberse extendido por Europa, también ha afectado al emperador Naruhito. A pesar de no padecerlo, el dirigente se ha visto obligado a suspender los actos por su cumpleaños, que se celebraba el pasado 23 de febrero y entre los que se encontraba su aparición ante su pueblo y una firma de su libro. Naruhito no ha podido soplar las velas de su 60 cumpleaños por el temor a una mayor propagación de esta pandemia en su país.

En el que iba a ser uno de los años más felices de la “Era Reiwa” con la coronación de Naruhito ha sido todo lo contrario. De hecho, su padre Akihito se vio obligado a cederle el trono tras notarse ciertas dolencias que le impedían continuar con sus actos oficiales.