Los otros dramas de la Reina Isabel de Inglaterra
El reinado de Isabel II ha estado marcado por varias situaciones límite y dramáticas
Parece que lo peor estaba por llegar para la reina Isabel II de Inglaterra cuando los problemas, crisis y escándalos vividos en este reciente 2019 superaban aquel 1992 que ella misma calificó de ‘annus horribilis’. Tres nombres para la historia: Brexit, Meghxit y Epstein. Pero no es la primera vez que la Soberana se enfrenta a situaciones límite, incluso dramáticas.
El llamado ‘Meghxit’ -la decisión del príncipe Harry y Meghan Markle de retirarse progresivamente como miembros senior de la Familia Real- ha acaparado titulares en todo el mundo. La respuesta de la Reina despertó máxima expectación y finalmente apoyó públicamente a su nieto, eso sí, conminándolo a una separación completa de la Familia Real en cuanto a asignación económica y representación institucional. Otro asunto espinoso del 2019 ha sido la polémica entrada del país en el Brexit, oficial desde este viernes, impulsada por el primer ministro Boris Johnson y con gran parte de los ciudadanos británicos en contra. Supone el adiós a Europa y la división del Reino Unido. Sin embargo, el verdadero problema ha sido el escándalo sexual del caso Epstein en el que se ha visto implicado su hijo Andrés. Recordamos estos y otros dramas que ha superado la reina Isabel II.
Princesa obligada

Isabel II, Felipe de Edimburgo
Desde los 10 años, Isabel de Windsor ha ido encajando todo lo que la vida le ha puesto en su camino. Nunca pensaron que aquella niña de ojos azules un día sería la Reina de Inglaterra, pero la renuncia de su tío Eduardo VIII, por amor a la divorciada americana Wallis Simpson, cambió radicalmente su destino. La pequeña Lilibeth sucedió a su padre Jorge VI (quien se convirtió en inesperado Rey en diciembre de 1936, tras la abdicación de su hermano Eduardo) como Isabel II, en 1952. Algunos le llaman la Roca de Buckingham por su tremendo autocontrol y a punto de cumplir 94 años.
Boda con Felipe de Mountbatten y la sombra del nazismo

Isabel II, Felipe de Edimburgo
Se enamoró siendo una niña de un guapo cadete de la Real Academia Naval de Darmouth: Felipe de Mountbatten. Ella tenía 13 años y él, hijo de Andrés de Grecia y Dinamarca y de Alicia de Battenberg, solo 19. Esperó hasta que en 1947 su padre le dio permiso para contraer matrimonio. La sombra de la esvástica, icono del partido nazi, nunca abandonó a su apuesto marido durante los primeros años de matrimonio, que, paradójicamente, coinciden con los más felices de la pareja. (Prohibieron a las tres hermanas del novio, casadas con alemanes muy cercanos al nazismo, asistir a la boda). Viven separados desde hace años y la Reina ha sobrellevado con estoicismo los continuos rumores que, en algunos casos, tienen nombre y apellido.
La tragedia de Aberfan

Isabel II, Carlos de Inglaterra
La máxima de que la Reina de Inglaterra debe reinar, no gobernar; escuchar sin posicionarse y abstenerse de opinar, no siempre ha funcionado. Su fría reacción en 1966 tras la tragedia de Aberfan, la avalancha de lodo en la escombrera de una mina de carbón sobre el pueblo galés de Aberfan, que causó 144 muertos (116 de ellos, niños de corta edad), puso a la ciudadanía en su contra. Decidió no viajar y enviar a su marido, lo que se interpretó como un desconsiderado gesto de frialdad. Fue muy criticada. Finalmente, visitó la afligida localidad minera donde una de las pocas niñas supervivientes le entregó un pequeño ramo de flores, aún conmocionada. Ha confesado que Aberfan es el mayor error de su vida como Monarca.

Familia Windsor
Años después, en la accidental e inesperada muerte de Diana Spencer en 1997, la negativa inicial de la Soberana a celebrar un funeral de Estado en memoria de la mujer que los ingleses llamaban ‘La Princesa del Pueblo”, por el enorme cariño que le profesaban, causó una ola de ira entre los ciudadanos. El primer ministro Tony Blair le aconsejó que rectificara el error y finalmente se despidió a Lady Di, que además era madre de sus dos nietos William y Harry, con todos los honores.
2019, otro año horrible

Isabel II, príncipe Guillermo
El pasado año comenzó con el choque de su marido, el príncipe Felipe, duque Edimburgo, de 97 años, contra otro vehículo en el que viajaban dos personas y un bebé, resultando los adultos heridos leves. Tras las críticas recibidas, Buckingham comunicó que dejaría de conducir. Entonces, trascendió que la Reina y su marido vivían separados y que el príncipe recibía en su vivienda de Sandringham a algunas amigas de toda la vida.
La tremenda popularidad que los Windsor habían recuperado con la boda de Harry y Meghan y el nacimiento de Archie, primer hijo de la pareja, en junio pasado, se fue desinflando en cuestión de meses. Los problemas de la actriz para adaptarse a su nueva vida, la paulatina separación del príncipe Harry de su hermano William y las críticas de la prensa fueron haciendo mella en el ánimo de la Reina, conocedora de que la Corona estaba en el punto de mira. Pero la puntilla fue la implicación de su hijo Andrés en el escándalo sexual Epstein. “El daño causado a La firma de los Windsor por la desastrosa entrevista del príncipe Andrés no puede ser subestimado. Va a servir entre otras cosas para preguntarse quién está aconsejando a la familia real y quién está dirigiendo el show”, escribía un cronista de la prensa británica. Fue el príncipe Carlos quien dio la orden de que su hermano desapareciera de la Familia Real. La idea es reducirla a la Reina, el Príncipe de Gales y William, su heredero.