El príncipe Harry, más que nunca tras los pasos de Lady Di
“Si alguien de la Familia Real puede darle la mano a un enfermo de sida en un hospital, alguien en una parada de bus o en un supermercado puede hacer lo mismo”, pronunció John O’Reilly, un enfermero del Hospital Middlesex de Londres
La princesa Diana de Gales además de ser recordada como un icono de estilo, es recordada por muchas cosas más. La Princesa del Pueblo defendía los derechos de los homosexuales, apoyaba a los pacientes de lepra e, incluso, quiso poner fin al estigma contra el virus del VIH y el SIDA. Y esto último es lo mejor que ha heredado el príncipe Harry.
El duque de Sussex ha pronunciado un sincero discurso durante la Conferencia AIDS 2020, hablando sobre la importancia de la resiliencia dentro de la comunidad mundial del VIH / SIDA durante esos "tiempos difíciles”. El mensaje del royal ha formado parte de la campaña #FeelNoShame de su organización sin fines de lucro Sentebale, donde tan él como un gran grupo de celebridades han querido crear conciencia sobre un problema grave: el estigma y la vergüenza que impide que las personas con VIH en todo el mundo hablen y busquen apoyo.
“Para aquellos que han sido afectados por el VIH y el SIDA, los ejemplos de resiliencia dentro de uno mismo y la comunidad, se han sentido y fomentado por décadas”, ha expresado el Sussex, antes de agregar: “En Sentebale vemos la capacidad de recuperación de los jóvenes todos los días, por eso me he inspirado todos los días, desde que fundé la organización sin fines de lucro con el Príncipe Seesio en 2006”. Harry ha continuado: “Estos jóvenes están dispuestos a hablar sobre su injusticia, ser modelos a seguir para sus pares, apoyar la prevención del VIH y desafiar los sistemas limitantes con la esperanza de un entorno más inclusivo y aceptable para todos. Y cuando se enfrentan a retrocesos, no solo retroceden, sino que se recuperan. Son la resiliencia personificada. Todos tenemos éxito cuando tenemos poder“.

Diana de Gales
Y así, una vez más, hemos visto cómo el hijo pequeño de Lady Di ha seguido al pie de la letra los pasos de su madre. En abril de 1987, en el apogeo de la epidemia de sida, Diana inauguró la primera unidad de VIH/sida del Reino Unido en el Hospital London Middlesex, un espacio que atendería exclusivamente a pacientes infectados con el virus. Ese día, Diana de Gales se acercó a la cama de un enfermo y le dio la mano, una mano desnuda, sin guantes ni perifollos, y esa imagen dio la vuelta al mundo. Un pequeño paso para una mujer, un gran paso para la humanidad: cambió la actitud de la sociedad frente a los enfermos de sida.
Lady Di dedicó parte de su vida a tareas humanitarias y una de las más peliagudas fue el sida. El virus de inmunodeficiencia humana ( VIH), causante de la enfermedad, fue descubierto en 1983 por un investigador francés. La comunidad gay y los adictos a la heroína fueron los más afectados por una dolencia que por fin ya no es mortal. El desconocimiento provocó pánico y quienes padecían la enfermedad se convertían en apestados. Muchos no querían tocar siquiera algo que hubiera tocado un enfermo. De ahí, la gesta de la princesa. “Diana fue la mejor embajadora para la lucha contra el sida del planeta y nadie podrá llenar jamás su vacío en término del trabajo que hizo”, declaró a su muerte, en 1991, Gavin Hart, presidente del National AIDS, organización de lucha contra la enfermedad en Gran Bretaña.