
Los desastres de estilo del 12 de octubre que doña Letizia querría olvidar
Repasamos los looks imposibles de la esposa de Felipe VI durante el Día de la Hispanidad
Se acerca una de las fechas más importantes para la Primera Familia de España. El Día de la Hispanidad no solo supone la celebración de un hito histórico para nuestro país, sino que, a nivel estilístico, es una de las jornadas en la que más esperamos de doña Letizia. Una fecha en la que la consorte suele sorprendernos con modelos de estreno salidos del taller del que hasta ahora ha sido su modisto de cabecera, Felipe Varela.
Sin embargo, dado que en los últimos tiempos sus preferencias a la hora de vestir han cambiado de manera notable no sería extraño que esta vez pudiera sorprendernos con un look novedoso salido de algún atelier poco conocido o quizás de alguna de sus otras firmas fetiche, como la venezolana Carolina Herrera. Y es que desde que Eva Fernández entrase a formar parte del equipo de Su Majestad, tanto sus outfits como el abanico de marcas se ha ampliado de manera más que considerable. No obstante, quince años al lado de don Felipe dan para mucho. Tres lustros en los que, en el caso del 12 de octubre, Varela ha sido el absoluto rey del armario de doña Letizia, y no siempre con buena fortuna, todo sea dicho.
En una jornada en la que el protocolo debe primar por el carácter festivo y castrense de gran parte del acto, es importante adaptarse a la etiqueta. Algo que, mientras que Felipe VI hace con absoluta maestría, doña Letizia no siempre ha logrado. Hay que tener en cuenta que la consorte tuvo que ir adaptándose a las férreas normas de palacio y eso no siempre es fácil.
En sus primeros años, doña Letizia debía compartir protagonismo no solo con la reina doña Sofía, sino también con las infantas Elena y Cristina, acostumbradas desde la cuna a vestir y comportarse en cada acto. Poco a poco la ahora Reina ha adaptado su estilo a cada acto al que acude, logrando una maestría -aunque con algún tropezón- de la que no gozaba antaño.
Sin embargo, imposible no recordar en una fecha como esta los ‘desastres’ que a doña Letizia le gustaría enterrar en el fondo de su armario para siempre. Una pena que siempre podamos tirar de hemeroteca. Pasen y vean.

El de 2007 fue uno de los estilismos menos favorecedores de la Reina. Una combinación de vestido y abrigo en color azul que la entonces princesa completó con medias brillantes y un peinado al estilo 'Gilda'. Un look de excesos para esconder en lo más recóndito de la memoria.

Apostar por el monocolor no suele ser una buena idea y prueba de ello es este outfit por el que la esposa de Felipe VI optó en el año 2008. Un vestido sencillo con un abrigo brocado que resulta excesivamente barroco. Aburrido hasta el extremo. Quizás una cartera de color le hubiera dado un punto de sofisticación al look, pero el bolso que eligió la entonces Princesa no resulta la mejor opción.

Uno de sus estilismos más desacertados. Un conjunto de pantalón y blusa con chal de Felipe Varela que no cumplía con el protocolo y que generó numerosas críticas hacia la entonces Princesa.

En 2013, la consorte optó por un vestido de encaje granate y chaqueta tweed rosa de Felipe Varela. Como complementos, unos salones de ante de Magrit y una cartera a tono. El vestido en sí no era una mala opción, pero la chaqueta fue un complemento desacertado.

Su estreno como Reina vino de la mano de uno de sus looks más memorables. Un diseño excesivo que marcaba demasiado la figura de la consorte y que parecía más adecuado de una estrella que de una royal. Pese a todo, lo ha recuperado más de una vez.

Era un look ideal, hasta que se descubrió que Felipe Varela se había inspirado -en exceso- en un modelo de Oscar de la Renta. Pese a la polémica, es uno de los pocos que la Reina ha recuperado en varias ocasiones después de estrenarlo y es que el modelo era espectacular.

El pasado año, la Reina sorprendió con un conjunto de inspiración bailarina de Felipe Varela en un tono rosa nude que hubiera resultado muy favorecedor si no fuera por la blazer con la que Su Majestad completó el estilismo.