
Dos años sin Juan Carlos y una duda aún sin resolver
Este 3 de agosto se cumplen dos años desde que el rey emérito pusiera rumbo a Emiratos Árabes y se desconoce si regresará a España de forma definitiva en algún momento.
El 3 de agosto de 2020 fue el día escogido por el rey emérito para hacer efectiva su “decisión de trasladarse al extranjero” de forma temporal; una fecha que sin duda quedará grabada en los anales de nuestra historia. Un sorprendente anuncio que la Casa Real se encargó de difundir hace dos años, a través una misiva en la que don Juan Carlos se dirigía personalmente a su hijo Felipe VI. En ella comunicaba su inminente decisión de abandonar nuestro país para trasladarse indefinidamente a Emiratos Árabes “ante la repercusión pública que están generando ciertos acontecimientos pasados de mi vida privada” con el objetivo de “prestar el mejor servicio a los españoles y a sus instituciones”.
Ahora el verano es muy diferente. El emérito vive el insoportable calor de Abu Dabi, con termómetros cercanos a los 50 grados y un sol de justicia, mientras que Felipe VI navega a bordo del Aifos 500 en las regatas de Mallorca, esa pasión heredada de su progenitor. Mucho han cambiado los tiempos desde un día histórico para nuestro país.
Con su repentina salida de España Juan Carlos I pretendía distanciarse de los problemas fiscales que habían comenzado a surgir en torno a su persona. Y es que tan solo dos meses antes de su traslado comenzaron a estallar los tres escándalos por los que ha sido investigado por el Ministerio Público: las supuestas comisiones por la obra del AVE a La Meca, los abonos del millonario mexicano Allen Sanginés-Krause y el trust de la isla de Jersey que le llevó a ingresar unas comisiones valoradas en más de 10 millones de euros. El hecho de que este trío de polémicas viera la luz pública motivó una decisión que según sus propias palabras tomó “con profundo sentimiento, pero con gran serenidad”. A pesar de que en un primer momento se negó a abandonar el país que tanto trabajo le había costado gobernar, no tardaría en darse cuenta de que era una decisión que tenía que tomar por el bien de la institución. “He sido Rey de España durante 40 años y durante todos ellos siempre he querido lo mejor para España y para la Corona. Con mi lealtad de siempre. Con el cariño y afecto de siempre, tu padre” se podía leer en dicho comunicado.
Desde entonces la vida de don Juan Carlos comenzó a cambiar y no solo por el hecho de tener que vivir en el extranjero. Aunque apenas se han desvelado detalles de cómo es su día a día al otro lado del mundo, se sabe que el emérito se instaló en un primer momento en la suite del jeque de Abu Dabi, situada en la última planta del Emirates Palace Hotel. Aunque esta no fue más que una residencia temporal. A los pocos días de aterrizar en Emiratos Árabes, Juan Carlos I fue trasladado junto a su séquito personal hasta una moderna vivienda privada muy próxima al Palacio Presidencial, situada cerca del hotel en el que se había hospedado. Esta segunda residencia fue cedida por el Jefe de Estado de Abu Dabi, quien también ofrecería posteriormente al emérito otra de sus propiedades en el desierto.
Pese a la dificultad de las circunstancias y a sus cada vez más acentuados problemas de movilidad, el rey emérito ha tratado de ser lo más positivo posible durante los casi dos años que ha tenido que estar alejado de su familia; y siempre ha mantenido la esperanza de poder regresar algún día a nuestro país. El pasado mes de marzo la Fiscalía del Tribunal Supremo decidía archivar de forma definitiva la investigación sobre la fortuna oculta de Juan Carlos I, tan solo cuatro años después de que Anticorrupción iniciara las primeras investigaciones. A pesar de que se acreditaron algunos comportamientos irregulares por parte del padre de Felipe VI, éstos no son perseguibles debido a que el monarca gozó de inviolabilidad hasta su abdicación en junio de 2014. Las regularizaciones tributarias llevadas a cabo por el monarca durante los meses previos y el hecho de que algunos de los cargos por los que había sido imputado hubieran prescrito, hicieron que el Ministerio Público tomara la decisión de poner fin a unas diligencias que llevaron a don Juan Carlos a refugiarse en los Emiratos Árabes.
El archivo de estas diligencias motivó su vuelta a España a finales de mayo de este mismo año, una decisión que también se encargó de comunicar a su hijo a través de otra carta: “Me parece oportuno considerar mi regreso a España, aunque no de forma inmediata” comenzaba la segunda misiva dirigida a Felipe VI, fechada el pasado 5 de marzo. Dos días más tarde la Casa Real se encargaba de difundir un texto en el que también incluyeron una serie de sugerencias realizadas por la Zarzuela, desde donde califican su regreso temporal como una decisión “constructiva y responsable” por parte del emérito. A pesar de ello, siguen viendo “prudente” y “discreto” que el rey emérito continue manteniendo su residencia en los Emiratos.
Una visión que también parece compartir el propio Juan Carlos, que quiso aprovechar para dejar claro que tiene pensado visitar nuestro país mucho más a menudo: "Prefiero, en este momento, por razones que pertenecen a mi ámbito privado y que solo a mí me afectan, continuar residiendo de forma permanente y estable en Abu Dabi, donde he encontrado tranquilidad, especialmente para este periodo de mi vida. Aunque, como es natural, volveré con frecuencia a España, a la que siempre llevo en el corazón, para visitar a la familia y amigos" explicaba en este documento. Felipe VI no tardaría en responder a la misiva de don Juan Carlos afirmando que “respetaba” y “comprendía” la decisión tomada por su padre.
El pasado 19 de mayo don Juan Carlos aterrizaba en el aeropuerto de Vigo para compartir unos días de vacaciones junto a unos amigos en Sanxenxo, donde pudo volver a disfrutar en primera persona del tradicional Trofeo InterRías. Tras un intenso fin de semana en tierras gallegas, el rey emérito viajó hasta Madrid para reunirse en el Palacio de la Zarzuela con su hijo Felipe, con quien mantuvo una reunión privada que se prolongó durante varias horas. En ella, el rey Felipe VI transmitió a su padre su malestar por la forma en la que había decidido regresar a España tras el escándalo mediático originado tras su salida: con un baño de multitudes en Sanxenxo y sin pasar previamente por Zarzuela para ver a la familia. Una `regañina´ que hizo recapacitar al emérito, que tomó la decisión de cancelar sus compromisos con las regatas gallegas a las que tenía pensado regresar durante el fin de semana del 10 de junio.
Pedro Campos, íntimo amigo y anfitrión de don Juan Carlos durante su estancia en Sanxenxo, explicó los motivos que llevaron al emérito a realizar estos cambios de última hora en su itinerario; argumentando que se debía a una serie de razones de "índole privada". El que fuera rey durante 40 años puso entonces rumbo de vuelta a Abu Dabi, donde todavía sigue manteniendo su residencia oficial. A día de hoy se desconoce si existe fecha oficial para su regreso definitivo a España, o simplemente si éste acabará produciéndose en algún momento.

El 3 de agosto de 2020 Juan Carlos I dijo se despedía de nuestro país. De aquella España a la que tanto le costó llegar y de la que 40 años después se tenía que despedir quizás para siempre. "Soy consciente de la trascendencia para la opinión pública de los acontecimientos pasados de mi vida privada y que lamento sinceramente, como también siento un legítimo orgullo por mi contribución a la convivencia democrática y a las libertades en España, fruto del esfuerzo y sacrificio colectivo de todos los españoles"

Tras más de 650 días alejado de nuestro país, don Juan Carlos volvía a pisar suelo español en torno a las siete de la tarde del pasado 19 de mayo. El rey emérito llegaba entonces al aeropuerto de Peinador de un vuelo privado desde Abu Dabi. Desde Zarzuela no vieron con buenos ojos que don Juan Carlos tomara la decisión de viajar directamente hasta Galicia sin pasar antes por Palacio.

El rey Felipe VI tampoco estuvo de acuerdo con el itinerario escogido por su padre para su vuelta a España, por lo que no tardaría en reprocharle su exhibición y posterior baño de multitudes en Sanxenxo.

El pasado 23 de mayo el Palacio de la Zarzuela acogió la esperada reunión entre el rey Felipe y don Juan Carlos después de casi dos años sin verse las caras. Padre e hijo mantuvieron una conversación que se prolongó durante varias horas, de la cual no se ha trascendido muchos detalles hasta la fecha. Lo que si han comentado fuentes próximas a palacio es que, Felipe VI pidió más discreción a su padre y le recordó que la única manera de dignificar su legado y de proteger su figura pasaba por que escuchara sus deseos.

El plan inicial de Juan Carlos I era permanecer un total de 12 días en territorio español. El rey emérito tenía pensado asistir a las regatas que llevan su nombre y que se celebraron en Sanxenxo del 10 al 12 de junio. Pero su larga conversación con el rey Felipe VI aquel lunes 23 de mayo le hizo cambiar de parecer; y finalmente el emérito puso rumbo de vuelta a Abu Dabi por razones de “índole personal”