
Los momentos más curiosos de la visita de los Reyes a Canarias
Don Felipe y doña Letizia protagonizaron una serie de divertidas anécdotas en su llegada al archipiélago.
Con la llegada de la “nueva normalidad” y del buen tiempo a la Península, los Reyes han decidido aprovechar su verano para hacer una gira por todas las comunidades autónomas de España, para conocer así de primera mano cómo ha sido el impacto de la crisis sanitaria en los diferentes puntos de nuestro país. El pasado martes comenzó este ‘royal tour’ con la llegada de don Felipe y doña Letizia a Gran Canaria. Una jornada en la que el monarca y su esposa pudieron conocer algunos de los lugares de mayor interés turístico del archipiélago, y también interactuar con los civiles que estaban allí presentes.
Además de la visita de los soberanos a la base militar de Gando o a la Casa-Museo de Benito Pérez Galdós, el día nos dejó un sinfín de anécdotas que quedarán en el recuerdo de los Reyes y de los canarios por su espontaneidad.
Después de un ajetreado día de visita por los puntos más conocidos del archipiélago canario, llegó el tiempo de “ocio”. Letizia y Felipe VI aprovecharon para dar un paseo por los alrededores de la playa de Las Canteras, donde varios bañistas disfrutaban del caluroso clima e intentaban interactuar con los Reyes. “¡Qué maravilla!”, comentaba la experiodista mientras observaba cómo poco a poco las playas y los lugares más transitados volvían a ser lo que eran hace tan solo cuatro meses. Un comentario que no pasó desapercibido para uno de los allí presentes, que intentó realizar una “trampa” de la que la Reina salió airosa: “Casi mejor que Ribadesella”, decía un bañista. Por su parte, la esposa del monarca dejó a un lado sus raíces natales para dedicar una sonrisa al hombre: “Bueno… Diferente”, decía Letizia.
Pero no quedó ahí. Tras dar una vuelta por el paseo de Las Canteras, los Reyes se acercaron a la zona que en estas fechas está completamente llena de bares y chiringuitos. Uno de estos negocios no dudó en servir al Rey un poco de jamón para intentar entablar una conversación: “Acabamos de abrir”, dijo una de las dependientas. Felipe por su parte mostró todo su apoyo al local y les deseó “mucha suerte” en esta nueva y atípica etapa para todos. Pero haciendo gala de su naturalidad y de su cercanía con el resto de ciudadanos, Letizia no dudó en animar a su marido para aceptar la invitación y tomar una tapa, sino que también le aconsejó que se apoyara en la barra, al igual que hizo ella.

Don Felipe y doña Letizia protagonizaron una serie de divertidas anécdotas en su llegada al archipiélago.

Con la llegada de la “nueva normalidad” y del buen tiempo a la Península, los Reyes han decidido aprovechar su verano para hacer una gira por todas las comunidades autónomas de España, para conocer así de primera mano cómo ha sido el impacto de la crisis sanitaria.

El pasado martes comenzó este ‘royal tour’ con la llegada de don Felipe y doña Letizia a Gran Canaria. Una jornada en la que el monarca y su esposa pudieron conocer algunos de los lugares de mayor interés turístico del archipiélago.

Además de la visita de los soberanos a la base militar de Gando o a la Casa-Museo de Benito Pérez Galdós, el día nos dejó un sinfín de anécdotas que quedarán en el recuerdo de los Reyes y de los canarios por su espontaneidad.

Letizia y Felipe VI aprovecharon para dar un paseo por los alrededores de la playa de Las Canteras, donde varios bañistas disfrutaban del caluroso clima e intentaban interactuar con los Reyes. De hecho, uno de ellos intentó “retar” a Letizia para que se decantara por el clima tropical o por el de sus raíces norteñas.

Haciendo gala de su naturalidad y de su cercanía con el resto de ciudadanos, Letizia no dudó en animar a su marido para aceptar la invitación de uno de los negocios y tomar una tapa, sino que también le aconsejó que se apoyara en la barra, al igual que hizo ella.