Desde su vestido de novia hasta sus looks de fiesta: Los trajes más icónicos de Isabel II

Los coloridos looks de la reina se convirtieron en una de sus señas de identidad.

09.09.2022 | 12:50

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Isabel II y sus coloridos trajes siempre serán recordados. La reina ha dejado varios looks que pasarán a la historia, y detrás de la elección de esos colores tan llamativos había una razón. La monarca vestía siempre en tonos chillones para llamar la atención y ser vista entre la multitud, así que no se trataba de una decisión al azar. Repasamos los looks más icónicos que nos deja la reina Isabel II.

Vestido de novia

El 20 de noviembre del año 1947, Isabel II y Felipe de Grecia se daban el ‘sí, quiero’ en la Abadía de Westminster. La todavía princesa lució un vestido de hombros marcados, escote corazón y mangas ajustadas firmado por Norman Hartnell. La confección del espectacular vestido de novio llevó varias semanas de trabajo, y fueron varias costureras las que formaron parte del proceso. El traje llevaba 10.000 perlas bordadas e incrustaciones de cristal y lentejuelas que formaban motivos florales inspirados en ‘La primavera’ de Botticelli.

Primera visita al Vaticano

Fue en el mes de mayo de 1961 cuando Isabel II pisó el Vaticano por primera vez. La monarca visitó al Papa Juan XXIII, y se decantó para la ocasión por un outfit que no pasó desapercibido. Isabel II lució un total black al que nos tenía poco acostumbrados, un vestido largo de tejido Jacquard, guantes largos y un bolso de mano. Un conjunto que completó con un collar de perlas de su abuela y la tiara de diamantes de la reina Alexandra, de la que caía una mantilla a juego.

Nueva reina de Inglaterra

La coronación de Isabel II como reina tuvo lugar y confió en el mismo diseñador que le hizo su traje de novia, Norman Hartnell. Para un día tan especial, lució un vestido de seda blanca bordada con los emblemas florales de los países de la Commonwealth, que cubrió con una capa de terciopelo y acompañó con la Corona de San Eduardo, la oficial de Inglaterra, aunque en los primeros instantes de la coronación llevó una diadema de diamantes. La reina se decantó por unas sandalias de Roger Vivier de piel dorada con la flor de lis en la zona del empeine, tacón cuajado de rubíes y plataforma interior para reducir el arco del pie. Un look pensado al detalle para no dejar nada al azar en un día tan importante para Reino Unido.

De fiesta

Así vimos a la reina Isabel en la cena previa a la boda de su nieto Guillermo con Kate Middleton. Se decantó por un vestido azul con bordados en dorado, a juego con el bolo y los zapatos.

Amante de la naturaleza

Isabel era una gran amante de la naturaleza y de los animales. Su pasión por los perritos de raza corgi y sus caballos es de sobra conocida. Era habitual verla disfrutando del aire libre ataviada con su pañuelo, sus botas y ropa cómoda para pasear.

Elegancia

En junio del 61 John F. Kennedy visitó a la Familia Real británica, y el vestido que lució la reina durante el encuentro se convirtió en uno de los grandes protagonistas de la cita. Un diseño azul princesa que lució con innumerables joyas de su amplia colección.

Fiel al ‘color block’

La reina nos tenía acostumbrados a sus looks monocolor, especialmente en sus últimos años de reinado. La razón no es otra que evitar pasar desapercibida entre la multitud, para que pudiera ser observada por todos en cada acto oficial al que asistía.