
Grace Kelly, el estilo de un icono que inspira a las ‘royals’
Echamos la vista atrás y hacemos un repaso al vestuario de ensueño de la princesa Grace de Mónaco, cuando se cumplen 39 años de su triste fallecimiento
Al contrario de lo que sucede en otras ocasiones, Grace Kelly no concentró la atención de los medios ni se convirtió en referente cuando contrajo matrimonio con el príncipe Rainiero de Mónaco, sino que fue la artífice de trasladar todo el glamour de Hollywood al Principado tras haberse convertido en una de las actrices predilectas del star system. Pero comencemos por el principio.
Grace Patricia Kelly nacía el 12 de noviembre de 1929 en Filadelfia, en el seno de una familia acomodada de ascendencia alemana e irlandesa. Supo desde joven que quería lanzarse al mundo de la interpretación y, tras finalizar sus estudios, se trasladó a Nueva York para dedicarse al séptimo arte. Sería en la “ciudad que nunca duerme” donde encontraría su primera oportunidad como modelo y posteriormente como actriz en Broadway, debutando en 1949.
Tras su incursión en los espectáculos teatrales, Grace se muda a California para entrar en el codiciado elenco hollywoodiense. La película Catorce horas sería su primer papel importante en la gran pantalla y el inicio de un ascenso fulgurante que la llevaría a protagonizar otros filmes, como son: Mogambo —con el que llegaría su primera nominación al Oscar—, Solo ante el peligro, Crimen perfecto, La ventana indiscreta y Atrapa un ladrón. Estas tres últimas a las órdenes del director Alfred Hitchcock, quien no tardó en convertirla en una de sus musas e icono del celuloide. Con La angustia de vivir alzaría su primer Oscar en 1955, precisamente el mismo año en el que conoció al príncipe Rainiero en el Festival de Cannes.
Un año más tarde, en 1956, se casaría con el príncipe Rainiero III de Mónaco, dejando de lado la industria del cine cuando se encontraba en la cima de su carrera. Junto a él tendría tres hijos: Carolina, Alberto y Estefanía.
Sin duda, no tardó en convertirse en una de las monarcas más admiradas y emuladas en cuestión de estilo, siendo todo un referente tanto por sus looks de belleza como por sus cuidados estilismos. De hecho, Gucci diseñaría para ella el primer fular de seda estampada, Flora, mientras que Hermès acuñaría con su nombre el codiciado bolso Kelly. Balenciaga, Givenchy o Dior se convertirían en sus firmas de cabecera, logrando unos looks epatantes tanto en los eventos de gala como con sus elecciones más casual.
En 1982, Grace sufría un trágico accidente de tráfico junto a su hija Estefanía, que le costaría la vida. Hoy, casi cuatro décadas después de su triste fallecimiento, revemos algunos de sus estilismos emblemáticos, precisamente esos que siguen sirviendo de inspiración a celebrities y royals europeas.

En esta imagen la vemos junto a Marlon Brando tras recoger la estatuilla a Mejor Actriz en la gala de los Oscar de 1955. Lucía un bonito vestido drapeado con finísimos tirantes de Edith Head, artífice de muchos de los mejores looks de la época.
Si quieres ver la perfecta representación del New Look de Dior, la encontrarás en este vestido negro con cuello en blanco a contraste que vistió durante el estreno de La ventana indiscreta, en 1954.

Durante la gala de los Oscar de 1956 la veríamos posando junto al actor Ernest Borgnine, vestida con un precioso vestido fluido con escote halter cruzado y bordados florales. Un diseño atemporal que podríamos llevar hoy día y que nos convertiría en la mejor vestida de cualquier evento.

Para la película High Society posó con uno de los vestidos de corte de la época, con el talle marcado, cuerpo ceñido, falda corola de amplios vuelos y mangas abullonadas.

Su enlace junto a Rainiero III de Mónaco se anunciaba en la Navidad de 1955, pero sería en enero de 1956 cuando concederían una rueda de prensa para anunciarlo públicamente. Para la ocasión, Grace optaba por un vestido de lana en color champán con lunares metálicos dorados, cuello camisero, botones forrados y falda de vuelo.

Un día después se captaba esta imagen en el neoyorquino Hotel Waldorf-Astoria tras una gala benéfica. Grace lucía un opulento vestido blanco diseñado expresamente por Christian Dior. El diseño presentaba un corpiño ajustado decorado con lirios y falda voluminosa. Lo complementaba con sus inseparables guantes y collar de perlas.

El de Grace Kelly ha sido uno de los vestidos de novia más buscados e inspiradores de todos los tiempos. El diseño tardó seis semanas en confeccionarse y estaba compuesto por un cuerpo de encaje de cuello alto con aplicaciones de perlas, talle ceñido con efecto fajín y falda de seda. La artífice fue Helen Rose, encargada del vestuario de la última película en la que participaría Grace Kelly, Alta sociedad.

Disfrazados, con tocados ampulosos y un vestido que bien podríamos llevar a cualquier boda y nos convertiría en una invitada de excepción. Con motivo de la fiesta celebrada en el Casino de Montecarlo en 1969, vestiría un modelo en gasa, de manga sisa y cuerpo efecto babero con apliques de pedrería.

Junto a su marido y sus hijos en un retrato familiar, para el que escogió un vestido fluido estampado de gasa con escote en uve y manga amplia.

La princesa Diana de Gales y Grace de Mónaco coincidían durante una fiesta en Londres en el año 1981. Mientras Lady Di vestía un diseño en negro con escote corazón, Grace Kelly se hacía con un vestido realizado en tejido tornasolado púrpura, de mangas abullonadas y lazo en la cintura. Lo complementaba con un collar largo de perlas anudado.

Si el estilo royal no se le resistía, el casual muchísimo menos. De hecho, ella sola podría abanderar muchas de las tendencias de esta temporada. Por ejemplo, a su llegada al aeropuerto de Nueva York en 1955, la vimos con un abrigo largo de silueta oversize, boina, bolsito de asa corta y zapatos de corte salón. Cómo no, también se enfundaría sus inseparables guantes blancos.

Y si el abrigo anterior os ha gustado, éste haría las delicias de cualquier fashionista. Un diseño estampado en clave extra larga con falda a juego.

Sencillamente espectacular con este conjunto de falda midi estampada y blusa con gran lazada al cuello. Sobre los hombros una chaqueta cropped negra a juego con el bolso de asa corta que colgaba de su mano derecha y sus indispensables gafas de sol. Llama poderosamente la atención su look de belleza, con su característica cabellera midi de puntas marcadas con ondas y el pelo retirado hacia atrás.

Los turbantes eran otros de los complementos fetiche de Grace de Mónaco, en esta ocasión luciéndolo junto con un bonito abrigo provisto de botones joya y unos salones de tacón medio.

¿Creías que los pañuelos en la cabeza eran cosa de este año? Así los llevaba Grace Kelly en sus vacaciones estivales junto con un vestido recto de manga sisa y unas gafas de sol XL.

Todo lo que podamos imaginar, Grace ya lo lució antes que nosotras. Basta ver el layering de collares que porta en esta imagen, algo en plena tendencia actualmente; así como el detalle de su recogido, intercalado con una tira de apliques.

La diadema se postula el accesorio más trendy de la temporada otoñal y ya era uno de los imprescindibles de la princesa Grace a la hora de retirar su melena.

Las gafas de sol son una constante en muchas de las imágenes que podemos ver de Grace Kelly y, como buena prescriptora de tendencias, no dudó lucir una llamativa montura aviador en carey.