Carlota Casiraghi y su vestido dorado eclipsan al resto de la familia Grimaldi en el Día Nacional de Mónaco

Cada 19 de noviembre, el Principado de Mónaco viste sus mejores galas para celebrar su Día Nacional con una sucesión de actos públicos en los que la familia Grimaldi, y en especial Alberto II, se convierten en los auténticos protagonistas. Este año, la cita llegaba con la notable ausencia de Charlène, algo que ya se sabía previamente tras la emisión de un comunicado oficial. Precisamente, un hecho que ha despertado uno de los gestos más emotivos del día, el momento en el que sus hijos, Jacques y Gabriella, mostraban desde el balcón de palacio dos dibujos dedicados a su madre, en los que se podía leer «Te echamos de menos, mamá».

Eso sí, además de por su padre, Jacques y Gabriella han estado arropados por la familia Grimaldi en pleno, encabezada por las Princesas Carolina y Estefanía, acompañadas de sus hijas e hijos, las parejas de éstos y sus nietos. Sin embargo, ni Andrea Casiraghi, Tatiana Santo Domingo, Pierre Casiraghi, Beatrice Borromeo, Alexandra de Hannover, Louis Ducruet, Pauline Ducruet o Camille Gottlieb lograron despertar tanta expectación como lo hizo Carlota Casiraghi.

Ausente en el Día Nacional de Mónaco desde el año 2017, Carlota Casiraghi regresaba deslumbrante, en el sentido más literal de la palabra, a los actos propios de la festividad monegasca. La nieta de Grace Kelly hacía acto de presencia sin su pareja, el productor Dimitri Rassam, pero sí acompañada de su hijo de ocho años Raphäel, fruto de su relación con el humorista francés Gad Elmaleh. Para la ocasión, la hija de la princesa Carolina apostaba por un precioso vestido guateado teñido de un llamativo color dorado, perteneciente a la propuesta Pre-Fall 2020 de Chanel, que pronto causaría furor en las redes sociales.

Se trata de un diseño salido de la colección Metiers d’Art de la maison francesa, con falda por encima de la rodilla, corte a la cintura, manga larga de hombros marcados y cuello perkins. Una elección que si de por sí ya era transgresora, más llamaba la atención en comparación con los looks más sobrios de sus cuñadas, Tatiana Santo Domingo y Beatrice Borromeo.

Mientras Virgine Viard, directora creativa de Chanel, subió a la pasarela este vestido acompañado de unos leggins de estilo lencero, grandes brazaletes de perlas y su icónico bolso al hombro provisto de cadena, Carlota Casiraghi estructuraba su propia combinación ganadora. En su caso, optaba por complementarlo con unos zapatos negros con pulsera, cómodo tacón medio y detalle de camelia en la pala; así como un bolso de piel negra acolchada y ribete dorado con cadena, también pertenecientes a la firma francesa. Tampoco pasaron desapercibidas sus joyas, unos pendientes con gemas de aires vintage y unas pulseras doradas para un look de impacto.

No nos extraña que Carlota Casiraghi haya logrado hacer viral su outfit en cuestión de minutos, ya que es una auténtica prescriptora de tendencias, sofisticada, elegante y con un punto de rebeldía que bien podría haber heredado de su madre, la princesa Carolina. Tampoco nos llamó la atención que su reaparición haya sido de la mano de Chanel, firma de la que es embajadora desde comienzos de este año y maison que siempre se ha relacionado con las royals monegascas. Sin duda, una exitosa unión con mucho futuro a la que no le perderemos la pista.